Publicado por KAREN el 16 de Junio de 2016 a las 4:30
Esta tarde en España, mañana en el otro hemisferio, está aumentando la frecuencia diamantina desde el núcleo de Gaia y va directa al timo.
Podemos sentir desde mucha presión en la cabeza al subir la energía por el prana, hasta casi como una crisis de ansiedad, porque nos falta espacio físico en el cuerpo, como si no cupiéramos en el propio físico. Es decir, la energía que sube es tan grande, que empuja hacia arriba todas las antiguas frecuencias del interior del chacra del corazón y timo.
Algunas personas, hemos visto como si sacara tubos de dentro y luego una luz los llena de energía y crea infinitos hilos de luz.
Publicado por KAREN el 16 de Junio de 2016 a las 2:00
Mucha gente se pregunta “¿Tengo mala energía?” o “¿ Cómo sé si tengo mala vibra conmigo?” Quizás algo presienten o incluso otras personas les han dicho que consigo traen una energía pesada u obscura.
Es esto posible? ¿Existe la mala energía? ¿Puede alguien cargarla consigo?
Sí. Es posible.
¿Qué es mala energía?
Una mala energía o energía negativa es una influencia interna o externa que cansa, enferma, irrita o interfiere con el flujo de energía de un lugar o una persona. Eso, a grandes rasgos.
Una mala energía no es necesariamente algo asociado con espíritus o maldad, sino más comúnmente tiene que ver con los pensamientos y emociones de una persona que crean una determinada vibración a su alrededor y pueden atraer acontecimientos desagradables. En otros casos, la energía negativa tiene que ver con energías concentradas en un lugar que una persona sin protección energética puede absorber sin querer.
¿Cómo sé si tengo mala vibra?
Usualmente, las personas que tienen mala energía presentan ciertos síntomas como:
-Cansancio sin justa causa -Insomnio -Pesadillas -Irritabilidad -Mal genio sin justa causa -Agresividad -Depresión -Mala suerte -Accidentes constantes -Se rompen cosas a su alrededor constantemente 1Enfermedades repetitivas (como un resfriado o alergia que nunca acaba) -Relaciones conflictivas -Reacciones negativas por parte de personas que no conoce, y sin provocación -Miedo sin explicación
¿Por qué tengo mala energía?
Si usted piensa que tiene mala energía y no entiende por qué, existen dos posibles causas: internas o externas.
Somos energía. Nuestros pensamientos y emociones son energía. Por lo tanto, lo que pensamos, con quién nos relacionamos y qué emociones cultivamos tienen un impacto directo en nuestra propia vibración, lo que a su vez puede manifestar cosas acordes con dicha vibración.
Emociones y pensamientos positivos crean una vibración tal que atraen más de su similar. Y vice versa.
Las causas internas de tener una mala vibra pueden incluir:
Pesimismo – A todo le encuentra un pero y siempre espera lo peor. Cultiva pensamientos negativos que bajan la frecuencia de su campo energético.
Intenciones oscuras – Disfruta al hacer travesuras a los demás y hace cosas a propósito para lastimar u ofender a otros, incluyendo animales.
Karma acumulado – Relacionado con lo anterior, usted carga un karma pesado por acciones e intenciones pasadas.
Conversaciones negativas – Su comunicación es primordialmente negativa (“Yo tengo mala suerte”, “Me quiero morir”, “Todo me sale mal”, “Odio la vida”) y frecuentemente involucra chismes y rumores, críticas y juicios, y ofensas. La palabra crea.
Las causas externas de tener mala energía pueden incluir:
Interacción con otras personas negativas – Si su aura y cuerpo energético no están protegidos, usted puede absorber y adoptar estas bajas frecuencias de personas negativas o vampiros energéticos.
Pasar tiempo en lugares con mala energía – Igual que lo anterior.
Falta de contacto con la naturaleza – Pasar la mayor parte del tiempo encerrado en ambientes artificiales sin contacto con aire y sol y naturaleza.
Ataques psíquicos – Si alguien con un campo energético poderoso le envía constantemente pensamientos y emociones negativas.
¿Cómo puedo dejar de tener mala energía?
Si usted tiende a tener mala energía, debe mantenerse alerta al respecto y ser proactivo.
Ten pensamientos positivos a través de la meditación y/o la oración. Incluso si la energía negativa que te está afectando provino de fuerzas externas, el esfuerzo de deshacerte de ella tiene que empezar de adentro de ti. La oración o la meditación en una habitación silenciosa es el punto de inicio para deshacerte de la energía insana.
Si tienes una mascota, juega con ella. Jugar con un animal puede ayudar a incrementar las emociones positivas. Se sabe que los perros, los gatos, los peces y otros tipos de animales domésticos alivian el estrés en los seres humanos.
Pasa más tiempo junto a la naturaleza, respira aire fresco y limpio.
Publicado por KAREN el 16 de Junio de 2016 a las 1:30
Las Perlas celestiales para el alma
Las Perlas celestiales para el alma son guías de sentido común para el crecimiento espiritual. Se crearon con extractos de publicaciones y conferencias de Mark y Elizabeth Clare Prophet, así como de las enseñanzas de los grandes maestros espirituales de las eras. Estas Perlas nos enseñan a entretejer los mensajes de nuestro ser superior en nuestros pensamientos, acciones y sentimientos cotidianos. Las historias, conferencias, anécdotas y técnicas para lograr la automaestría nos ayudan a que miremos el mundo y a nosotros mismos a través de nuevos ojos.
Y, quizá lo más importante, nos mostrarán cuán refrescante es reírse de nuestras condiciones humanas. Como Mark Prophet solía decir: “Está bien ser humano mientras recuerdes que eres divino”.
¡Las Perlas celestiales que se entregan cada mes cubren una parte de la vida que puede mejorar infinitamente cuando la impregnamos con lo divino!
El amor es el poder más grande en el universo. Y por tanto, la aplicación del Amor Divino por el devoto del Amor exige la disciplina máxima.
Dondequiera que el Amor se ensalce y se encarne está siempre bajo un ataque feroz. Y así mucha gente en la Tierra experimentan un dolor intenso, porque aunque han amado profundamente, no pueden sostener firmemente el cáliz del Amor Divino. Y, ¡ay! las fuerzas del anti-Amor arrancan el cáliz de sus labios antes de que puedan beber el elixir del Amor.
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Publicado por KAREN el 16 de Junio de 2016 a las 1:00
Amadas y divinas luces del que Todo lo Es, el Padre/Madre Dios, les saludo y abrazo en la Luz Divina que resuena en sus almas con la vibración de las altas esferas de conciencia.
Yo Soy Arcángel Miguel ¿Quién como Dios? Y vengo, mis tan amados Seres, a hablar con ustedes desde la compasión del Ser Supremo que alimenta nuestros espíritus y quien abre las compuertas de la abundancia para todos quienes así quieran recibirla.
Abundancia no es sólo dinero y posesiones, en su mundo es necesario para la subsistencia y así lo garantiza el Universo infinito para todos y cada uno. Pero la mejor abundancia está contada por las riquezas que cada uno lleva dentro, y se cuenta por lo que se entrega no por lo que se recibe.
Cada pequeño gesto que dan al hermano, cada grano de arroz que comparten los engrandece y les eleva su abundancia personal. Es el alma mis amados lo que cuenta, es el dar desde el corazón y ahí existe la gran reciprocidad del Ser. Todo lo que das regresa a ti multiplicado, ya habrán escuchado esto ¿verdad?
