En última instancia, nada podrá satisfacerte - ningún objeto, ninguna sustancia, ninguna persona, ninguna cantidad de dinero, ni éxito, ni fama - por la simple razón de que aquello que realmente estás buscando es a Ti mismo, lo cual no es algo que pueda adquirirse, encontrarse o conservarse, porque no puede haber dos.
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Seguir buscando 'cosas' y experiencias, independientemente del gozo y el placer que representen resultará en pura decepción. Todo te parecerá efímero, transitorio; limitado y limitante, comparado con la magnificencia de Eso que en el fondo buscas y que siempre ha estado presente. A fin de cuentas, sólo quedaría la desesperación.
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Una solución sería no desear nada, ya que nada podría satisfacerte. ¿El problema? 'Las cosas' siguen apareciendo y desear no desear nada, es el mayor de los deseos. Querer que las cosas desaparezcan sólo hace que el sufrimiento sea aún mayor.
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¿Otra solución? Vete a ti mismo en todo y como todo, y desea todo - desea todo de ti mismo, todo de la vida, la felicidad y el dolor, el éxito y el fracaso, la certeza y la duda. Ama cada ola conforme vaya apareciendo y conforme se vaya desvaneciendo. Siente hambre de todo lo que te ofrece la vida. No desprecies nada de ella. Acéptala y reconoce que eres tú mismo.
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Entonces, todo te satisfará, porque todo tendrá el sabor de Eso que estás buscando - tanto en las buenas como en las malas - y nunca volverás a sentirte incompleto, sin importar cuánto tengas, o cuánto hayas perdido. Todo será nutritivo para ti.
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Ama todo lo que aparezca, sin importar que sea algo ordinario o doloroso y así, reconocerás que tu verdadera abundancia ya está aquí.
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Jeff Foster
TOMADO DE FACEBOOK
