RESPETAR A LOS DEMÁS
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“Respetar a los demás” en realidad una aceptación, es así de “sencillo”. No obstante, es el punto más difícil de cumplir, pues se trata de un respeto auténtico a la forma de ser de cada uno, de manera que no lleguen a afectarnos ni sus ideas ni sus comportamientos personales.
“Respetar a los demás” en realidad una aceptación, es así de “sencillo”. No obstante, es el punto más difícil de cumplir, pues se trata de un respeto auténtico a la forma de ser de cada uno, de manera que no lleguen a afectarnos ni sus ideas ni sus comportamientos personales.
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Esto significa asumir plenamente la individualidad de cada persona, por muy raras, interesadas o disparatadas que puedan parecernos sus formas de ser o de actuar. De este modo, tendremos que aceptar la posibilidad de que cualquiera nos puede criticar, o que incluso puedan hablar mal de nosotros aunque no exista ninguna razón aparente para ello. Esto es además algo inevitable. Lo hacen aunque sea de forma inconsciente, pero así sucede en realidad. Al final, tarde o temprano es algo que les afecta, y que por lo tanto les pasará su correspondiente factura.Existe una curiosa ley de probabilidades matemáticas llamada: LEY DE LOS DOS TERCIOS
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Significa que:
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Siempre caerás bien a dos tercios de la población y no demasiado bien, o incluso mal, al tercio restante.
Esto significa asumir plenamente la individualidad de cada persona, por muy raras, interesadas o disparatadas que puedan parecernos sus formas de ser o de actuar. De este modo, tendremos que aceptar la posibilidad de que cualquiera nos puede criticar, o que incluso puedan hablar mal de nosotros aunque no exista ninguna razón aparente para ello. Esto es además algo inevitable. Lo hacen aunque sea de forma inconsciente, pero así sucede en realidad. Al final, tarde o temprano es algo que les afecta, y que por lo tanto les pasará su correspondiente factura.Existe una curiosa ley de probabilidades matemáticas llamada: LEY DE LOS DOS TERCIOS
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Significa que:
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Siempre caerás bien a dos tercios de la población y no demasiado bien, o incluso mal, al tercio restante.
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Si permitimos que las cosas nos afecten demasiado, iremos cambiando nuestra actitud de forma continua, y si cada vez nos comportamos de un modo diferente, no podremos ser felices puesto que no estaremos a gusto con nosotros mismos, ya que no sabremos quiénes somos en realidad.
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Por tanto mostrémonos como somos, aunque ESTO NO SIGNIFICA QUE NO HAGAMOS NADA POR MEJORAR NUESTRA FORMA DE SER Y NUESTRO COMPORTAMIENTO.Otro motivo para no vernos afectados negativamente por los demás es que, por si fuese poco, MUCHA GENTE ACTÚA Y SE COMPORTA DE FORMA DISTINTA SEGÚN CON QUIÉN SE RODEE, LO CUAL LES DELATA DIFERENTES PERSONALIDADES Y VARAS DE MEDIR que hacen aún más ilógico el tomarse en serio sus críticas.
Si permitimos que las cosas nos afecten demasiado, iremos cambiando nuestra actitud de forma continua, y si cada vez nos comportamos de un modo diferente, no podremos ser felices puesto que no estaremos a gusto con nosotros mismos, ya que no sabremos quiénes somos en realidad.
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Por tanto mostrémonos como somos, aunque ESTO NO SIGNIFICA QUE NO HAGAMOS NADA POR MEJORAR NUESTRA FORMA DE SER Y NUESTRO COMPORTAMIENTO.Otro motivo para no vernos afectados negativamente por los demás es que, por si fuese poco, MUCHA GENTE ACTÚA Y SE COMPORTA DE FORMA DISTINTA SEGÚN CON QUIÉN SE RODEE, LO CUAL LES DELATA DIFERENTES PERSONALIDADES Y VARAS DE MEDIR que hacen aún más ilógico el tomarse en serio sus críticas.
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La gente cuyos ideales están basados en los de otras personas como consecuencia de una inercia o de un arrastramiento social, por lo común no han desarrollado su personalidad, y por lo tanto manifestarán un comportamiento contradictorio, de forma que la mayoría de ellos no sabrán incluso ni lo que están defendiendo. Solo sabrán que hay que ir siempre contra tales grupos de personas. Bien es cierto que la mayoría de estas personas son víctimas de las fuerzas políticas y de ideas muy arraigadas socialmente. Se sienten débiles para rebelarse públicamente y luchar contra la corriente, y tienen miedo de quedarse solas y sin amigos si dicen lo que en realidad piensan.La única persona con la que nunca puedes quedar mal es contigo mismo.
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Aún así, cada cual es libre de hacer o no que quiera, o lo que quieran que haga o no haga, pensando o sin pensar, da igual. Además, se trata de algo inevitable por lo que tiene que pasar la humanidad dado su carácter evolutivo.
Esto sirve simplemente de ilustración hacia aquellas personas miedosas que se toman demasiado en serio el que dirán. A aquellas a las que les afecta mucho la crítica. Pensad que hay demasiada gente que habla sin saber y que actúa por envidia o de forma contradictoria. ¿Porqué tomarlos entonces en serio?
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Aún así, cada cual es libre de hacer o no que quiera, o lo que quieran que haga o no haga, pensando o sin pensar, da igual. Además, se trata de algo inevitable por lo que tiene que pasar la humanidad dado su carácter evolutivo.
Esto sirve simplemente de ilustración hacia aquellas personas miedosas que se toman demasiado en serio el que dirán. A aquellas a las que les afecta mucho la crítica. Pensad que hay demasiada gente que habla sin saber y que actúa por envidia o de forma contradictoria. ¿Porqué tomarlos entonces en serio?
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Cada quien debería esforzarse por eliminar sus ideas preconcebidas, dada la gran diferencia existente entre lo que queremos ver y la realidad de las cosas.
Cada quien debería esforzarse por eliminar sus ideas preconcebidas, dada la gran diferencia existente entre lo que queremos ver y la realidad de las cosas.
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De este modo, cualquier cosa que diga una persona a la que consideras tu enemiga tenderás a verla como un insulto o una provocación. En cambio, lo mismo dicho por otra persona a la que quieres tendrá un significado completamente distinto para ti.
De este modo, cualquier cosa que diga una persona a la que consideras tu enemiga tenderás a verla como un insulto o una provocación. En cambio, lo mismo dicho por otra persona a la que quieres tendrá un significado completamente distinto para ti.
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Ramón Campayo
Ramón Campayo