Pues así es, esta es una de las verdades con las que trabaja el universo, decía el amado Gautama “hay que vaciarse para poder llenarse”. Ah! ¡Verdad inmensa! Entonces ¿no creen ustedes que ha llegado la hora de compartir la abundancia de sus almas con sus hermanos que se encuentran en estado de “pobreza”? y lo coloco entre comillas porque ninguno debe pasar privación física ni espiritual, ya la privación física puede comprenderse al entender en conciencia que ha sido la elección de algunos para su aprendizaje; pero la elección del alma nunca es pobreza sino más bien la sobreabundancia de amor, de empatía, de compasión… es el compartir sus riquezas del alma cuando más se llenan de esa Luz Divina que enciende la llama Crística en sus corazones.
Así es mis amados y así será por siempre.
Llénense de abundancia interior entregando cada vez más, amen, crezcan, aprendan, recuerden… aquí estaré cuando me necesiten. Les Bendigo y protejo eternamente.
Arcángel Miguel ¿Quién como Dios? ¡Yo Soy!
Canalizadora: Solange Marín (Aurora Radiante) Fecha: 13/6/2016 Lugar: Caracas, Venezuela. Yo, Solange Marín, canalizadora de este mensaje, doy libertad a todo el que desee divulgarlo de viva voz o por escrito. Sólo pido sea citado el canalizador y respetado el texto íntegramente. Si lo deseas y está en resonancia contigo por favor difúndelo haciendo mención a compartiendoluzconsol.wordpress.com
En mi opinión, muchas personas que prácticamente basan su vida en la crianza de los hijos y en su relación con ellos, cuando llega el momento lógico en la vida en que éstos abandonan el hogar para crear su propia familia o para iniciar un camino en solitario, de pronto tienen la sensación de que su vida es inútil, que ya no tiene un sentido, y que por esa razón como persona es inútil y no va a saber cómo rellenar el hueco ocupacional que sus hijos poblaban.
En algunos casos el sentimiento de vacío, de inutilidad, de falta de sentido para la vida, empuja directamente a una depresión.
Y conviene evitar esta situación.
Son las mujeres, sobre todo, las que sienten más este vacío. Es lógico porque son las que los han llevado en su vientre y las que notan más intensamente el sentimiento de maternidad y creación y sienten más esa dependencia.
Quienes tienen hijos saben –aunque no quieran pensar en ello- que ese día ha de llegar. Y procuran evitarlo o aplazarlo –creyendo que de este modo no sucederá- en vez de tomar conciencia de lo que va a suceder y prepararse para ello.
Podríamos aprender mucho y rápido de los animales, que no crean esa relación de co-dependencia con sus crías, a las que empujan literalmente del nido cuando ya saben volar, y que son muy conscientes de que una vez les han enseñado a buscarse la vida ya no tienen por qué seguir juntos sino que cada uno ha de seguir con su propia vida.
No es que esté proponiendo hacer esto con nuestras crías, sino que propongo prepararse para que cuando llegue el momento no se haga un drama de ello, y que no se pretenda aplazarlo o evitarlo chantajeando emocionalmente al hijo. Conviene darse cuenta y comprobar si uno está creando -con respecto a su cría- una relación simbiótica.
Y es más que conveniente estar preparado para cuando llegue el momento. Es imprescindible encontrar que en la vida hay algo más allá de la crianza de las crías, así que es mejor no abandonar nunca las cosas que proporcionan placeres y satisfacciones, ocupaciones que sean apetecibles, hobbies, planes varios, y proyectos, sin las crías, y es conveniente hacerlo también por los propios hijos, para que no se sientan en la obligación moral de estar excesivamente pendientes de un padre o una madre que no saben desapegarse de ellos y concederles la libertad.
De este modo, la relación seguirá estando entre ambos pero desde otra perspectiva en la que una se libera de la cría con la sensación de la misión cumplida –aunque uno siga siendo y sintiéndose padre o madre protectora hasta el fin de sus días- y así libera al otro para que haga su vida como ser independiente y no con una subordinación de por vida hacia sus padres.
Está bien hacerles saber el estado emocional en que se encuentra uno, pero teniendo cuidado de no hacerles sentirse causantes de ello y cuidando de no inculcarles subliminal o directamente un sentimiento de culpabilidad, o hacerles creer que la felicidad de uno depende de la atención y cuidado que le sigan proporcionando, porque eso les crea a los hijos una responsabilidad que no es suya pero que les resulta muy gravosa.
Las madres han de ser conscientes de que no son solamente ellas quienes sufren porque sus crías abandonan el nido. Los padres, en la mayoría de los casos menos expresivos, también lo sienten aunque crean que no deben manifestarlo.
Y han de recordar –si es que lo habían olvidado- que antes de que nacieran las crías hubo una decisión en su vida: la de compartirla con su esposo.
Así que es importante retomarla con intensidad si se había descuidado un poco o si se le estaba prestando menos atención. Lo mejor es hacerlo con tiempo, respetando los sentimientos del otro. Hay que prepararse para esa situación hablando de ello con naturalidad y sinceridad. La relación ha de retomar el protagonismo que había cedido.
Que ya no estén los hijos en el nido aporta también algunos beneficios –aunque la madre siga insistiendo en que tiene más de pérdida-, así que es interesante promocionar esos beneficios. Por ejemplo, al disponer de más tiempo libre éste se puede utilizar del modo que se desee. Se pueden retomar planes que se habían dejado aparcados, y ponerse a hacer aquello que a una siempre le gustó pero tuvo que renunciar. Viajar, pintar, leer, pasear, escuchar música… se renuncian a muchas cosas cuando se le da una prioridad absoluta e intensiva a la paternidad o maternidad, y todas esas cosas tan agradables se pueden retomar –con merecimiento y sin sensación de culpabilidad- cuando las crías abandonan el nido.
Desde que la humanidad está en la Tierra siempre ha sucedido así. Uno mismo dejó a su familia para crear su propia familia o hacer su propia vida.
Hay que desdramatizarlo. Una ya cumplió con su misión de tener hijos –aunque piense con razón que esa tarea no acaba nunca- y está bien iniciar un nuevo ciclo en el que el protagonismo principal sea de uno mismo.
Te dejo con tus reflexiones…
(Y si te ha gustado, ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias)
Publicado por KAREN el 15 de Junio de 2016 a las 23:30
No introducir objetos
Es muy frecuente colocar un bolígrafo, un dedo, una uña, un hisopo o un trozo de algodón para rascarse o para limpiar. Sin embargo, pueden dañar las delicadas membranas de los oídos y hasta perforarlos. Para quitar la cera de los oídos, usa el agua caliente de la ducha. Prestar atención a los niños pequeños porque suelen introducir en sus oídos objetos muy pequeños como piezas de juguetes, semillas o cualquier cosa que encuentran.
Cuidarse del viento
Puede ser al manejar el coche y dejar la ventana abierta, al andar en bicicleta o correr o simplemente al caminar un día muy ventoso. Algo que es sumamente peligroso para la salud de los oídos es tener un ventilador muy cerca tirando su viento para la oreja. La fuerte circulación de aire en los pabellones auriculares pueden producir zumbidos, inflamación y dolor.
Evitar la exposición al ruido muy fuerte
Estar en medio de un embotellamiento de tránsito todos los días en el centro de la ciudad no le hace nada bien a tus oídos. Evita estar mucho tiempo en zonas con estas características, con bocinazos. Además, se aconseja reducir la visita a lugares donde hay mucha gente y sonido a alto volumen, como puede ser un concierto, un estadio o una discoteca.
Cuidado con las piscinas
Para proteger la salud de tus oídos, no te sumerjas completamente en una piscina, el mar, el río o una laguna. No sólo por el agua en si, sino por otros componentes tales como el cloro, la sal, los microorganismos, la contaminación, plantas, etc. Puede que adquieras una infección o que se te tapen los oídos. Las playas sin bandera azul o con agua poco saludable es mejor evitarlas. Si te encanta darte una zambullida, hazlo despacio, para que la presión del agua no sea tan fuerte en tus oídos, causando daños auditivos. Puedes usar tapones especiales (de material hipoalergénico, ligeros y flexibles) para evitar la acumulación de agua y la otitis (inflamación).
