sufrir (2)

¿QUIEN TE HACE SUFRIR? Ensayo de Viktor Frankl

photobomb-ostrich.jpg

ENVIADO POR CINTA M.

-
ESTO TE LLEVARA 3 MINUTOS LEER Y TE SERVIRA PARA TODA LA VIDA
-
Este es un ensayo de Viktor Frankl,
neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el
fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia.
-
No eres Tú, soy Yo...
¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...
-
Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.
-
Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.
-
Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.
-
Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.
-
No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.
-
Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.
-
Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:
-
"Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".
-
¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?
-
No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.
-
Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.
-
Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.
-
La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella... ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.
-
"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino".

-
Enviado de Samsung Mobile
.
Gifs+Animados+de+Amor,+Besos+8.gif
Leer más…

TENER EXPECTATIVAS NOS HACE SUFRIR



5889592491?profile=originalEl tener expectativas de las situaciones o de las personas nos daña, nos causa dolor. Si esperamos que algo pase como lo hemos pre-determinado o esperamos que las personas respondan o actúen de acuerdo a lo que para nosotros es lo correcto (o como lo haríamos nosotros), caemos en decepción; por ende tendemos a desilusionarnos y generarnos rabias o tristezas, que las creamos, sin necesidad.


Estamos acostumbrados a esperar. Esperar que nos den, que nos digan, que nos hagan. Pero hay que saber y entender que lo que es de una forma para una persona, no exactamente lo es así para otra. Al esperar actuaciones, palabras, acciones, gestos de las personas y que no nos respondan como lo hemos deseado, solemos caer en críticas y juicios. Criticamos y juzgamos que estuvo bien o no tan bien y eso hace que nos incomodemos con la situación o la persona, ya que no pasó lo que considerábamos que era lo que tenía que ser o pasar.


Considero que podríamos aprender a aceptar las cosas y a las personas tal y como son y tal como suceden. Eso nos evitará malestares, resentimientos, rabias y tristezas que son las que luego, al no saber manejarlas, eliminarlas o liberarlas, se somatizan en alguna parte de nuestro cuerpo y causan lo que comúnmente llamamos enfermedades.
Aprender a aceptar es lo más delicado y esforzado que existe, pues no es una conducta trasmitida por nuestras generaciones, sino más bien un paradigma que se escapa de la mente de las personas. Nos formamos ideas previas según nuestras pautas mentales y creencias de la respuesta a determinada situación y de la salida planificada ante algo que se presente. Nos cuesta mucho entender y asimilar que el universo simplemente Es. Que sigue un orden Divino y Perfecto y que todo sencillamente Es! Es. Es perfecto y es correcto. Nada es malo ni bueno, simplemente ES!


Al comprender y asimilar esta nueva pauta mental, este nuevo paradigma, nos entregamos a que lo que ES. Esto nos libera de la angustia y de la espera y aprendemos a confiar, lo cual nos genera seguridad interior. Nos ayuda simultáneamente a amarnos a nosotros mismos y a entregarnos al orden perfecto de la vida. Entendemos que nuestro creador nos cuida y vela por nosotros y podemos saber que todo lo que pasa es porque es lo mejor. Además podemos aprender a ver a las situaciones como oportunidades de crecimiento, de avance, para cada día ser mejores seres y poder verdaderamente SER!
Por Lic. Magdalena Grimaldi

 

Fuente:http://descubretumago.blogspot.com.ar

Leer más…