confianza (6)
SE REQUIERE DE CORAJE Y PLENA CONVICCIÓN DE FE… CONFIANZA EN EL PLAN PARA TU VIDA… Micael de Nebadon
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Se requiere de coraje y plena convicción de fe… confianza en el Plan para tu vida… recibir Mi Instrucción… aprender a crecer sólo por ti mismo… sin buscar intereses humanos mal cualificados ni consumismo egoísta… el consumismo de usar mal y tomando palabras de otro y utilizarlas para su propia vanidad y glorificación. Incluso llegando tan lejos, que ponen su propia firma sobre Mis Palabras.
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Yo te dijo… usa todas las cosas para Glorificar a Dios y a Su Protocolo Entregado a los Universos.
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Dale a Él… apoya Su Camino y Verdad en lugar de intentar algo imposible y arrogante… que es el de tomar de otros, con el fin de impulsar tu propia pequeña individualidad… tu posición social en la vida… demostrando a otros lo mucho que aparentas saber. Esta estrategia de tomar es equivocada y será tu caída y tu autodestructivo colapso.
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Porque los errores de mala percepción y mala actuación humana, es la manera de los caídos… la hermandad caída que sirven a la oscuridad con su ignorancia.
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Los intentos rebeldes del egoísmo están en violenta oposición con el Impulso Uno y el Flujo Divino de la Vida Iniciática del Padre, que busca establecer Orden y Armonía en todas partes.
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Micael de Nebadon
Fundación Micael de Nebadon
https://www.facebook.com/christmichaelandnebadonia/photos/a.9305860...
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Fuente: Método Pompenides
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Infinita Gratitud a Ivan Vilches “Holocosmic” por crear la música especialmente para estas meditaciones!
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ENVIADOS POR CLAUDIA
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Confianza%20tota%20-%20Veronica%20de%20Andres2.pdf
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Desafiando%20imposibles%20con%20el%20me%20-%20Veronica%20de%20Andres3.pdf
Cuento del Hada de la Confianza
Estar allí no es algo que hubiera planeado pues ella se hallaba en un momento desorientación y rendición personal en el que todo lo que ella había deseado controlar y preveer se había derrumbado como un castillo de naipes.
Sin embargo, hacía tiempo que ella pedía desesperadamente guía interior entre lágrimas y sollozos. Alguien la escuchó y en sus sueños se le proveyó de las instrucciones necesarias para acceder al Corazón del Bosque, el cual había inspirado múltiples leyendas.
No se trataba de un bosque convencional, sino más bien se hallaba ante el espejo de su alma. Su alma reflejaba sufrimiento, resistencia y pérdida.
Y eso era lo que el Corazón del Bosque le devolvía en cada paso.
Ella todavía se sentía peor.
Un gnomo se cruzó en su camino y ella se asustó.
Así que el gnomo se desvaneció pero penetró en el corazón de la joven en forma
de voz interior y le susurró:
-Puedes dejar atrás tu tristeza. No te sientas mal por entregarte por completo al ritmo vital de la vida.
La vida es como una madre amorosa que empuja cada paso en nuestro deambular por la existencia.
A eso se le llama fluir, la base de la existencia en sí misma.
Simplemente, sigue el ritmo natural y espontáneo que percibes.
La naturaleza te mostrará los pasos, si aprendes a escuchar y a confiar en tu instinto.
A la chica esto le pareció una bobada pues estaba acostumbrada estar siempre a
la defensiva y a seguir los dictados de su ego controlador y déspota.
Sin embargo, ella no era consciente de nada de eso pues actuar como siempre lo había hecho, le parecía de lo más natural.
A ella nunca se le solía escapar un solo detalle. Para ella, la imaginación y la intuición era cosa de hechiceros y de cuentos de hadas.
Pero ahora ahora había dejado de creer en todo lo que la había llevado hasta allí pues todo le había fallado.