Ya sea en la ducha en casa o en el mar o la piscina en las vacaciones. Es necesario mantener la zona bien seca para evitar la proliferación de enfermedades. La humedad en el conducto auditivo puede causar hongos, por ejemplo, dificultar la audición, etc. Con una toalla suave de algodón pasar por los pabellones de la oreja. Coloca la toalla alrededor y girar la cabeza para que descienda el agua que puede haber quedado alojada, repetir con el otro oído.
Cuidado con los audífonos, auriculares y celulares
Los headphones son perfectos para disfrutar de la música sin que los demás tengan que soportarla. Pero a veces, no nos damos cuenta y vamos subiendo cada vez más el volumen. Si escuchas música usando audífonos y al quitarlos sientes como un silbido, entonces o los has utilizado por mucho tiempo o el volumen estaba demasiado elevado. En ese caso, evita escuchar música por este medio durante tres días seguidos, con el fin de que los tímpanos descansen. Una buena medida para saber si el volumen está alto es cuando la persona que está al lado nuestro la puede oír.
La mayoría de las personas no sabe hablar bien con el teléfono y presionan el auricular contra la oreja para escuchar mejor o porque la llamada se entrecorta. Es aconsejable usar “manos libres”
Higiene correcta
La limpieza de los oídos es un punto fundamental y no todos conocen cómo hacerlo bien. En el caso del pabellón auditivo externo (la oreja) usa un tejido húmedo, como ser una toalla. El oído medio es delicado y hay que prestarle atención. Lo mejor es colocar una solución con agua marina e isotónica. Algunos optan por usar agua oxigenada. Pero en todos los casos, sin usar hisopos, simplemente vertiendo unas gotitas en el oído y dejar que haga efecto.
Los oídos se pueden tapar por una serie de cosas, como agua en el canal auditivo, exceso de cera o congestión causada por enfermedades o alergias.
A menudo, los pacientes experimentan un sonido apagado en uno o ambos oídos, mareos y, en ocasiones, dolor localizado.
Remedios caseros
-Ponga unas gotas de aceite de oliva tibio en el oído. Usted puede hacer esto mediante la inmersión de una bola de algodón en aceite de oliva y ponerlo en el oído durante unos diez a quince minutos. Si la acumulación de cerumen es la causa de la congestión del oído, el aceite de oliva se ablanda la cera y hacer más fácil para usted para que drene.
-Si el frío es la razón por la que están experimentando los oídos tapados, el remedio consiste en soplar sus senos y borrar por completo. No aspire constantemente, ya que están frenando la congestión e incrementar aún más este problema.
-A veces, simplemente bostezar sirve como el mejor remedio. Inducir un bostezo y tratar de mantener el bostezo hasta que te sientas mejor. -Coloque una toalla caliente y húmeda en el oído afectado. El calor que se genera a partir de ella se ablandar la cera y la eliminación de cerumen ayuda.
-Trate de beber mucha agua. El acto de tragar es otro remedio muy simple para curar de la irritación causada por el oído tapado.
Aceite de oliva: Ayuda a tratar las infecciones en el oído.
Introducir suavemente un algodón empapado con aceite de oliva.
Ajo: Es útil en el tratamiento de la perdida de audición. Crudo en ensalada. Maceración de 100 gramos de ajo en 400 gramos de alcohol de vino. Media cucharadita antes de irse a dormir.
Otro remedio consiste en mezclar el jugo de ajo con el jugo de almendras al 50 % e introducir una gota en el oído.
Cebolla: Fluidifica la circulación sanguínea. Macerar 300 gramos de cebolla en un litro de agua durante 12 horas. Tomar tres vasos al día. El jugo de cebolla es un buen remedio para frenar la pérdida de audición. Introducir unas gotas por el oído.
Ginkobiloba: Administrar entre 60 y 240 mg diarios de este producto evita la mala circulación en la cabeza como en la sordera.
Manzana: Es muy beneficiosa para la salud del oído. Cucharadita de vinagre de manzana, mezclado con una cucharada de miel por vaso de agua. Tomar tres vasos diarios durante las tres comidas principales.
Miel de abeja: Aplicarse una gotita de miel de abeja en cada fosa auditiva con un isopo.
Saúco: Ayuda a tratar las afecciones en el oído. Aplicar el vapor resultante del cocimiento de un puñado de flores secas.
Curando el resfriado común con Agua Oxigenada (Peróxido de hidrógeno).
En 1928 Richard Simmons, MD aportó la hipótesis de que los resfriados y los virus de la gripe entran por el canal auditivo. Sin embargo, sus hallazgos fueron despedidos por la comunidad médica.
Según el Dr. Simmons, al contrario de lo que se pueda pensar o se nos ha enseñado acerca de cómo se contagia la gripe o el frío, sólo hay una manera que puedes adquirirlos, y eso es a través del conducto auditivo externo - no a través de los ojos o la nariz o la boca como la mayoría han creído.
Mantener los dedos alejados de las orejas reducirá en gran medida tus posibilidades de capturarlos, pero de nuevo estos virus son microscópicos y pueden nacer en el aire, y pueden aterrizar fuera o incluso dentro de tu oído.
Una vez que han entrado en el interior del oído (oído medio), y que comienzan su proceso de reproducción, desde allí se tiene acceso a todas las vías a lo largo de nuestro cuerpo por el que viajan, infectan y enferman.
En 1938, investigadores alemanes tuvieron gran éxito utilizando peróxido de hidrógeno en el tratamiento de los resfriados y la gripe. Sus datos han sido ignorados (tal vez suprimido) durante más de 60 años.
Durante muchos años, gente de conocimiento han estado atacando el virus de la gripe y el resfriado común desde donde comienzan su proceso de reproducción (y no cuando ya se han diseminado) y eso es en el oído interno (en el centro).
Es importante comenzar el tratamiento tan pronto como aparezcan los síntomas.
Se han encontrado notables resultados en la curación de la gripe y el frío dentro de 12 a 14 horas cuando se administra unas 2-3 gotas de peróxido de hidrógeno al 3% (H2O2) en cada oído infectado, (a veces sólo un oído está infectado).
El H2O2 comienza a trabajar dentro de 2 a 3 minutos en la eliminación de la gripe o resfriado, habrá algunas burbujas y en algunos casos se produce dolor leve.
Espera hasta que el burbujeo y el escosor disminuyan (por lo general 5 a 10 minutos) y luego darse vuelta y drenar el H2O2 sobre algo absorbente y repetir en el otro oído.
Una botella de agua oxigenada al 3% en solución está disponible en cualquier farmacia y es muy económica.
Para curar la gripe tendrás que repetir este proceso dos o más veces a intervalos de una o dos horas hasta que no haya más burbujas al poner HP en el oído (s) http://saikualternativo.blogspot.com.ar/
Publicado por MAYA el 15 de Junio de 2016 a las 15:00
Prologo por Dr. Cesar Lozano ¿Quisieras tener relaciones más sanas, ser mejor madre o padre, dejar atrás la ansiedad y/o la depresión y vivir en mayor armonía contigo mismo, pero no sabes cómo lograrlo?
Este conmovedor y profundo libro te ayudará a lograr la verdadera autoestima.
Explica de manera amena, sencilla y directa cómo se forman los nudos que atoran nuestra evolución, partiendo de las heridas emocionales que se generan en la infancia y que van profundizándose conforme uno crece, llevándonos muchas veces a tomar decisiones desastrosas, tener relaciones conflictivas y dañar a los seres que más se aman.
