Afrontar retos específicos nutre y armoniza nuestro interior.
Construir y mantener nuestro bienestar interior requiere de compromiso y constancia
En mi comunidad de amigos, esta semana nos preparamos para los retos del mes de abril, que estará dedicado a la reconstrucción personal mediante retos específicos. Quiero compartirles los objetivos para que todos podamos disfrutar de los beneficios de recuperar o de integrar valores a nuestras vidas.
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Para el proyecto, se marca que la reconstrucción armoniosa debe tener como meta la elevación espiritual, a través de realizar determinadas acciones. Durante el mes de abril, la idea es adoptar o reforzar tres hábitos: la lectura, el contacto humano y la disciplina y organización personal.
Convierte a los libros en tus mejores amigosCrear el hábito de la lectura es una forma muy eficiente de abrir nuestra mente a nuevos horizontes de pensamiento. Un libro puede ser tu mejor compañía.
Si ya cuentas con el hábito de la lectura, el reto concreto es no abandonarlo e incluso incrementarlo. Si por el contrario eres de esas personas que siempre postergan la lectura pues tienes mil cosas que hacer y siempre le das prioridad a otros asuntos, el reto es que analices si pasas, por ejemplo, mucho tiempo frente al televisor o frente al ordenador.
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Quizá sea muy sencillo que te decidas a dedicar parte de esos momentos a terminar esa novela que lleva meses en tu mesa de noche o a empezar ese libro sobre historia del arte que compraste hace años.
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Si utilizas el transporte público para llegar a la universidad o al trabajo, invierte el tiempo de los traslados para leer. Por todos es sabido que la lectura es una de las mejores fuentes de conocimiento y análisis y además puede ser muy divertida. Recuerda que un libro puede ser tu mejor compañero y que te brindará magníficos momentos.
Más allá de las redes sociales y el uso de la tecnología, necesitamos del contacto humano tradicional para nutrir nuestra alma y seguir cosechando aprendizaje interpersonal
Posiblemente no lo habías notado, pero hace meses que prometiste visitar a tu tía y no lo has hecho. De entrada, olvida el sentimiento de culpa. Mejor cambia esa sensación por la acción. Compra un ramo de sus flores favoritas y ve a verla. O ¿qué tal esa reunión con tu amiga del colegio, que has postergado tanto tiempo?
El punto es que entendamos la importancia del contacto humano real, no mediante el uso de tecnología móvil o de redes sociales. Ver a los ojos a esa persona que quieres y que te importa, no se podrá comparar jamás a un mensaje de texto o a un e-mail. No abandones a tus afectos por estar enrolado en tus actividades diarias.
Para disfrutar la vida al máximo, será necesario que observemos conductas de orden y planificación, que nos permitan liberar la mente de asuntos mundanos y dedicar más tiempo a nuestra espiritualidad.
Este último punto es también muy importante. Sabemos que muchas de las cosas que hacemos, como el trabajo y el estudio, se basan en la búsqueda del tiempo para hacer lo que nos gusta. Pero, en definitiva, esto será más fácil si primero aprendes a ser disciplinado, organizado y a planificar de forma eficiente.
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Este reto requiere que designes en casa una gaveta o caja de archivo, para que en ella organices todos tus documentos. Desde pagos de recibos, hasta pasaportes y pólizas de seguro. La disciplina va en función de que no dejes en cualquier lugar tus papeles importantes.
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Deberás guardarlos en su lugar siempre. De ese modo los encontrarás sin dificultad cuando los necesites. La planeación, necesitarás enfocarla, por ejemplo, respecto a tus ingresos y gastos fijos. Realiza los cálculos de tus egresos mensuales y aparta esa cantidad para que no dejes de realizar ningún pago. El dinero sobrante, destínalo a vacaciones, o a tu fondo de ahorro. Así tendrán tranquilidad financiera.
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Como hemos podido ver, estos retos son en realidad cosas simples, pero que ayudan mucho a nuestro bienestar integral. Te invitamos a comprometerte con estos u otros retos que consideres valiosos, para ir alcanzando un armonioso nivel de reconstrucción personal.
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AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
