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Pactos: el poder de las promesas secretas!
:: Bel Cesar ::
Traducido por Melissa Park - meishiman@hotmail.com
Nuestro cerebro está preso a los condicionamientos del subconsciente: órdenes, pactos y acuerdos que hacemos en nuestro interior son cosa seria. Por eso, de tiempo en tiempo, tenemos que rever las cláusulas de nuestros compromisos internos.
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Los pactos que hicimos cuando aún éramos niños no tienen plazo de validez. Ellos actúan ¡hasta cuando nos proponemos un nuevo acuerdo! En tanto que, para liberarnos de promesas hechas en nuestro interior, inicialmente tenemos que recordarlas y, entonces, darles un nuevo direccionamiento.
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Por ejemplo, en nuestra cultura occidental, nos chocamos con la cultura Palestina que incentiva a los seres humanos a convertirse en hombres-bomba: armas para matar a otros seres humanos en pro de un objetivo mayor. Mientras que un hecho reciente me hizo reflexionar sobre como nosotros, occidentales, podemos tener un comportamiento semejante cuando decidimos dar nuestra vida en pro de la vida de otra persona.
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Supe que una persona, de la cual gustaba mucho, había confesado a su hijo que sabia que ella iba a morir joven, pues había hecho un pacto con Dios, en el cual entregaría su propia vida a Él si su hermano sobreviviese de un coma profundo causado por un grave accidente. Esta historia es real. De hecho, él falleció prematuramente.
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Inicialmente, me chocó oírla, pero después comencé a recordar las declaraciones de pacientes terminales que también habían entregado sus vidas con la intención de salvar otras. Padres, hijos, amantes, hermanos.
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No pretendo juzgarlos, ni como héroes o ignorantes, pero me sentí obligada a escribir este artículo con la intención de reflexionar sobre el poder que tenemos de auto programarnos por medio de nuestros pensamientos.
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Bert Hellinger, elaborador del método de terapia sistémica Constelación Familiar, notó en su trabajo que ciertas personas se proponen inconscientemente morir en el lugar de otras con la intención de ayudarlas a superar un gran dolor. En estos casos, Hellinger analiza la historia de la familia de origen de sus pacientes hasta localizar la causa desencadenadora del hecho.
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En una entrevista, Hellinger aclara: “Cuando las personas sienten este deseo en el alma, no quiere decir que lo sigan siempre. Lo sienten. A veces porque lo sienten, desenvuelven extraños síntomas. Por ejemplo, se enferman gravemente o tienen accidentes o pensamientos suicidas. Muchas dificultades y enfermedades progresan a partir de frases dichas silenciosamente en el corazón. Una es:”Te sigo en la muerte”. La otra es: “Lo hago en tu lugar”. Pero ¿por que es que las personas quieren hacer esto? Porque se sienten ligadas de manera tan profunda a los miembros de su familia. A veces, vemos personas que están enfadadas con la familia, que parecen estar contra la familia, y pueden sentirse avergonzadas de tener tales sentimientos. Pero, cuando la persona está delante de su familia durante las sesiones de constelación familiar, de repente viene la luz que están ligadas a su familia por un amor profundo muy especial”.
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Por medio de la conciencia y del potencial de nuestro amor, podemos re escribir nuestra historia. Mientras, precisamos tomar conciencia de nuestros impulsos. Muchas veces, mal pensamos en determinado asunto y ya nos posicionamos con una respuesta inmediata y sin reflexión. Al final, se convirtió en un hábito responder algo así como: “Tiene que ser así”. Esta es una frase que puede revelar una sentencia de auto condenación: algo que nos imponemos de modo precoz y hasta destructivo.
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Siempre intento prestar atención a lo que me digo a mí misma en voz baja. Escucharnos es de gran valor en el proceso de auto conocimiento y crecimiento interno. Por medio de la conciencia podemos cambiar nuestro destino preformateado!
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