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En este libro, Margarita Blanco nos guía a través del sistema de herramientas de transformación que ha diseñado: el Método Ser Mejor Ser.
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Miles de personas han experimentado ya el poner en práctica lo que éste libro nos propone y han visto florecer su vida de un modo inimaginable.
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El libro es un intercambio de correos electrónicos entre Perla (personaje imaginario) quien a manera de novela, cuenta sus historias de infancia y adolescencia a Margarita (la autora y psicoterapeuta) ella le responde cada carta, explicándole (y con ello, explicándonos a todos los lectores) la forma en que las situaciones sufridas como niño han impactado nuestro desarrollo adulto. Y lo principal, descubrimos la manera en que podemos sanar estas heridas emocionales a través de los ejercicios y dinámicas propuestas y guiadas por la autora. (Lo cual se complementa con el audio cd de visualizaciones dirigidas, de venta en internet).
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Los intentos de cambio muchas veces terminan en fracaso, precisamente porque no se cuenta con los recursos emocionales adecuados. Aquí se explican a detalle las tres herramientas fundamentales para la sanación emocional.¡Suerte en tu recorrido!
Publicado por KAREN el 15 de Junio de 2016 a las 0:00
Según la MTC (Medicina Tradicional China) el riñón y la vejiga son los órganos relacionados con “el agua”, que es uno de los 5 elementos en que se basa su teoría para ayudarnos a entender el funcionamiento de los ciclos de la naturaleza, del hombre y del movimiento de la energía (Chi) en general.
El agua
La energía de este elemento se manifiesta con mayor intensidad en invierno, tiene que ver con lo profundo, con el germen de la vida, es como un pozo de vitalidad y resistencia, una energía potentísima a la que tenemos acceso de una forma casi inmediata. Nos conecta con la fuerza que permite la acción, es la semilla con todo su potencial de desarrollo y vida. El carácter y la esencia atesorada recibida de nuestros antepasados y que legaremos a nuestros descendientes. Es la manera de desarrollarnos, el impulso sexual. De él dependen la voluntad, la responsabilidad, el afán de vivir, la fuerza que permite el movimiento y transforma en energía la acción. Nos hace tener dirección, claridad y objetivos. Se adapta a las situaciones imprevistas siendo espontáneos.
Tiene que ver con los miedos, las fobias, con el deseo de controlar los acontecimientos, la supervivencia, la motivación y el frío.
Controla la esencia “Jing Chi” que es una de las cinco sustancias vitales junto con el Chi, Líquidos, Sangre y Shen.
El riñón
Guarda la esencia “Jing Chi”. Un tipo de esencia es la prenatal (heredada de los padres), es finita y nuestra vida está delimitada por su agotamiento final, constituye el sustrato material de la producción de esperma y óvulos. El otro tipo es la esencia postnatal o adquirida, y es elaborada por el Bazo y el Pulmón a partir de los alimentos y el aire, se relaciona con nuestro estilo de vida. Es el eslabón de nuestra cadena de existencia, genera y almacena la sustancia material que forma la base de todos los tejidos y su regeneración. Forma la médula ósea, espinal y el cerebro. Influye en la correcta maduración física y mental. Da soporte a los órganos reproductores y a los orificios inferiores del cuerpo.
El riñón es la base de todas las sustancias líquidas del cuerpo y regula la circulación de éstas. Tiene la función de filtrar los líquidos impuros, separando la parte pura que envía al Pulmón (ascenso de los líquidos) y la impura que es enviada a la vejiga.
El riñón está relacionado con las hormonas, los huesos, los oídos, el cabello, la médula, el cerebro, la capacidad de supervivencia y de procrear.
Todos los órganos dependen del riñón y cualquier deficiencia en cualquier otro sistema de órganos le afecta drenando su esencia “Jing Chi”.
Si la esencia del riñón es débil, habrá una falta de vitalidad, esterilidad y una actividad sexual reducida, impotencia, frigidez, deseo sexual excesivo, eyaculación precoz. Retraso en el crecimiento. Síntomas de envejecimiento prematuro, canas, caída prematura del cabello. Retención de líquidos y edemas en la parte inferior del cuerpo. Micciones frecuentes de color pálido. Orina escasa y oscura. Sangre en la orina. Prolapso anal, diarrea. Incontinencia. Enuresis.
Problemas en los huesos (Osteoporosis, artrosis).
Respiración superficial, asma, falta de aliento con el esfuerzo, tos, congestión del pecho y ahogo. Inflamación de garganta. Halitosis.
Abdomen (Rigidez y circulación deficiente), frío en abdomen inferior.
Miedo a los sonidos. Sordera, zumbidos, vértigos. Mala visión. Ojeras.
Lumbalgia. Rigidez en tronco. Dolor de cabeza con sensación de pesadez. Frío en extremidades.
Piel seca. Uñas con grietas. Mala circulación en general, celulitis.
Reacciones lentas, mala coordinación, desmayos o tendencia a resbalar y caer. Falta de sueño. Trabajo excesivo (no saber parar).
A nivel emocional se puede manifestar como fobias, temores, miedo que paraliza, ausencia de deseos, estrés continuo, impaciencia, hiperactividad, inquietud, nerviosismo, sentimiento de culpa, tensión familiar, timidez, ansiedad, depresión.
A nivel mental se puede manifestar como negatividad, dudas antes de actuar, deseo de controlar, falta de responsabilidad, pesimismo, prestar demasiada atención a los detalles, quejas constantes, falta de fuerza de voluntad, desánimo, pensamiento lento, falta de concentración, mala memoria.
La vejiga
Tiene las funciones de almacenar y excretar la orina, interviene en el proceso de la elaboración de esta. Controla el sistema autónomo. Es la ejecutora de nuestras acciones, tiene que ver con el ímpetu y la voluntad. Nos ayuda a salir corriendo en caso de miedo.
Se agota por no hacer nada o por no parar de hacer cosas (no conectar con el cansancio). Está relacionado con la frialdad o pereza de cualquier parte o función del cuerpo. Dificultades en la micción (Dolor, escozor, incontinencia). Dolor de próstata. Calidad de la orina (clara y copiosa, turbia y escasa). Cólicos renales. Menstruaciones dolorosas. Esterilidad. Hemorroides.
Problemas de espalda (Escoliosis, encorvamiento, rigidez, dolor, lumbalgia, ciática frío en zona inferior). Problemas en piernas (Rigidez, frío, mala circulación, varices).
Tensión en abdomen, pesadez en abdomen inferior, problemas digestivos.
Dolor de cabeza en la frente o zona superior. Migrañas en zona posterior de la cabeza. Dolor o pesadez de ojos. Epilepsia.
Falta de descanso. Sudoración nocturna. Escalofríos. Artrosis.
A nivel emocional se puede manifestar como nerviosismo, tics, celos, sentimiento de culpa, hiperreacción, asustadizo, temores, hipersensibilidad, incapacidad para relajarse, inquietud, ansiedad, depresión, estrés.
Y a nivel mental como neurosis, paranoias, sospechas, quejas constantes, falta de motivación, hiperactividad, preocupación por detalles sin importancia.
¿Qué hacer?
Hacer ejercicios de coordinación complejos, aeróbicos y respiratorios. Permitirte expresar el miedo usando el cuerpo y la voz. Estirar la espalda y parte posterior de las piernas. Moverse desde el hara (ombligo). Satisfacer tus necesidades reales y sentirse merecedor. Hacer espacios regulares para estar sólo, para reflexionar o meditar. Saber delegar. Saber parar. Discernir entre lo importante y lo que no lo es, marcar distancias. Eyacular menos en las relaciones sexuales (se pierde esencia). Descansar lo suficiente. Evitar el exceso de sal en las comidas. Protegerse del frío.