Si hacía lo que le había aconsejado el gnomo: ¿qué podía perder?
Sin embargo, ella no sabía escuchar, más bien prefería que la escucharan a ella.
Pero en el Corazón del Bosque no veía a nadie más que a ella misma, así que, como allí no había nadie que la escuchara, no le quedaba más remedio que escuchar el entorno del bosque.
Al abrir su mente, el Corazón del Bosque se transformó en una bóveda recubierta de flores y de perlas tras las cuales aparecieron tres hadas.
Cada una de ellas sostenía una cajita.
Le pidieron a la joven, que eligiera a una de ellas.
La joven eligió el Hada que sostenía la cajita del centro y
la abrió.
Su elección determinaba lo que su corazón necesitaba en ese preciso instante.
Del interior de la cajita emergió la confianza.
La cajita era sostenida por el Hada de la confianza.
Es el Hada que rige los procesos de la vida pero no de la vida que hemos
planeado sino la que realmente nos pide el corazón, aquella que nos espera,
pero sólo si mantenemos nuestros brazos abiertos.
Porque si no es así, esta vida se cierra en banda, aplastada por la que el ansia de controlarlo todo, nos sugiere.
-No te sientas perdida –le dijo el Hada-.
Despreocúpate de lo que te angustia y deja que la vida lo solucione.
El Corazón del Bosque es sabio y en esta sabiduría reside el propósito de tu vida.
Conocerlo y manifestarlo es fuente de plenitud y de dicha.
Descúbrelo en tu interior.
Tu error ha sido buscarlo todo fuera.
-Pero yo no puedo… -dijo a chica-.
Pero el Hada no le dejó continuar, alegando que era mejor no dar paso a sus excusas.
Las excusas nos impiden ver nuestra propia verdad –afirmó el Hada de la confianza.
Así que el Hada la tomó de la mano y sopló con ternura en el rostro de la chica,
que hasta ahora había estado bañado de amargura y de duda, y le envió una brisa de emociones que la condujo directamente a su Ser Interior, a aquél que residía en su propio corazón, olvidado y relegado hasta entonces por el parloteo de la mente.
Y esa era precisamente la función del Corazón del Bosque, mostrarnos a nuestro propio corazón para comprender y estar receptivos a su voz, la voz
de nuestro espíritu que siempre nos dice que es lo que podemos hacer en el
tiempo presente, pero para escucharla hay que estar muy atentos y no distraernos en el antes y en el después.
Desde entonces, la chica creyó en las Hadas y aprendió a saber esperar pero sin forzar las circuntstancias pues entendió que su mente siempre trató de concluir y
de interpretar como sería el devenir según le convenía.
El Hada de la confianza le enseñó algo tan simple como despreocuparse, confiar
y abrirse a lo inesperado. Esta era la llave de la magia.
¿Y cuál será el siguiente paso, Hada? –le preguntó la chica.
-Despertar –le respondió ella.
Y desde entonces la chica ya nunca volvió a ser la misma pues en sus ojos resplandecía la Mirada de la Felicidad.
http://elrincondelasvioletas.forogeneral.es/board/cuentos-t3332-80....
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Como educar ¿a los hijos o a los padres?
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Los hijos desde el momento que nacen representan para casi todos los padres, un cúmulo de esperanzas y expectativas. Muchos padres perciben a su descendencia como sus propias extensiones, principalmente en aquellas áreas donde aun no pudieron culminar sus objetivos personales, entonces depositan en ellos el peso de sus ambiciones más secretas. Otros los tienen como cómplices incondicionales y depositarios de quejas, dimes y diretes e historias personales y son educados dentro de un marco de evitación, donde la sobreprotección es la regla. Estos padres plagados de buenas intenciones cuartan su libertad de experimentar para evitar que sus hijos sufran experiencias similares a las que ellos padecieron, guiados principalmente por el miedo por encima del amor y la confianza.
