Somos vida sostenida por la consciencia universal, pero muchos lo han olvidado para sumergirse en formas de vida llenas de sin sentido e incoherencia mental. Por tanto proyectan sus carencias y vacio en el futuro para poderse compensar.
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Se buscan en otros tiempos, lugares o dimensión. Quien reconoce la vida que pose, vive dentro del presente, constituyéndose así en una afirmación activa de la presencia del Dios vivo. Esta persona es consciente y despierta. Deja de idealizar y fantasear.
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Deja de esperar y vivir de promesas de salvación, de ascensión o lo que sea. Recuerda que el tiempo de Dios es el presente… y solo lo que sucede en este tiempo es real.
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¿Cuándo lo comprenderán?... para salir de todas sus ilusiones y trampas mentales. Para salir de todo su ego espiritual y religioso que los ha mantenido drogados, esclavizados y dormidos por miles de años...
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¿Piensan que el asunto de la evolución tiene que ver con ciclos estelares o salvadores?... Salgan de su linealidad… pues solo se trata del tiempo que precisan para despertar a la consciencia de su propia esencia divina. En esto consiste todo el plan de Dios.
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No tiene nada que ver con alcanzar cierto tipo de meritos para ser dignos de ser amados. Este argumento que les han hecho creer es de origen egoíco. Perjudicial y nocivo. Solo tienen que retirar los bloqueos emocionales que llevan encima para que se permitan reconectar con lo que ya son. Eso es despertar y lo que ustedes entienden por ascender o evolucionar. El reino de Dios mora en tu interior. Deja de buscarlo por fuera y sal de tu autonegación.
© Ari Shemoth
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