Has de saber que todo lo que se aprecia se bendice, y esto ya constituye por sí mismo una afirmación poderosa que genera abundancia en tu vida_ y esto es así porque surge de la convicción de saberse poseedor de un bien que en la medida que se aprecia este se multiplica_ © Ari Shemoth
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Muchas veces nos hemos preguntado si realmente existe el karma, el destino o la predestinación para vivir algo, existen diversas opiniones al respecto, no obstante quiero destacar que fue a través de la psicología clínica, como se descubrió la presencia de la causalidad psicológica mediante el seguimiento que se hacía a los pacientes que padecían de algún tipo de desorden mental o de conducta. Surgió entonces la psicología transgeneracional para validar con el trabajo de diversos psiquiatras, que existe el síndrome de la repetición de algo que está pendiente por resolverse a nivel emocional. En tanto no se atienda esta situación, existe el potencial para que sea transmitido a las nuevas generaciones, pudiendo incluso afectar sus vidas dramáticamente.
Freud le llamaba compulsión repetitiva. Actualmente se le asocia con el concepto de la memoria celular, o el de los ciclos biológicos memorizados en el ámbito de la biodescodificación biológica o de registros emocionales en la psicoterapia transgeneracional.
La tendencia a equivocarse siempre en la misma dirección, la elección de objetos amorosos inadecuados, la tendencia compulsiva al fracaso o la ruina, la adicción al trauma, los hábitos nocivos, la tendencia a hacer algo a sabiendas que nos perjudica, solo son algunos de los representantes conductuales o de registros emocionales inconscientes que nos provocan la compulsión repetitiva. De alguna manera, cualquiera de nosotros hemos sido testigos o tenido la experiencia de este misterio psicológico de la repetición.
Tenemos varias frases que confirman esta situación… “La historia se repite”… “Es mi karma”… “Es mi destino”… “Así soy, así naci”… “No puedo evitarlo, que quieres que haga”… “Es una fuerza más grande que yo”… “No entiendo porque siempre me sucede esto a mi”… Es la voluntad de dios”… Etc.
Para que tú puedas hacerte más consciente de toda esta carga emocional inconsciente que te está afectando de diversas formas, y que también está determinando tu destino en tanto no la hagas consciente... Te invito a considerar la posibilidad de ordenar un… “Estudio de Psicoastrología Transgeneracional”... Es una herramienta poderosa para acceder al mundo del inconsciente familiar y descubrir cómo estamos vinculados a experiencias de pasadas de nuestros ancestros o progenitores.
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Por increíble que te parezca, esto está codificado en tu carta natal y árbol familiar. Estos recursos nos brindan claves para entender tu presente. La constelación familiar que se te hace, tiene que ver con realizar una introspección de tu persona para ver como estas situada con respecto a las raíces familiares y cuál fue la herencia transgeneracional que se te transmitió, misma que se convertirá en una misión de vida o karma por trabajar. Hablo de que todos estamos impregnados de un sentido reparador inconsciente que nos hace propensos para asumir ciertas características y tendencias, para tener determinados encuentros y experiencias. No existe el azar sino la causalidad.
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Las respuestas que buscas para resolver algún conflicto presente, se encuentran en el inconsciente, es decir, en la comprensión de la dinámica de tu árbol familiar y la energía de tu niño interior.
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© Ari Shemoth
Existe un mal entendido, en cuanto al creer que por empatizar o sintonizar con las necesidades o cargas de otros, esto nos volverá más amorosos y comprensivos. Pongámoslo de esta forma, nadie se baña en un estanque con agua sucia. Por tanto un acto de amor consistirá en sacar a otro del pozo en donde se está ahogando, para ello es importante no caer en el mismo, mantenerse firme en la energía de la autoestima.
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Es desde la propia afirmación, la forma más recomendable e inteligente para mostrar a otros el camino para que aprecien su propio valor y riqueza, para que alcancen su madurez y plenitud.
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Desde la carencia y la codependencia, desde las cargas y la necesidad, solo estamos expandiendo las energías que nos hunden en el drama y la victimización. Nuestra alma enfermará por el virus psíquico “del pobrecito de mí, pobrecito de ti”. Vivimos en la autonegación y el rechazo hacia la vida. Por tanto estaremos predispuestos a empatizar con nuestra propia realidad interior, nos identificaremos con las cargas de otros y los trataremos de salvar, proyectando así la necesidad por ser salvados de nuestras propias cargas y carencias.
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Cuando asistimos a otros desde la propia carencia, estamos reparando a nivel inconsciente. No avanzamos, no liberamos, no resolvemos, solo expandimos el propio drama sin darnos cuenta. Te recomiendo por tanto moverte hacia la energía de la autoafirmación y la asertividad. Aquí encontrarás la guía para inspirar a otros y asi soltar las cargas que se hayan autoimpuesto. Cuando se recupera la libertad interior surge la alegría por vivir.
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Si eres libre por dentro, sabrás que hacer por fuera. Como conducirte, que soltar, que devolver o que apartar de tu vida. No te confundas. La consciencia va de la mano con el amor y la libertad.
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El aprecio por tu vida y la libertad son dones que solo te puedes brindar a ti misma(o) - Nadie te los puede otorgar. Si provienen de afuera, estos crearán una sutil codependencia que se convertirá en apego con el tiempo, te hallarás dentro de una disfunción psíquica que se traducirá en miedo por perder algo.
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© Ari Shemoth