Shiatsu
Los desequilibrios del elemento agua suelen ser consecuencia de un agotamiento, bien por exceso de trabajo externo, o porque una función interna está constantemente activa, o muy frecuentemente por una combinación de ambas. El trabajo con shiatsu se enfoca en investigar y diagnosticar la causa subyacente y ponerla solución, ésta causa unas veces es obvia pero otras está oculta y se necesita realizar un tratamiento hasta descubrir qué elemento está constantemente activo y regular su funcionamiento.
Los temas emocionales suelen estar en el trasfondo, si no se tiene una correcta conciencia emocional se puede tener un estado que nos esté drenando energía permanentemente sin darnos cuenta. Es el caso de los estados defensivos, represiones, vulnerabilidad, estrés emocional, adicción a algún tipo de emoción, miedo a sentir cosas diferentes. Estos estados se reflejarán en desequilibrios de cualquier meridiano.
La energía del “agua” se estimula trabajando sobre sus meridianos, usando contacto sobre los huesos y los espacios entre ellos, trabajo cráneo-sacral o aplicando moxas (calor profundo) sobre Ming-Men y otros puntos de acupuntura.
Cuando estimulamos la energía tenemos más recursos y más fuerzas para enfrentar los temas pendientes, tomar conciencia de ellos, cambiar nuestro estado interno y nuestro comportamiento.
Meditaciones
Meditar nos permite observar todos nuestros procesos vitales, nos ayuda a saber parar la mente y el cuerpo cuando es necesario, y por tanto a economizar energía. Cuando volvamos a la actividad estaremos más frescos, rendiremos más, tendremos más claridad mental, estaremos más relajados y podremos llevar la meditación en nuestra rutina diaria.
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José Antonio Espeso
Ingeniero de telecomunicación, Monitor de meditación y Terapeuta de shiatsu
En mi opinión, esta es una de esas preguntas que nunca nos hacemos con naturalidad, con interés amable, sino que parte siempre de una situación desagradable de auto-decepción.
Y no se hace de este modo, en el que se aprecia una voluntad de autoconocimiento que pueda llevar después a una situación de bienestar con uno mismo, sino que parte desde la rabia de un reproche tras haber llegado a una situación en la que uno se siente decepcionado consigo mismo, porque se da cuenta de que alguna o algunas de sus propias actitudes no son de su agrado, o se da cuenta de que no está siendo como realmente quisiera ser, o se siente muy incómodo y enojado consigo mismo por lo que no ha logrado en la vida…
Insisto en que son situaciones de rabia y desencanto las que llevan a cuestionarse este asunto, y se hace de un modo que en vez de preguntar acusa, y se parte por tanto de una situación tensa y enfurecida donde la objetividad y el amor propio no están presentes.
Todas las situaciones que hemos vivido a lo largo de nuestra vida de las que no nos sentimos precisamente orgullosos se van a presentar como preámbulo, y son muchas.
Todos –sí, todos- tenemos muchas cosas de las que arrepentirnos.
Todos –sí, todos- hemos hecho cosas de las que no nos sentimos satisfechos.
Todos –sí, todos- nos hemos equivocado, hemos tomado decisiones que después demostraron no ser las más adecuadas.
Todos –sí, todos- tenemos manchones en nuestro historial y acumulamos auto-decepciones, auto-desengaños, momentos de tristeza por algo que hemos hecho o no hemos hecho, y tenemos lo que pudiéramos llamar “fracasos”.
La verdad es que no siempre somos responsables directos de todo ello, ya que a veces esos estados de opinión personal se han formado porque no había una clara directriz en nuestra vida y nos habíamos hecho unas ilusiones que nos quedaban muy lejos –casi imposibles- y porque no se había diseñado teniendo en cuenta las propias capacidades, las limitaciones personales, y las circunstancias en las que uno ha estado en su pasado y está en su presente.
En cambio, esta misma pregunta hecha desde el amor y el mejor de los deseos para uno mismo es enriquecedora. A veces se nos olvida que somos responsables directos de nuestro futuro, y que nuestra misión es crearlo y no limitarlos a padecer “lo que venga”. Y más cuando resulta que ese “lo que venga” lo podemos y lo debemos crear nosotros mismos.
¿Qué es lo que espero de mí?
Esta es una de esas preguntas personales e intransferibles, cuya respuesta no se puede copiar de otras personas.
Hay que tener claro antes de plantearla seriamente que aquí no valen como respuesta las fantasías, las utopías, o lo imposible, y esto es un principio irrenunciable.
Está bien tener un deseo que vaya un poquito –sólo un poquito- más allá de lo que uno pudiera alcanzar, porque eso sería un estímulo para esforzarse un poco más, pero entonces conviene también tener muy claro –pero que muy claro- que el hecho de no lograr alcanzar ese poquito más no ha de convertirse en ningún caso en un motivo de frustración ni en el comienzo de una depresión o una sarta hiriente de auto-reproches.
También hay que tener en cuenta de que el hecho de que aparezca la palabra “espero” en la pregunta no es una invitación a quedarse quiero “esperando”. Quien no tenga esto claro que cambie la pregunta por otra del estilo de “¿Qué es lo que quiero para mí?”, o cualquier otra similar con la que uno se sienta a gusto y no contenga elementos que pueda desvirtuar el objetivo principal de la cuestión.
Recomiendo hacerse esta pregunta –como hay que hacer con todas- en momentos de serenidad, porque sólo la ecuanimidad que la serenidad aporta puede dar respuestas que sean constructivas. Recomiendo expresamente no hacerla en momentos de enojo o tristeza porque las respuestas serán pesimistas o no aparecerán, y no hacerlo en momentos de euforia porque las respuestas aparecerán cargadas de irrealidad.
Y recomiendo que en cuanto aparezca una respuesta que nos parezca convincente nos pongamos a la tarea de hacerla realidad.
Y si uno descubre que, por ejemplo, quisiera ser menos impulsivo, entonces le conviene ponerse a hacer lo necesario para conseguirlo, y a partir de ahí se abre un abanico de posibles soluciones, desde ponerse a contar hasta cien y mientras recordarse el objetivo de querer ser menos impulsivo, hasta iniciar un Proceso de Autoconocimiento y Desarrollo Personal, o acudir a un psicólogo que le ayude a descubrir el origen de esa impulsividad y a eliminarla, o estar atento a sí mismo y darse cuenta en cuanto se manifieste la impulsividad habitual para manejarla bien, o hacer yoga o meditación, etc.
Averiguar lo que esperas de ti, o lo que quieres para ti, y conseguirlo, logrará que mejore tu Autoestima y que te sientas muy satisfecho de ti mismo, muy digno, y que se implante en ti un halo de paz que manifieste tu nuevo estado.
Este es un asunto al que conviene dedicarle atención y preponderancia y no aplazarlo más.
Tú decides.
