7 beneficios de la humildad y la sencillez que nos convertirán en mejores personas
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1. Nos permite tener más flexibilidad mental. Si adoptamos una actitud humilde, nos convertiremos en aprendices eternos. Esto significa que siempre estaremos dispuestos a escuchar nuevas ideas y cambiar las nuestras. De esta forma logramos crecer, porque no nos apegamos a nuestras ideas o formas de hacer las cosas sino que nos mantenemos abiertos al cambio.
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De hecho, a medida que cultivamos la modestia, nos resulta más fácil aprender de las equivocaciones y comprendemos que los errores son necesarios para crecer y evolucionar.
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2. Nos libera emocionalmente. Pretender que sabemos todo puede llegar a ser agotador. Por eso, abrazar la humildad y la sencillez suele ser liberador. Cuando reconocemos nuestros errores y limitaciones no estamos mostrando nuestra debilidad sino todo lo contrario, demostramos que somos personas seguras de sí mismas, personas que se conocen bien y que no tienen miedo a reconocer que han fallado o que necesitan ayuda. La humildad enaltece, la soberbia achica.
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3. Nos ayuda a valorar los pequeños detalles. El orgullo siempre quiere más y nunca se da por satisfecho. Al contrario, la humildad se conforma y encuentra la felicidad en el aquí y ahora. La sencillez nos permite fijarnos en los pequeños detalles y encontrar la belleza en ellos, nos permite sentirnos agradecidos por esas cosas que adornan nuestra vida y que dábamos por sentadas.
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Abrazar la humildad nos permite ser felices ahora mismo, estimula el agradecimiento y la satisfacción con lo que somos y lo que hemos alcanzado.
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4. Nos permite conectar desde nuestra esencia. La sencillez también implica deshacerse de las máscaras sociales que normalmente usamos en nuestras relaciones interpersonales. Cuando nos deshacemos de la necesidad de impresionar y logramos mostrarnos tal cual somos, establecemos un vínculo emocional más profundo con los demás.
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De esta manera, logramos desarrollar relaciones más duraderas y sólidas.
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5. Nos permite encontrar la serenidad. Es curioso, pero a medida que abrazamos la humildad, nos abandona la necesidad de discutir, imponer nuestra opinión o tener la razón. Cuando no necesitamos que nuestro ego prevalezca, nos abrimos a otros puntos de vista y encontramos la serenidad incluso cuando las creencias de los demás se oponen a las nuestras. Esta nueva forma de abordar las relaciones interpersonales nos aporta una gran serenidad.
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6. Nos ayuda a ser más empáticos. Solo cuando dejamos ir el orgullo y la soberbia, cuando dejamos de alimentar nuestro ego, somos capaces de salir de nuestra perspectiva y ponernos en la piel de los demás. De esta forma, lograremos ser más comprensivos y empáticos. Eso significa que podemos comprender a una persona, aunque no estemos de acuerdo con ella.
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7. Nos hace la vida más fácil. Cuando nos damos cuenta de que menos es más, de repente nuestro mundo se hace mucho más sencillo. Nos percatamos de que muchas de las cosas que creíamos necesitar, en realidad no son necesarias para ser felices. Entonces comenzamos a centrarnos en lo que realmente nos importa.
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Fuente: Rincón de la Psicología
.Energías Femeninas
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