Cuando damos por sentada una obligación paterna, esto no tiene porque convertirse en una prisión o en una limitación para desarrollar nuestros proyectos y sueños personales. Tampoco significa que tengamos que desatender a nuestros hijos. Hay que equilibrar tiempo, oportunidades de desarrollo y recursos para todos por igual. Lo mismo con los derechos y responsabilidades según la edad. Nos conviene revisar lo que nos motiva para entregarnos y atender a otras personas (sean hijos, cónyuge o padres). Normalmente nos mueven nuestras propias carencias afectivas que deseamos compensar…
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¿Quieres lo mejor para tu hijos?... ¿Te lo das a ti mismo dentro de tu presente?... ¿o eres de los que piensan que tiene que sufrir para que otros vivan felices y se puedan realizar?... Te recomiendo amar a tus hijos y educarlos con tu ejemplo constructivo. Fortalece tu autoestima y veras que tu vida y la de ellos será más radiante.
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Brinda un ejemplo ilustrativo para quienes comienzan abrirse paso por la vida. Si fomentas el miedo y la desvalorización, las culpas y codependencia. Eso es lo que aprenderán tus hijos de ti. Por tanto se volverán una carga afectiva y económica para los demás sintiéndose con el derecho de exigir por todo. Serán seres resentidos que se verán como unas pobrecitas victimas de alguien. (Mi papa me abandono, mi mama no me deseaba, no soy nadie, tengo motivos para sufrir)Estas personas suelen ser demandantes, reactivas, susceptibles y altamente codependientes y manipuladoras.
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No brillan por su comprensión, consideración y apoyo dentro del seno familiar. Son apáticas y se muestra siempre enfadada por algo. Son ciegos para apreciar el esfuerzo que hacen otros por brindarles recursos que impulsen su vida. Ellos crecen y tú te sacrificas sin equilibrio. Tus hijos se sienten con el derecho de tener lo mejor. Se les olvida que eres mama y papa a la vez, y que tienes que redoblar esfuerzos y hacer lo imposible muchas veces.
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¿Pero quién tiene la culpa?... Ellos solo aprendieron lo que vieron de ti. Me refiero a que absorbieron las actitudes que reflejan tu propia desvalorización y negación a tu derecho de vivir. Tener otra pareja, ahorrar y tener otras oportunidades. Pero si todo es para tus hijos. No te quejes de tu suerte y de tu falta de libertad e independencia después. Como te tratas te verán, por tanto así te trataran. Como alguien sin vida propia. Porque la que tiene está supeditada a las necesidades de otros.
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Esta situación prevalece en nuestra sociedad. Mujeres amargadas y confinadas a una vida donde solo existen para servir y hacer felices a otros. Gran parte de los problemas sociales derivan de la propia mentalidad que prevalece en la mujer. Se dicen… soy víctima de los hombres, sin darse cuenta que fueron condicionadas para ponerse de lado todo el tiempo y soportar la carga de los demás. Mujer y madre, te invito a liberarte. Pon las cosas y a todos en su lugar. No naciste para ser tapete para que otros logren a costa de tu sacrificio. Ni tampoco eres toalla para limpiarles el sudor y la mugre a los demás.
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© Ari Shemoth
Comentarios
ME ENCANTA LO QUE ESCRIBE ARI. ES GRANDIOSO.
el ser madre implica un gran trabajo y gracias por ayudar a orientar este trabajo.
Totalmente de acuerdo!!!!!!!!!, lo viví en carne propia,,,Graciassssssssssssssssssssssssssssssss, trabajo día a día en esto, y gracias a Dios, estoy renaciendo, y teniendo una vida propia, donde empecé a verme y quererme...profundamente, tuve que tocar fondo...creí que moría, pero resurgió el ave fénix...y siento que volví a nacer!!!, es un trabajo arduo...pero hermoso, cuando ves los logros.Bendiciones de luz...y alegría, deséandoles que cada uno tenga una vida propia digna, amable, amorosa y compasiva, consigo mismo,luego de ésto vendrán sanos reencuentros con quienes verdaderamente aman tu ser, y tu libertad.