Ser rudo no nos hace sentirnos bien
ni siquiera mientas lo estás siendo.
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Ser genuinamente considerado,
por otra parte,
puede hacerte sentir
más positivo y fuerte
durante largo tiempo.
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La rudeza y arrogancia
son signos inequívocos de
debilidad e inseguridad.
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La Amabilidad y consideración respetuosa
son indicadores ciertos
de una confianza y fuerza con sólidos cimientos.
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¿Cómo tratas a aquellos
a quienes no tienes ninguna razón para impresionar,
de quienes no tienes nada que ganar?
Dice mucho sobre tí,
Y la gente incluso se da cuenta de ello.
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Aquellos que verdaderamente están en posición
de responsabilidad no necesitan ser arrogantes.
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Cualquier impresión que desees producir en los demás
a través de arrogancia o rudeza
se contradice inmediatamente
por la arrogancia en sí misma.
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No dejes que tu arrogancia
haga perder tu energía y te impida avanzar.
Utiliza cada encuentro
como una oportunidad para ofrecer
respeto y amabilidad genuinos.
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Levanta el ánimo y las vidas de los que están a tu alrededor.
Y levantarás el animo tu propio mundo.
http://corazonsufi.wordpress.com/2009/08/
Publicado por Mario Balmore Castillo en Cusi Huasi
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