Algunas de las pruebas más sorprendentes de curación a distancia provienen del psicólogo William Braud y sus colegas en la Fundación de las Ciencias de la Mente de San Antonio, Texas. Los estudios de Braud, fueron llevados a cabo durante más de 17 años, en ellos participaron personas que mentalmente intentaban influir en el sistema nervioso de los participantes distantes.
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Por lo general, dos grupos de personas participaron en los estudios de Braud: los receptores y los remitentes.
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Braud conectaría al primer grupo de personas, conocidas como receptores, a equipos que miden hasta siete diferentes respuestas fisiológicas como la presión arterial, conductividad de la piel y movimientos musculares.
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Un segundo grupo de personas, conocidos como los emisores, habían sido colocados en una habitación diferente y se les pidió que traten de despertar o calmar a los receptores únicamente pensando en ellos. Ambos, emisores y receptores eran personas comunes que se habían ofrecido para el estudio.
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37 de los experimentos de Braud involucraron 665 sesiones, 449 personas y 13 investigadores y se demostró que la curación a distancia es posible.
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Lo que Braud encontró fue que en el momento exacto en que al emisor se le pidió que piense en su receptor, el receptor mostraría un cambio en su estado fisiológico.
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Los 37 experimentos combinados resultaron en que las posibilidades eran de más de 100 billones a una a favor de las interacciones mentales a distancia entre los participantes.
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En resumen, el estudio de Braud demostró que es un hecho científico el que la capacidad de la mente de una persona pueda afectar al cuerpo de otra persona.
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