Me gusta la sensación de libertad que siento cuando me quito la pesada capa de críticas, miedo, culpa, resentimiento y vergüenza.
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Entonces puedo perdonarme a mi y perdonar a los demás.
Eso nos deja libres a todos….
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Renuncio a darle vueltas y más vueltas a los viejos problemas.
Me niego a seguir viviendo en el pasado.
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Me perdono por haber llevado esa carga durante tanto tiempo, por no haber sabido amarme a mí ni amar a los demás.
Cada persona es responsable de su comportamiento, y lo que da, la vida se lo devuelve.
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Así pues, no necesito castigar a nadie, todos estamos
sometidos a las leyes de nuestra propia conciencia, yo también.
Continúo con mi trabajo de limpiar las partes negativas de mi mente y dar entrada al amor.
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Entonces me curo.
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No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
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By Mi Pluma, Tu Pluma • Publicado en Actitud
