¿Cómo puede sanarnos el arte? Desde mi punto de vista de dos formas: una utilizando el arte como una catarsis de cualquier crisis, permitiendo expresar y sacar de dentro la energía de las emociones que producen dolor (sería más una forma de arte espontánea, expresionista, sacar la energía sin importar demasiado su valor estético, en un principio, sólo darle expresión, abstracta o concreta no importa.
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La importancia inicialmente está solo en su plasmación externa a través de alguna forma de arte. Sería como una forma de arte-terapia. En una segunda etapa, cuando ya hemos tomado conciencia de esa imagen, podemos intentar transformarla, si no nos gusta su efecto, en una imagen que nos nutra interiormente para sanarnos. Así nuestra mente centrada en embellecerla, producirá una energía sanadora, que no sólo transformará la imagen sino a nosotros mismos.
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El otro camino es tomar conciencia desde el principio de nuestro estado de ánimo y comenzar ya con la intención de producir una obra de arte energetizada positivamente, con la intención de elevar nuestro estado interior y el de las personas que compartan la visión de la obra.
En mi caso el arte siempre fue una fuente de alquimia que me permitió crear, aspirando a transformar cualquier emoción positiva o negativa en algo artístico que fuera bello o pudiera nutrir el alma: una pintura, una poesía…. era una necesidad interior. El arte cuida nuestra alma por esto creo que aunque de una forma inconsciente siempre he buscado imágenes que pudieran llegar al alma del espectador.
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El arte es un modo de recogernos a nosotros mismos y poder conectar con el alma. Nos ayuda a deshacernos de energías tóxicas, pudiendo transmutarlas. Puede en ocasiones consolarnos y conectarnos con nuestra propia belleza.
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El arte nos absorbe y nos mantiene centrados en el ahora. Es como un amigo, pero siempre disponible a aceptarnos –estemos como estemos- sin reproches, jamás no juzgará ni se cansará de escucharnos sino que colaborará fielmente con nosotros para mejorarnos y también nos revelará algún que otro secreto como ocurre con los sueños.
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La creatividad también puede aportar una mejora de la autoestima.
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Puede ser una válvula de escape para las personas con carencia del elemento aire en sus cartas natales, ya que es otra forma de comunicarse. Aquí podríamos citar al pintor Van Gogh, que canalizó toda su energía y frustración amorosa en el arte.
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Van Gogh no tenía en su carta natal ningún planeta en signos de aire y las casas de relaciones estaban vacías, así que no era un aspecto que fluyera en él, pero supo encontrar otra forma de comunicación: la pintura. Estas personas –en las cuales me incluyo pues también comparto la carencia de aire- necesitan encontrar otras formas de comunicación. En el plano emocional el aire permite hacer a un lado las emociones para ver las cosas objetivamente, así que la carencia hará que las emociones sean vividas como las olas del mar, que según sea su dimensión nos causarán agobio por miedo a ahogarnos por el agua emocional que nos tiene retenidos en su regazo.
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Hay como una tendencia a quedar anclado en la emoción, por falta de ventilación; pero bueno todo puede trabajarse para mejorar y el arte puedo decir por propia experiencia que es una buena herramienta: nos permite sacar a fuera la emoción y transmutarla; de alguna forma podríamos decir que nos trae el aire fresco que nos falta.
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La práctica del arte crea dentro de nosotros un espacio de sanación.
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A las personas que estén interesadas en el tema les recomiendo el libro: “Creatividad curativa” de Michael Samuels y Mary Rockwood Lane y la página web
