ENVIADO POR ROBERTO
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1. Hacer un Examen Conciencia: Requiere recordar y analizar quién fue el agresor y por qué. Enfrentar el problema emocional y psicológicamente sin desesperarse, con paciencia y calma en la meditación acompañada en la contemplación de los hechos en forma positiva.
2. Validar el Acto: Consiste en conversar con una persona de confianza, objetiva, capaz de escuchar, analizar la situación y dar un buen consejo. De preferencia se debe recurrir a un profesional y consejero espiritual.
3. Compasión y Misericordia: Significa esforzarse para ver al agresor como un ser humano desdichado, tratar de entender y analizar que lo llevó a causar el daño. Tener misericordia con la persona que nos ofendió, se alcanza cuando contemplamos al individuo y comprendemos que trae heridas desde su niñez que no ha superado por resentimientos del pasado.
4. Humildad: Es necesario eliminar el orgullo que actúa como una barrera antes de ceder el perdón. Este muro invisible es el que endurece el corazón y hay que eliminarlo con ejercicios espirituales, como la meditación, reflexión y oración para que se transforme en una sincera humildad que trae la paz al corazón.
5. Perdonarse a Sí Mismo: Significa reflexionar sobre los errores propios, ya se hayan cometido consciente o inconscientemente, reconocerlos, corregirlos y superarlos. Este acto debe corresponder a un proceso de aceptación de sí mismo, aumentando en virtudes y alimentando el infinito estado espiritual.
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