Te dejo con tus reflexiones…
(Si te ha gustado, ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias)
SEXTA SESIÓN DE INGENIERÍA AVANZADAHoy continuaremos con la Teoría de la Supra conciencia que, muchos seguramente han escuchado.¿A que le llamamos Supra conciencia? Podríamos definir como un estado de conocimiento superior en donde tenemos la información suficiente y más completa de lo usual.Luego entonces se manejaría que teniendo un cúmulo de conocimiento solo una parte es funcional o detectada.De ahí viene la información guardada en nuestros genes o en nuestro ADN, ¿Pero si tengo un determinado conocimiento o concepto de las cosas que pasa con lo demás que ha existido o existe y que no consideramos?La información ahí esta pero no la reconocemos, no obstante, hay personas o seres que pueden percibirla y pueden contar con esa información adicional o complementaria, desafortunadamente cuando pasa esto observas que lo común no tiene mucho sentido por lo que regresas al estado normal en donde perteneces a un mundo de gentes o a un sistema ya establecido sin salir por el momento de lo habitual.Cuando esto logra salir o logrará a ser común, será un nuevo horizonte para el hombre.Existen otros proyectos los cuales se dan a conocer en el libro y otras Teorías importantes, pero esto lo dejaremos para el segundo curso de Ingeniería Avanzada para analizarlos uno por uno, comentándoles que ya se esta publicando artículos sobre estos temas en revistas de ciencias y conocimiento, que está la puerta las entrevistas y las conferencias también.De esto platicaremos en los comunicados posteriores.Virginia Bello
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Publicado por MAYA el 14 de Junio de 2016 a las 11:49
Una cataplasma es una preparación pastosa a base de plantas para aplicar sobre la piel. La planta con la que prepare la cataplasma puede estar molida, picada o mezclada con otras plantas o sustancias (arcilla, harina de lino...), pero también se pueden hacer cataplasmas de frutas, algas, verduras…
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Pueden ser aplicadas en caliente o en frío y se pueden diluir con agua, vino, alcohol o grasa, o cocerse para obtener la consistencia deseada. Por lo general después se envuelven con un paño para mantenerlas compactas y protegerlas. .
La arcilla, reina de las cataplasmas
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Blanca, gris o verde, la arcilla es una tierra de una riqueza increíble. La degradación de los distintos suelos, rocas o tierras por efecto del clima (viento, sol, lluvia…) da lugar a distintos tipos de arcillas, que adquieren diferentes tonalidades. Cada una de ellas contiene una composición mineral y de oligoelementos que le confiere unas propiedades terapéuticas específicas, algo que ya sabían nuestros antepasados.
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Así, diferentes civilizaciones han curado desde siempre con arcilla y barro. Todavía hoy ciertas tribus viven con el cuerpo totalmente cubierto de barro y no es ningún secreto que los baños de lodo son buenos contra la artritis reumatoide, el reumatismo y diversas afecciones cutáneas, como por ejemplo la psoriasis.
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La arcilla aplicada sobre la piel ofrece efectos beneficiosos de lo más variados pero, aunque parezca increíble, también puede comerse o beberse diluida en agua si la afección que queremos tratar es interna.
Así, con una solución digerible podemos tratar una zona que no podríamos alcanzar con una cataplasma habitual (sobre la piel), como por ejemplo una inflamación en el tubo digestivo (úlceras, colitis, diarreas...). Usted sólo tiene que beberla y ella comenzará a actuar inmediatamente directamente sobre la zona dañada, mejorando su bienestar.
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En cataplasma externa, aplicada sobre la piel, la arcilla se utiliza para combatir todo tipo de inflamaciones, infecciones, congestiones, contusiones, cicatrices, heridas y quemaduras. A continuación va a descubrir algunos ejemplos de cataplasmas que puede usar según la afección que necesite tratar y cómo prepararlas.
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¡Ojo! No reutilice jamás la arcilla que ya ha usado para hacer una cataplasma. .
La clásica: cataplasma de arcillla y cola de caballo para los esguinces
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Una cataplasma de arcilla y de cola de caballo puede ser de mucha ayuda contra un esguince: la arcilla absorbe las toxinas y la inflamación, mientras que la cola de caballo permite drenar y remineralizar. .
Poner la cola de caballo en agua en cocción a fuego lento para obtener una decocción (tisana concentrada). La cola de caballo se encuentra en humedales, jardines, terrenos baldíos, bosques…. pero también se puede comprar en herboristerías. También es conocida como “cola de zorro”.
Apagar, cubrir y dejar en infusión 10 minutos más.
Utilizar esta decocción para formar una pasta con arcilla verde en polvo.
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Aplicar sobre el esguince y colocar una gasa para sujetar la arcilla hasta que seque del todo.
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Repetir 1 ó 2 veces al día.
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Contra la bronquitis: cataplasma de col cocida
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Quítele los nervios a las hojas verdes y cocidas de la col y aplástelas con un rodillo para extraerles todo el jugo. Inmediatamente, aplique sobre el pecho todas las hojas, colocadas unas sobre otras. Envuelva el cuerpo con una manta caliente y permanezca sentado en un sillón un par de horas. Cuanto más tiempo lo mantenga, más efecto tendrá. .
Cataplasma fría para las quemaduras y las heridas
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Se trata de una cataplasma de arcilla verde, aceite de hígado de bacalao y miel (1 cucharadita de cada uno) y aceite esencial de lavanda fina (8 gotas).
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El aceite esencial de lavanda fina puede ser aplicado en su forma pura sobre una herida abierta o sobre una quemadura de segundo grado. Es uno de los pocos aceites esenciales que se pueden utilizar para tratar daños de ese tipo.
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La consistencia de esta cataplasma debe permitirle permanecer sujeta a la herida, pero sin pegarse demasiado. El aceite es lo que evitará que la arcilla se seque. Se coloca una gasa encima y se sujeta con la mano entre 20 y 30 minutos. Repetir 2 ó 3 veces al día, hasta que cicatrice.
A base de cebolla: cataplasma para combatir el dolor de garganta
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Cortar en juliana dos cebollas grandes y rehogarlas con aceite de oliva en una sartén. El calor potenciará las propiedades de la cebolla, que es drenante, purificante, desinfectante, antiinflamatoria y expectorante.
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Se esparce la cebolla rehogada aún caliente (¡pero que no queme!) a lo largo de un paño de 50 cm de largo y se enrolla para hacer una cinta. Se coloca enseguida alrededor del cuello (sin que moleste), y se mantiene durante 15 minutos, hasta que se calme el dolor de garganta. .
Un linimento para el cuidado del bebé
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El linimento era en su origen una mezcla de aceite y harina de lino, de ahí su nombre. Sin embargo, hoy en día utilizamos ese término para todo tipo de cataplasmas a base de aceite, grasa o manteca mezcladas con otras sustancias que se aplican sobre la piel.
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El más conocido es el linimento oleo-calcáreo. Sirve para limpiar los glúteos de los niños, evitando alergias o eritemas (rojeces). Además, permite hidratar las zonas con eccema y si se aplica sobre las costras lácteas (zonas afectadas por la dermatitis seborreica en los lactantes) éstas se despegan más fácilmente.
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Este linimento es una mezcla de aceite de oliva y agua de cal (solución saturada de hidróxido de calcio) en cantidades equivalentes.
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El agua de cal se obtiene calentando un trozo de tiza con una llama. El polvo obtenido se diluye en agua y después se filtra la mezcla, ayudándose por ejemplo con un filtro de café. También se puede comprar por encargo en una farmacia.
Para fabricar el linimento, basta con mezclar el aceite de oliva y el agua de cal con una batidora.
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También puede añadir al linimento unas gotas de aceite esencial de lavanda para perfumarlo. Para espesarlo y estabilizarlo, se pueden derretir previamente unos gramos de cera de abeja en el aceite de oliva al baño maría.
. El linimento se aplica con un algodón o una tela. Permite restablecer el pH natural de la piel y el aceite ayuda a proteger la piel del bebé del efecto de la orina retenida en el pañal. .
Un universo de sabiduría
Hay recetas de cataplasmas que dan muy buenos resultados y han pervivido a lo largo de los años gracias a que han demostrado esa eficacia una y otra vez. Pero es evidente que por el camino se ha perdido, inevitablemente, un inmenso saber. Esto es una verdadera pena, ya que los efectos de una buena cataplasma pueden ser espectaculares.
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Las de arcilla, miel y cera de abeja pueden tratar las úlceras varicosas más avanzadas y profundas, de difícil tratamiento con la medicina tradicional, al igual que las cataplasmas de col, de una eficacia increíble (¡que ya conocían los griegos y los romanos!).
