Todos hemos sentido alguna vez la sensación de que hemos fracasado en algo. En ocasiones, esto puede llegar a hundir a una persona si no se gestiona adecuadamente nuestros sentimientos, y emociones residuales tras el fracaso.

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Pensar en la palabra “fracaso” provoca emociones, sensaciones…, como la tristeza, el desánimo, la frustración, la desesperación…, pero sobre todo provoca miedo y nos sobresaltan preguntas como: ¿Y ahora que? ¿Está todo perdido? ¿Yo no soy capaz de superar esto? ¿Por qué a mi? Y pensamientos parecidos a: "Yo no sirvo/valgo para nada","Me merezco que me pase esto", "La culpa es de…"

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Pero en la vida realmente los fracasos son necesarios, ya que confieren oportunidades para nuestra experiencia vital.

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Arthur Pine y Julie escritores, opinan que "detrás de un fracaso hay siempre una puerta abierta, un camino que nos permite extraer victorias de las derrotas".

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Un ejemplo muy claro de esto, es el de Thomas Alva Edison, creador del filamento de carbono de la bombilla. Antes de llegar a conseguir que el filamento se iluminase, fracasó 1000 veces. En una entrevista le preguntaron a Edison que cómo se sentía tras haber fracasado tantas veces, y su respuesta ante dicha pregunta fue: "No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de como no hacer una bombilla”

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Ante una situación en la que hemos fracasado, realmente es muy importante la reacción que tengamos. Si la sabemos gestionar nuestras emociones aprenderemos de ellas, sacando conclusiones y las fuerzas necesarias para alcanzar el éxito.

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“El fracaso puede resultarnos muy útil”

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Sensaciones tras el fracaso

Cuando nos acontece el fracaso, nos comportamos de diferentes formas en base a nuestra personalidad y, a las emociones que sentimos cada uno:

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• Unas personas se sienten tristes, angustiados, frustrados, desesperanzados, impotentes…y podríamos poner más adjetivos. 
• Otras personas padecen orgullo y tratan de encubrir o silenciar lo que para ellos consideran fracaso. El sentimiento de orgullo aparece por temor a posibles consecuencias.
• En otras ocasiones es la soberbia la que aparece a personas que son incapaces de asumir sus errores.
• Otra representación conductual muy común es la necesidad de disculparse continuamente. Aparece en personas que tienen la necesidad de justificar el fracaso para sentir liberación de culpa. 
• Etc.

Pero esto muestra que las personas, tratamos de encontrar la mejor salida a nuestra equivocación, de cara a los demás.

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El fracaso afecta de forma diferente según nuestra personalidad y cuan importancia le demos:

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Podemos pensar que es algo transitorio, que se debe soportar de la mejor manera posible, y que les prepara para posteriores situaciones. Se piensa que es algo puntual, una situación que pasará. Si se repite o acontece otra situación similar en el futuro, ya poseen un aprendizaje para acometerlo de la mejor manera posible. No existe sentimiento de fracaso.

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Podemos pensar que es el fin. Hay una pérdida total de la confianza en uno mismo. Las personas que tienen estos pensamientos consideran que son incapaces de remontar esa situación; incluso les bloquea para situaciones posteriores, creyéndose que son incapaces de realizar cualquier otra actividad, o de tener éxito. Es un pensamiento catastrofista.

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“Una persona fracasada no es la que ha vivido situaciones de fracaso, es la que no aprende, ni reacciona de los errores, y no es capaz de sobreponerse y aprovechar las lecciones que el propio fracaso le ofrece”

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Este video expone cómo grandes personajes de la historia, antes de llegar a ser lo que fueron y lo que son, fracasaron muchas veces, mucho.

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Aprender del fracaso

“La antesala del triunfo"

Aspectos positivos del fracaso

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◦                     Nos ayuda a afrontar la contrariedad.

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◦                     Nos fortalece ante las situaciones difíciles y adversas. 

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◦                     Aprendemos de nuestra propia experiencia.

Los tres pilares ante el fracaso

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“Sólo podrás ser libre cuando no tengas miedo al fracaso” Milton Ericson

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Tanto el éxito como el fracaso forman parte de nosotros. Todos en algún momento o circunstancia de nuestra vida hemos experimentado ambas experiencias.

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Existen tres pilares para afrontar el fracaso, superarlo (ser resiliente) y ser llegar a ser felices

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1. Reconocer el fracaso: Tomar conciencia 
2. Aceptar el fracaso: Responsabilidad para reconocer el fracaso 
3. Acción Correctiva: Plan de acción para reconocer y aceptar el fracaso. Nos empuja a iniciarnos a la acción. 
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Reconocer el fracaso:

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• Saber que se puede fracasar: No se termina el mundo. 
• Tener en cuenta que los que triunfan han fracasado muchas veces antes: Hay más caminos 
• Pensar en el fracaso como una oportunidad de aprendizaje y éxito: Experiencia 
• Perder para después ganar: Desarrollo y evolución personal
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Aceptar el fracaso:

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• Aceptar las conductas y las emociones que llevan al fracaso 
• Actitud positiva frente al cambio. Aceptar el cambio.
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Acción correctiva:

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• Saber vivir el fracaso: Gestionar nuestras emociones 
• Buscar un motivo de ánimo: Automotivación y coraje “Salir de la caja” 
• Tener una actitud de agricultor y sembrador

Motivación a pesar del fracaso

Publicado en Felicidad, Fracaso, Gestión del Cambio, Gestión Emocional, Habilidades, Inteligencia Emocional, Resiliencia, Triunfo, Éxito el 14/11/12