21-2-2014.
Yo Soy la Madre Cósmica y ese nombre abarca todos mis aspectos, porque yo soy el Espíritu Santo, el Divino Femenino, Isis, María, todas las deidades femeninas y también la Virgen de Guadalupe patrona de Latinoamérica, porque cada quien me encasilla, me corporiza y me eleva sus plegarias. Yo las escucho y les envío toda mi compasión, pero son ustedes los que tienen que dirimir sus asuntos y muchas veces eligen la violencia en lugar del diálogo. Yo tengo a todos mis hijitos bajo mi manto y me conduelo cuando se hieren, se torturan y se matan porque piensan distinto. Dios Padre Madre no tiene un único hijo, todos son sus hijos.
Diles lo que siente tu corazón cuando lees ciertas canalizaciones de la Virgen donde quien la transmite, con el filtro puesto, pone en ellas no el amor de la Madre sino amenazas y castigos para quienes no hagan lo que les pide.
Ninguna Madre les dice a sus hijos que cuanto ocurre en Latinoamérica es debido a sus pecados y por haberse apartado de su hijo Jesús. Ningún Maestro fundó una religión ni estableció una doctrina, eso fue obra de los humanos. No hay pecado, hay errores cometidos por falta de conocimiento, porque los seres humanos aprenden de ellos. Aquí en la Tierra, son imperfectos y amados en su imperfección. Ninguna Madre hace alusión al comunismo ni al diablo. Esos son los espejismos de una dualidad a la que algunos siguen aferrados, porque es lo que los hace sentir seguros.
Lo que mueve a muchos hombres es el ansia de poder, la necesidad de imponer sus ideas. Lo que mueve a muchos hombres es creer que su verdad es superior a cualquier otra. Están guiados por su ceguera y su miedo. Son muchos los corazones endurecidos donde no ha entrado la Luz. No todos comprenderán que el enemigo que ven ante ellos no es más que el reflejo de su propia sombra.
Los únicos demonios son los creados por la mente humana, fortalecidos por generaciones. No tienen cola y cuernos. Son enormes masas gelatinosas de energía surcada por rayos de cólera y odio. Son los resabios de las luchas por el territorio, por el poder, para imponer sus ideas a otros. Son el remanente de energías de otras Rondas, mundos que estallaron y cuyo polvo formó nuevos planetas. Esa es la energía a trasmutar con la Luz del Amor.
“Dios está en ti”, “Yo soy otro Tú”, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esas son las verdaderas enseñanzas de los Maestros y los profetas. Ese es el único mensaje auténtico, el mensaje que dieron todos los Maestros y que fue distorsionado luego y acomodado a los intereses de quienes lo esparcieron. Si todos supiesen que Dios está en ellos, que todos son parte del tejido de la Humanidad, no ejercerían violencia sobre otros, porque quien hiere a su hermano, se hiere a sí mismo. Todos son Uno, colectiva e individualmente, incluyendo los fragmentos que cada uno dejó en otras dimensiones, los fragmentos dispersos en otros mundos donde están haciendo el mismo trabajo. Todos son parte de Dios Padre Madre del que provienen. ¿Por qué les cuesta tanto sentirlo y entenderlo?
Tomen su propio poder, eleven su autoestima. Sean Trabajadores de la Luz dignos de su nombre. Su tarea aquí fue anclar su Luz y trasmutar la energía, ahora deben plantar las semillas de la nueva energía, atraer hacia sí lo mejor de su experiencia en este y otros mundos, lo mejor de su Akasha. Despierten y sean el Ser magnífico que son en el Tiempo del Ahora, hagan surgir en ustedes sus mejores dones pasados, presentes y futuros, ya que el tiempo es solo una ilusión.
Esta es la época del Avatar de Síntesis, la Era de Acuario, La Era de la Integración, no de la separación. Esta es la Era en que el Cielo se une a la Tierra y el Cóndor vuela con el Águila. Esta es la Era de la Nueva Tierra. Manifiéstenla en sus vidas y será realidad en el planeta antes de lo que piensan.
No todos querrán cruzar el puente entre la vieja y la nueva Tierra, no todos comprenderán que los tiempos han cambiado. Han dejado atrás la Noche Galáctica. Su sistema solar gira con toda la Vía Láctea, acercándose al Gran Sol Central, cumpliendo un ciclo que se repite cada 26.000 años. Amanece en la Galaxia. Por las venas de todos los seres encarnados corre la sangre de sus ancestros estelares y el ADN intergaláctico. Abran los ojos del alma, abran los corazones. Todos tienen un mismo origen divino. Ya no hay lugar para la intolerancia. Escuchen a sus hermanos. En el fondo de sus corazones todos anhelan lo mismo: Paz, Amor, Libertad y Fraternidad.
La energía del Divino Masculino ha sido tergiversada y abusada. No hay Padre que maldiga y asegure que exterminará a los enemigos de sus hijos, no hay Padre que castigue. Esas palabras fueron escritas por humanos en libros que se consideran sagrados y se toman literalmente. En su ADN está la biblioteca sagrada, no en objetos externos. Aprendan a leerlo y su sabiduría los guiará.
Alyk, en otra vida terrenal tuviste la suerte de experimentar el más sublime amor que un padre pueda sentir por una hija y su irradiación te valida la verdad de mi mensaje porque ese recuerdo de más de tres mil años ha despertado y te acompaña en toda su pureza. El Padre protege y ama y su corazón derrama una Luz tan espesa que casi podría tocarse, un fuego líquido radiante que cierra las heridas y se une a la irradiación de la Madre, que emite una Luz ligera como la brisa, casi transparente, como un agua purísima que inunda cada célula y sacia la sed del Alma. Eso eres tú, eso son todos y muchos están comenzando a percibirlo. Dios Padre Madre está en todos ustedes.
Diles a los Sembradores que es hora de plantar las semillas y esperar el fruto de la cosecha. Todos estarán aquí, en este cuerpo o en otro, porque todos querrán presenciar la maravilla que se está gestando, enfundados en un cuerpo que les permita disfrutar de sus sentidos, abrazarse y bailar de alegría, los pies sobre la Tierra que tantas veces los vio nacer, la memoria de su pasado estelar intacta, su ADN cuántico despierto, en comunión con todos los seres que habitan este maravilloso planeta Tierra.
No todos ustedes son Almas Viejas, no todos son Trabajadores de la Luz e incluso entre ellos son muchos los que no encuentran el camino y siguen en la dualidad. Este mensaje solo hallará eco en los corazones abiertos, en las consciencias expandidas, en el ADN cuántico de quienes deban recibirlo.
Tiendo mi manto de estrellas sobre todos ustedes, crean lo que crean, piensen lo que piensen. Que el Amor de la Madre Cósmica inunde sus corazones y los acompañe todos los días de su vida aunque no me recuerden. Yo Soy la Madre Cósmica. De mi vientre nacieron, están hechos de mi esencia y siempre estoy en ustedes. Los bendigo.
Canalizado por Alyk.
Publicado por Ana Torroja.