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Antes de tomar medicamentos o aplicar cremas que contengan componentes agresivos, verifique siempre con expertos acreditados si no existe una cataplasma que pueda servir como solución a su problema. ¡Una búsqueda rápida no cuesta nada! .
El arte de la curación a través de las plantas
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Las cataplasmas son solo una de las posibilidades de aprovechar los increíbles beneficios de las plantas sobre nuestra salud. ¿Sabía que una infusión de Eschscholzia califórnica es un excelente inductor del sueño? ¿O que el harpagofito es una planta de Sudáfrica eficaz para tratar los dolores de las articulaciones, los lumbares y las tendinitis? No se pierda ninguno de los secretos de los remedios a base de plantas medicinales haciendo clic en este enlace.
Estamos equivocados cuando pensamos que podremos ayudar a nuestros hijos, a los hermanos, a los padres, a las parejas o a los compañeros a resolver sus propios duelos.
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Nadie puede hacer nada por nadie. Tenemos que hacerlo nosotros. Las tareas, el trabajo, el recorrido…siempre es nuestro. Y si no lo fuese, en realidad no aprenderíamos.
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Los ejemplos enseñan, los modos enseñan, las maneras, el lenguaje no verbal; todo enseña y nada, a la vez logra la enseñanza definitiva.
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Lo que de verdad enseña es la experiencia propia. Sufrirlo en ti. Cuando sucede así, entonces integramos lo aprendido y no se nos olvida jamás porque al volver a recordarlo irán asociados un montón de sentimientos, emociones, dolores o sin sabores con ello.
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Vemos este breve y sugerente cuento.
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Se dice que un maestro sufí contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma.
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-Maestro -lo encaró uno de ellos una tarde- tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado…
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-Pido perdón por eso -se disculpó el maestro-, permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
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-Gracias maestro -respondió halagado el discípulo.
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-Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?
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-Sí, muchas gracias -dijo el alumno.
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-¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?
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-Me encantaría…, pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro…
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-No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte… Permíteme que también te lo mastique antes de dártelo…
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-No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! -se quejó sorprendido el discípulo. El maestro hizo una pausa y dijo:
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-Si yo les explicara el sentido de cada cuento, sería como darles a comer una fruta masticada..
En mi opinión, la mayoría de las personas simplemente vamos pasando por la vida, o dejamos que la vida pase sin nosotros, pero no somos conscientes de lo excepcional que realmente es la vida –y en muchas ocasiones, ni siquiera somos conscientes de que estamos viviendo-, del sentido o sinsentido que está teniendo nuestra vida, ni del significado que le queremos dar, o de lo que hacemos o queremos hacer en ella o con ella.
En la mayoría de los casos, las cosas que le van pasando a nuestra vida nos distraen y perdemos de vista la globalidad. Nos centramos en los placeres inmediatos y el modo de conseguirlos, o nos distraemos con la resolución de problemas que nosotros mismos provocamos o nos encargamos de engordarlos y magnificarlos innecesariamente, o nos centramos en los aconteceres diarios dejando para más adelante -para un “más adelante” del que parece que se rehúye porque se aplaza continuamente-, en vez de ocuparnos con atención y profundidad en nuestra vida en presente.
Eso que llamamos “vivir” se convierte en “dejar que la vida pase”, y “la vida” acaba siendo ese pasar continuo del tiempo mientras uno está sin estar.
Así, vivir se convierte en un evitar todos los conflictos que se pueda, en procurar seguir adelante como sea, en creer que somos conscientes de nosotros, en rendirnos una vez tras otra sin oposición… pero sin saber hacia dónde queremos ir.
Y eso no es VIVIR. Eso es respirar o es no estar muertos. Pero sin auténtica VIDA.
Procuramos llenar el tiempo de vida con cosas agradables, bonitas, placenteras, cariñosas, y eso está bien. Lo aplaudo. Creo que es lo correcto. Hay que fomentarlo.
Pero creo que no hay que olvidarse del resto del tiempo. De ese tiempo que se consume en la indolencia, en el despiste, dejándola ir sin extraerle el jugo, no siendo conscientes de unas ideas primordiales que no debieran desaparecer del pensamiento:
Ser conscientes. (Prestar atención) Soy yo. (Y estoy vivo) Disfrutar. (Sin perjudicar a otros con ello) Amar y ser amado. Ser generoso. (En atención y dedicación, en cuidado y cariño) Ser intenso. VIVIR
Todo lo que acabes de ver puede ser leído y olvidado en el mismo instante, o puede ser motivo del comienzo de una reflexión detenida y profunda. Tan profunda que puede marcar el principio de una nueva y plena etapa en tu vida.
La vida, para que le resulte satisfactoria a nuestra alma, para que se produzca esa paz que sólo nace de la sensación del deber bien hecho y de las propensiones espirituales de los humanos cumplidas, requiere un propósito.
Propósito que, en mi opinión, no aportan ni el porvenir, ni el destino, ni la casualidad, ni los otros, ni la indolencia, sino que parte de la escucha activada, atenta y continuada, de la conciencia, que es quien mejor puede dirigir el sentido de la vida.
A algunas personas le resulta más fácil de entender esto si se imaginan que de nosotros mismos nacen dos tipos de deseos básicos: uno mundano basado en los placeres –que podría ser una propuesta del ego- y otro más profundo, más trascendental, más cierto –que podría ser la propuesta del Ser Interior, la petición lícita del espíritu.
Aunque no se piense en ello, aunque el ego no lo quiera reconocer, aunque uno no le preste atención, en nuestro interior vive, con intensidad, un sentido de trascendencia. Algo que nos hace comprobar que la verdadera conformidad está en la realización de cosas grandes que son más satisfactorias que los placeres inmediatos.
Esas “cosas” son personales, no son iguales para todos, aunque hay algunas que sí son, más o menos, generalizadas.
La generosidad o la caridad, por ejemplo. Generosidad o caridad económica, o de tiempo, para el otro, o de atención y ocupación.
Los gestos de amor. Gestos hacia los otros o hacia uno mismo. (Y eso no tiene nada que ver con complacerse con caprichos como ropa o perfumes, teléfonos o coches).
Está bien recordar y ser conscientes de que hay caprichos que son para el ego o para el cuerpo humano –que es uno mismo, no hay que olvidarlo ni menospreciarlo, quien los disfruta- y hay unas necesidades que cubrir que son del alma.
La pregunta del título se va a escuchar en más de una ocasión, porque es una pregunta que se repite en nuestro interior continuamente, como recordatorio de que la vida tiene un sentido y hay que encontrar ese sentido; aunque hagamos oídos sordos, la pregunta se repite como si fuera un eco infinito.
Generalmente no le prestamos atención porque nos parece un ruido de fondo al que uno se llega a acostumbrar, pero, de pronto, un acontecimiento grave se presenta en nuestra vida y nos hace prestarle atención.
¡Dios mío!, ¡Qué he hecho de mi vida! Y esta pregunta suena a algo ya insalvable, dramático, y que no tiene solución ni remedio.
¿Qué estoy haciendo con mi vida?, en cambio, y sin necesidad de que lleve un tono de reproche, sino un tono cariñoso de interés y deseo de mejoramiento y de encauzarla en el modo deseado, es una pregunta más apropiada si se tiene la delicadeza de hacérsela a menudo. A menudo puede ser para unos ponerse la “tarea” de dedicar todos los domingos media hora a encontrar o actualizar respuestas, y para otros puede ser tener puesto un aviso que ante cualquier mínima señal les ponga en activo, y que una fotografía hecha en un país en guerra, o la de un niño llorando, o el mensaje de un anuncio en televisión, o una frase que alguien dice, o una mirada que alguien nos devuelve, cualquiera de esas cosas u otras tengan permiso para llegar hasta nuestro corazón y despierten nuestra sensibilidad y dé voz a ese espíritu que es más nosotros mismos que nosotros mismos, y conoce, mejor que nosotros, qué es lo que verdaderamente queremos y cuál es el Camino en nuestro caminar.
