Bastante tenemos para conocernos a nosotros mismos como para pretender conocer al otro. Eso es una pérdida de tiempo digamos que inconsciente; pero parece que lo hacemos. No sé con quién hablo, si es que hay un otro al otro lado, más bien (por las propias enseñanzas aprendidas) soy yo mismo quien me monto una reunión para hablar del "Curso" y si me observo honestamente a esa reunión asisten tantos "yoes" como he fabricado.
Soy yo mismo, disfrazado de unos cuantos personajes a medida. Justo los que necesitaba ver:
- El listo, el toca-huevos, el amable, el amoroso, el distraído, el que me da la razón, el que me la quita, el que no me mira, el que me mira demasiado, el que solo lee, el que se lo sabe de carrerilla, el que sonríe, el serio, el despistado, el que llega tarde, el que trae pastitas, el que dice que las traerá pero que siempre se las olvida, el que pide la palabra y nunca se la dan, el que se la toma sin pedirla, el ruidoso, el amoroso (repetido), el silencioso, el iluminado, el transparente, el lúcido, ufffff..... que me canso de tantos personajes invitados.
La vida vista como si nada de esto fuera cierto. No trato de negarla, o sí, trato de mirarla en ese espacio, pequeñito, por ahora donde la Luz me enseña que es posible otro forma de mirar. Seguimos !!!
Bendiciones a mis espejos.