También están aquellos padres perfeccionistas donde para sus hijos se vuelve una tarea prácticamente imposible poder complacerlos y lograr su reconocimiento.
Estas actitudes de los padres generalmente son inconscientes, y están colmadas de buenas intenciones. No se percatan y no son ellos quienes toman las decisiones sino sus propios programas mentales que toman el mando, sus memorias familiares, ancestrales o experiencias traumáticas de sus pasados.
En realidad cuando hablamos de los hijos de quien verdaderamente hablamos es de los padres, no hay forma de desligarlos. Los padres son la causa y los hijos el efecto, visto de otra manera, yo soy la creadora del mundo que percibo incluyendo a mis hijos.
Invariablemente nuestros hijos son nuestra proyección, algunos padres más que otros logran mantener un apego relativamente saludable con ellos, otros debido a sus temores, experiencias pasadas y creencias ejercen presión mas o menos fuerte para ajustarlos al modo de pensar del núcleo familiar.
Las causas que motivan a que padres eduquen a sus hijos bajo ciertos paradigmas son muy amplias pero las motivaciones básicas que los impulsan, están centradas en torno al amor o el temor.
Las relaciones basadas en el temor, cuando este es la parte predominante creará relaciones difíciles, numerosos conflictos, alejamientos, adicciones, etc pero estas situaciones se pueden revertir, siempre podemos regresar al amor y restablecer los lazos. En la medida que nosotros estemos bien, ellos estarán bien sin importar la distancia ni el tiempo transcurrido ya que estamos siempre interconectados.
Nuevamente tenemos que tomar responsabilidad de que todo aquello que vemos en nuestros hijos lo hemos creado nosotros. Cuando observamos conductas que nos preocupan o nos desagradan, donde tenemos que mirar es en nuestro interior. Aunque no parezca así, nosotros creamos nuestras experiencias. Podemos intentar corregirlos pero los resultados no serán los esperados a menos que nos revisemos y cambiemos nuestra percepción. Lo que vemos en nuestros hijos son solo nuestras proyecciones, y no los estamos viendo desde el corazón, como realmente son.
La sanación comienza desde adentro hacia afuera, comenzamos por nosotros y esta se extiende a nuestras creaciones.
Nuestros hijos son nuestros maestros, están aquí para enseñarnos que debemos rectificar en nosotros, y nos brindan siempre una oportunidad de emendar.
Si nos enfocamos en el amor lograremos grandes cambios, no en ellos sino en nosotros, y por lo tanto se producirán en ellos también. Lo que vemos afuera es el reflejo externo de nuestro interior, nuestras creencias las vemos reflejadas en el cuerpo físico de nuestros hijos, no los percibimos perfectos como fueron creados porque nuestros lentes están teñidos de memorias, de un cumulo de información que no nos sirve y por lo tanto nos llenamos de juicios que nos imposibilitan ver con claridad.
Cuando hablamos de los hijos, tenemos que describir a los padres.
A nuestros hijos tenemos que amarlos y agradecerles que estén en nuestra vida y solo de esta manera es cuando se producen los cambios milagrosos. Aceptar tan siquiera un poco que podemos estar equivocados y que no vemos las situaciones desde la perspectiva del corazón sino de la mente, puede restituir las relaciones y devolverlas a su estado natural de armonía y paz.
Es importante comprender que nuestros juicios siempre vienen de nuestras memorias, fueron aprendidos y es necesario aceptar la posibilidad que podemos estar equivocados porque no estamos mirando con los ojos del amor sino desde el miedo.
A nuestros hijos debemos aceptarlos tal como son y dejarlos libres de nuestras cargas, y nosotros debemos limpiar y limpiar nuestras memorias para ser inspirados en la mejor manera de guiarlos.
Cuando obtenemos claridad las relaciones se transforman y sucede lo que es perfecto y correcto para cada quien.
Te amo
Como educar ¿ a los hijos o a los padres?
Jocelyne Ramniceanu