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—¿Tiene algún sentido tratar de cambiar el mundo?
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—Si no me gusta lo que me ocurre, no hay remedio externo, sólo es posible un cambio en la conciencia interna.-
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Todas las relaciones son un espejo.
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Aquellos a los que amamos y aquellos que no nos gustan, son espejos.
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A través del espejo de las relaciones podemos ampliar nuestra conciencia.
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Nos atraen las personas en las que encontramos rasgos que queremos tener en nosotros mismos.
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Y no nos gustan las personas que tienen rasgos que negamos en nosotros mismos.
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Al pasar a una conciencia más elevada a través de reconocer el espejo de las relaciones reconoceremos que la atención y la intención son los propulsores de la transformación.
Aquello donde ponemos nuestra atención, existe.
Aquello donde quitamos nuestra atención, desaparece.
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La atención se convierte en energía que crea las cosas y la intención se convierte en transformación.
Estos son los dos aspectos de la conciencia que empleamos para manifestar.
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A medida que empezamos a hacer esto experimentamos la realización sin esfuerzo.
No es nuestro trabajo cambiar la percepción o nivel espiritual de otros, pero sí que podemos controlar nuestro propio progreso espiritual.
—¿Estamos en el mundo o el mundo está en nosotros?
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—La experiencia habitual nos da la sensación de que existimos en el universo, de que tú existes en algún lugar en el mundo.
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¡Eso es una mentira!
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La verdad es que todo el mundo existe en nosotros.
El cuerpo y la mente existen en nosotros.
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El cuerpo, la mente y el mundo me ocurren.
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Tengo la mente y de la mente proyecto el cuerpo y del cuerpo proyecto el mundo.
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Es mi conciencia quien construye el mundo.
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Tú no estás ahí sino que estás en mi ciencia y yo estoy en tu conciencia.
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El lugar en el que yo estoy en tu conciencia y el lugar en el que tú estás en mi conciencia es el mismo lugar.
No existes tú como un cuerpo físico allí fuera.
Mi cerebro me permite verlo, pero mi cerebro no tiene una experiencia directa del mundo.
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Lo único que hace mi cerebro es responder a la electricidad, a lo químico, a las hormonas… y todo eso te crea a ti allí fuera.
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Pero tanto yo que te creo a ti como tú que me creas a mí, somos una conciencia que está experimentando con
las formas y fenómenos.
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—O sea, que todo está conectado.
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—Cuando veas algo piensa: ‘eso está en mí.
Esos árboles que están allí fuera son mis pulmones.
Si ellos no respirasen yo no respiraría y si yo no respirase, ellos no respirarían’.
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La Tierra es nuestro cuerpo físico, la atmósfera es nuestra respiración, las aguas son nuestra circulación.
No es cierto eso de que yo estoy aquí y el mundo está allí afuera.
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Tenemos un cuerpo personal y un cuerpo universal y los dos son nuestros, tanto uno como el otro.
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Cuando nos damos cuenta de que el mundo está en nosotros, tenemos con él una relación íntima.
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Además podemos tener un conocimiento íntimo del mundo, y a partir de este conocimiento alcanzamos la paz con el mundo.
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A partir de la paz reconocemos que el mundo, el universo, es un ser consciente.
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Es nuestro cuerpo extendido.
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Cuando somos tan íntimos con nuestro cuerpo extendido como lo somos con nuestro cuerpo personal nos habla, nos podemos comunicar.
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Cuando entramos en comunión como un ser consciente
nos sorprende con dones en forma de sincronías y de coincidencias con significado”... Deepak Chopra... Compartido por CSE
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