Sólo tienes que escucharte. De verdad.
Te dejo con tus reflexiones…
(Y si te ha gustado ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias)
LOS PROBLEMAS SE RESUELVEN MEJOR SALIÉNDOSE DE LOS PROBLEMAS
En mi opinión, conviene recordar y respetar algunas normas cuando uno se halla inmerso en un problema y quiere resolverlo.
Estar dentro un problema consigue que abandonemos algunas de las condiciones que son imprescindibles para encontrar la mejor solución y encontrarla del mejor modo posible.
Una de esas condiciones es que hay que salir del problema para ver objetivamente el problema. Si lo que nos está pasando a nosotros le ocurriera a otra persona, y nos lo contara para que le aportáramos una solución, lo podríamos hacer bien porque al no estar implicados ni personal ni emocionalmente mantendríamos la capacidad objetiva y no lo haríamos desde la subjetiva.
O sea, que si uno se queda dentro del problema no verá las soluciones fácilmente porque la turbulencia de sus pensamientos y el agobio de su mente pierden la capacidad de actuar imparcialmente, y entonces lo hará desde la tensión y el agobio, desde el miedo y la preocupación, afectado por sus eternas dudas, desde la ansiedad que provoca el temor a no acertar y a equivocarse –que son dos cosas distintas-, y con una desazón lacerante adelantada y pre-ocupada por el resultado de la respuesta que se encuentre o que no aparece.
Se requiere una sangre fría especial para no perder la objetividad y la imparcialidad en esos momentos que es, precisamente, cuando más se necesitan. O se requiere la cordura suficiente para darse cuenta de que lo mejor que uno puede hacer por sí mismo cuando está revisando un problema propio es verlo y sentirlo como si fuera ajeno.
Salirse de él.
Permanecer impasible. (Aunque parezca imposible, se puede hacer)
Mantenerse en un estado en el que no aflore una euforia falsa ni un pesimismo que se ha precipitado en aparecer, ya que es en esos momentos, los de euforia y los de pesimismo, cuando no hay que tomar decisiones ya que en ambos casos estarán influenciadas o exaltadas por un estado que no es auténtico y equilibrado, sino que es extremo.
La euforia es una sensación exagerada que no está adecuada a la realidad y el pesimismo es una propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable. Cada una de las cosas está en uno de los extremos del punto de equilibrio. Las cosas no son tan rosas como las pinta una ni tan negras como las pinta el otro.
Conviene poder razonar, aunque el hecho de poder razonar un problema no implica que se pueda resolver.
Y conviene ser capaz de ir aparcando las soluciones que vayan apareciendo –apuntándolas para que no se olviden- de modo que quede un espacio mental para que puedan seguir apareciendo otras, ya que otras que vengan pueden ser mejor que las anteriores.
Conviene no anclarse en la primera que aparezca, y no conformarse con ella creyendo que es la mejor porque eso puede ser un síntoma de pereza en continuar con la búsqueda.
Es recomendable en estos casos usar una técnica que utilizan los creativos que denominan “Tormenta de ideas” o “Lluvia de ideas” (Brainstorming), y consiste en ir diciendo todas las cosas que se ocurran sin racionalizarlas mucho, sino que se “piensa” rápida y espontáneamente, que es como si no se pensara, como si no se dejara que la mente –con sus costumbres y sus condicionamientos- interviniera, como si se permitiera a la intuición manifestarse, como si se eliminaran de este modo todas las respuestas rutinarias e inconscientes que se tienen preparadas.
Parece difícil para algunas personas que están dominadas por su mente y son esclavas de ella, pero no lo es tanto. Interesa aprender a hacerlo. Verlo desde fuera y ajeno. Durante un tiempo el problema no es el problema propio, sino que es el problema de otra persona, en el que no estamos implicados, al que podemos mirar sin miedo, de frente, sin sentirnos subyugados por su influencia, y entonces comprobamos que el problema pierde su poder amenazante, ya no nos puede hacer daño, no tenemos que sobrecogernos ante su presencia ni sentirnos atacados, y eso nos da la libertad de poder mostrarnos superiores a él y con capacidad de dominarle y encontrar la solución que lo desbarate.
Cuando hay que afrontar un problema conviene no estancarse en la creencia de que no se va a poder solucionar porque no aparece la respuesta y conviene no aplazarlo continuamente esperando siempre un momento de “lucidez” que no llega ni llegará, pero también conviene no precipitarse y tomar la primera solución que aparezca o la que más nos seduzca solamente por no tener que seguir en esa tensión que siempre producen los problemas.
Los problemas –de todos los calibres posibles- nos van acompañar a lo largo de toda nuestra vida. La vida puede que sea un continuo resolver problemas. Así que conviene saber y aceptar que forman parte de nuestra estancia en este mundo, y conviene por tanto prepararse para saber cómo afrontarlos y no verlos como enemigos sino como circunstancias. Así se les despoja del drama. Y desdramatizar los problemas es un grandísimo paso para estar en condiciones óptimas de afrontarlos.
(Durante todo el artículo he escrito “problemas” porque la mayoría de personas los llama de ese modo. Yo los llamo “asuntos pendientes de resolver” y de ese modo pierden el poder negativo que le adjudicamos a la palabra “problema” que simplemente al escucharla nos pone en una situación de indefensión y temor. Te invito a que pruebes a no usar la palabra “problema”)
Sin miedo. Adelante. Con las sugerencias de este artículo o del modo que consideres apropiado, pero de frente y a por ellos.
Publicado por MAYA el 11 de Junio de 2016 a las 20:18
"¿Conoces el propósito de tu existencia?. ¿En qué ciclo se encuentra tu alma?. ¿Sabes quién eres y hacia dónde te diriges?
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EnLos Ciclos del Alma, Sharon M. Koenig, nos comparteEl Proceso de Conexión, una poderosa guía que describe de manera simple, los pasos definitivos para restablecer nuestra conexión con la Divinidad y lograr así, vivir nuestro verdadero propósito.
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La integración con la esencia divina es el anhelado regreso al hogar, el lugar donde todas las preguntas obtienen respuesta y la vida fluye en armonía; el reino de la paz interior, la prosperidad y el propósito.
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Este libro ayuda a despejar el camino para conocerse a sí mismo y no dejarse engañar por las falsas apariencias y por las fuerzas del ego.
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«La paz interior es la serenidad en medio de la tormenta; es no tener que agitarse por nada exterior. Significa vivir en la certeza de que más allá de los resultados, Él siempre está a cargo.La paz interior sólo se consigue en la conexión con la Divinidad».
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«El libro de Sharon M. Koenig es un magnífico recordatorio de quiénes somos y por qué estamos aquí. Tan sólo la lectura de sus palabras ya es un dulce despertar.».-Marianne Williamson, autora del bestseller del New York Times Volver al amor.
Sharon M. Koenignació en Puerto Rico, en 1962. Escritora e impulsora de proyectos filantrópicos, es una mujer integral que, paralelamente a sus roles en los negocios y como madre, ha contribuido durante mucho tiempo a la evolución espiritual del ser humano. Sus palabras y sus escritos son el resultado de intensas vivencias personales y de años de estudios con eminentes sabios de diferentes culturas. Hoy en día, la misión que más la define es, sin duda, la de agente de cambio, una mujer-mensajera que se dedica a compartir sus conocimientos con los demás para alcanzar el enriquecimiento de la conciencia colectiva.