Noticas de agradecimiento

Mi Cristo saluda a tu Cristo interno.

¿Sabes lo que es el tarro de agradecimiento? Hace unos días me enviaron esta información y me pareció excelente.   La idea es tener en un tarro,  frasco o envase grande,  en el que irás colocando todos los días pequeñas notas de agradecimiento a Dios por las experiencias, encuentros, sorpresas, regalos y todas las vivencias hermosas que vayas teniendo. 

Al finalizar el año y destaparlo, seguramente saldrán saltando los recuerdos y las alegrías con cada papelito.

Sin duda, es una manera de conectarse con el agradecimiento y con esto mantenerse en lo positivo y en alta vibración.

Se me ocurre que podría hacerse en familia, es especial con los niños. Compartir un tarro para anotar las bendiciones que vamos viviendo y leerlos juntos podría estrechar lazos, aumentar la confianza en la Divinidad y en la vida, y llenarse de optimismo.

Podríamos leer esos papelitos cada tres meses, o a mitad de año.

Hábito
El hábito de agradecer nos impulsa la salud física, emocional y espiritual. Esta es una manera divertida de fomentar ese hábito, porque escribimos todos los días,  en cualquier papelito que tengamos a la mano, incluso en una servilleta en la mesa.

Puede ser un buen complemento al diario de gratitud que también hemos recomendado en este blog.

Escribir puede relajarte, ver las cosas desde otras perspectivas, servir de catarsis y de conectarte con tus emociones más profundas.  Para los que piensan que necesitarían mucho tiempo para llevar el diario, porque consideran que implica escribir más largo, la idea del tarro puede ser atractiva.

Piensa que cada papelito es como monedas que vas lanzando en un bol y que atraen más abundancia, abundancia de experiencias enriquecedoras.

¿Qué agradecer?
Muchas veces creemos que de una situación que nos causa dolor, ansiedad, angustia o rabia no tenemos nada que agradecer. Sin embargo, es posible que al pasar el tiempo y recuerdes esa experiencia ya puedas ver algo positivo de lo vivido.

Aunque no lo veas en el momento, las situaciones difíciles pueden significar a la larga una ganancia en crecimiento personal y espiritual. Por eso podemos decir: Dios te agradezco lo positivo que pueda haber en esta situación, lo que me haga ser mejor persona.

Este ejercicio de agradecer en las situaciones difíciles nos puede preparar para aceptarla tal y como la estamos viviendo, y soltar y avanzar.

Una enfermedad, por ejemplo, nos enseña a valorar más la salud, a cuidarnos, a conectarnos con un yo más auténtico, a ser más humildes, más sensatos, etc. Agradecemos no tanto a la enfermedad, sino el bien que ella trae, la transformación que nos produce.

¿Cómo crees tú que verías ese papelito que escribiste en una situación difícil cuando ya ha pasado un tiempo? Seguramente podrás verlo con ojos más sabios.

Fe y manifestación
Agradecer es un acto de fe y un acto de manifestación.

Agradecemos el futuro y así lo decretamos como un presente. "Gracias Padre porque ya me has solucionado esta situación". "Gracias Padre porque ya me has dado la vivienda que quiero, y pronto se manifestará en el plano físico".

Gracias Dios por la existencia.

Gracias Divinidad por la humanidad.

Gracias Dios por la vida entera: la del planeta, la del universo, la de mis seres queridos de esta vida, la de mis seres queridos en todas mis vidas.

Gracias por haberme creado, y seguir creándome.

Que los ángeles de la gratitud nos bendigan y aumenten la alegría de agradecer cada día.
NOTA: Este texto fue publicado en mi blog Ser Espiritual, de la revista www.estampas.com
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