Muchas veces los animales constituyen verdaderos ejemplos de comportamiento para el ser humano. Su lealtad, sentido del sacrificio, valoración de la amistad y el cariño que ofrecen a los demás son dignos de admiración
Solemos pensar que los seres humanos somos diferentes de los animales y creemos que nosotros somos los encargados de enseñarles a ellos… ¡Pero también es al revés! Las lecciones que podemos aprender de las mascotas y de cualquier especie en general son realmente muy valiosas.
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Quizás tengas un perro o gato en casa y te sea más simple comprender qué cosas te puede enseñar. Sin embargo, en el reino animal hay muchos aprendizajes “escondidos”. ¿Te gustaría saber cuáles son? Vacas, hámsters, gansos y salmones son sólo algunos de los maestros estrella de este artículo.
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Los animales más cercanos: los perros
Los perros son los animales más cercanos que tenemos. Podemos sacar mucho provecho de las actitudes o formas de vivir que tienen y que manifiestan en el día a día. Además, son los llamados “animales de compañía” por excelencia.
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En primer lugar, los perros nos enseñan lo que es la lealtad y el compañerismo. Los perros no se separan de sus dueños ni por un instante. Para ellos existe un único amo y lo siguen incondicionalmente. Seguramente has experimentado esto al llegar a casa y que tu mejor amigo te esté esperando detrás de la puerta moviendo la cola.
Siempre estará disponible para ti, no importa si está cansado o la hora que sea. Si te quedas hasta tarde estudiando o trabajando, lo tendrás rondando tus pies. Si estás enfermo se colocarán al lado de la cama y si estás mirando televisión se acostará a tus pies.
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Además, pareciera que los perros entienden las emociones sin usar las palabras. Es como si tuvieran una empatía natural hacia las personas. Si te encuentras triste, o quieres compartir un momento de felicidad, uno de los animales más agradecidos con los que poder compartirlo es, sin duda, el perro.
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Gansos: los animales sabios
Si necesitas el ánimo para trabajar en equipo no dudes en prestar atención al sistema que tienen estas aves que vuelan en bandadas hasta llegar a destino. Para empezar, su forma de vuelo es de una “V” porque de esa manera la resistencia al viento es menor y deben hacer menos esfuerzo para ir más lejos.
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Cuando un ganso deja su lugar en la formación inmediatamente regresa al grupo porque se da cuenta de que no puede volar solo. El ejemplar que va en la delantera es el primero en cansarse porque es el que recibe todo el viento de frente y además el que se encarga de guiar a los demás. En el momento en que sus fuerzas ya no lo ayudan, pasa al último puesto y el segundo toma su sitio. Ninguno discute ni se excusa, simplemente siguen el orden establecido.
Los que están más atrás emiten sonidos mientras vuelan para alentar a los de adelante y si alguno se enferma o se encuentra herido lo llevan entre dos compañeros hasta un lugar seguro, esperan a que se recupere y vuelven a la formación.
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Los gansos nos enseñan la importancia que tienen las personas que están a nuestro alrededor. Ya sea en la familia, en el grupo de amigos o con los compañeros de trabajo. Una red fuerte de seres queridos nos permite avanzar juntos y a pasos más agigantados.
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La superación de las vacas
Muchas veces el cerebro te dice “basta” cuando quieres aprender o leer algo. Sin embargo, una vez que vences ese obstáculo inicial y añades nuevos conocimientos te invade una sensación de satisfacción. Es como saborear el logro una vez que lo hemos conseguido.
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En el caso de las vacas está comprobado que se emocionan cuando pueden lograr algo. Al mejorar cierta tarea o hacer algo nuevo, el ritmo cardíaco aumenta y sus movimientos son más rápidos. Es como si al terminar una cosa que era difícil dijeran para sus adentros “¡Lo he conseguido!”. Pues entonces, tomemos como ejemplo a las vacas y emocionémonos cada vez que consigamos algo.
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La victoria en una dura batalla o llegar a la meta del camino, se merece que lo celebremos y reconozcamos nuestro esfuerzo.
La amistad de las ovejas y los delfines
Si pensabas que la relación con tu mejor amigo era la más fuerte y duradera del mundo… ¡es porque no conoces cómo viven las ovejas y los delfines con sus colegas!
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Los delfines y las ovejas tienen un gran sentido de la amistad y lo demuestran continuamente. Incluso están dispuestos a sufrir o morir por un amigo. En las actividades cotidianas no permiten que si el otro está cansado o lastimado trabaje, le proporcionan comida y lo resguardan de los predadores y peligros.
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Algunos amigos animales permanecen juntos durante muchos años. Los cetáceos son una buena lección de amistad sin dudas (por ello el delfín es el símbolo empleado para las amistades verdaderas). Y un dato llamativo… ¡las ballenas jorobadas se reúnen con sus amigas cuando comienza el verano!
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El altruismo de los chimpancés
Seguro recuerdas la famosa e increíble historia de “Tarzán”. Ese bebé que fue rescatado por una simio al encontrarlo en la cuna luego de que sus padres muriesen asesinados en la selva.
Más allá de la ficción lo cierto es que los primates tienen una gran capacidad altruista, es decir, de dar sin importar qué ni a quién. Por ejemplo pueden ayudar a un compañero que tiene miedo, criar un bebé cuya madre ha muerto, quedarse al lado de los heridos e incluso mostrar compasión por los que sufren o están a punto de morir.
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Frases que nos dirían los animales
Para terminar, presta atención a estas líneas motivadoras que podrían sin problemas decirte los animales (si pudieran hablar) y te ayudarían a crecer tanto personal como socialmente:
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- “No te rindas fácilmente” (el salmón)
- “Ejercita a diario” (el hámster)
- “Toma más siestas” (el gato)
- “Trabaja arduamente” (la hormiga)
- “No juzgues ni discrimines” (el perro)
- “Cuida a tus hijos hasta que puedan valerse por si mismos” (el pájaro)
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En conclusión, pareciera que los animales cumplen sobradamente con la máxima de “dejar que los hechos hablen por ti”. Poco quieren, poco piden, pero mucho ofrecen. Sin duda, los animales son un bonito ejemplo para todos los seres humanos (Abellán, R. M., 2008)
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Fuente: La Mente es Maravillosa