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Con la Luna nueva en Leo podemos hacer una valiosa siembra de nuestro intento, poniendo nuestro corazón y plexo al servicio del próximo año guiado por Júpiter en Virgo.
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¿Cuál es mi objetivo para los próximos meses? Entonces no sólo pongo la mente, si no, el corazón en lograrlo. Y en mi mente visualizo toda la alegría, belleza y orgullo que pueda traerme el alcanzar esos objetivos, el estar alinead@ con mi intento. ¿Qué se siente alcanzar un conocimiento y consciencia profundas en torno a mi relación de pareja? ¿Cómo se ve la posibilidad de alcanzar un nuevo nivel en mi profesión o servicio? ¿Qué se siente la expansión en mi casa o en mi trabajo? ¿Qué se siente ser sustentad@ económicamente por lo que antes era mi pasatiempo?
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Esta luna nos invita a poner el fuego al centro de nuestros deseos más profundos, para que nos guíe el corazón y no el ego, para que nos lleve el Universo mismo, con facilidad, con alegría.
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A partir del 11 de agosto y hasta el 9 de septiembre de 2016 Júpiter -el planeta de la expansión, de la espiritualidad, el maestro amoroso - estará en el signo de VIRGO (el signo de lo práctico, el orden, los resultados, la claridad). Nos espera un año completo de abrirnos a reordenar ciertas áreas de nuestra vida para obtener mayor claridad y la hermosa manifestación de una nueva realidad.
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Con Júpiter en Leo aprendimos, durante los últimos doce meses, a abrir el corazón a nuevas experiencias que nos hicieran sentir felices, plen@s, llenos de espíritu. Exploramos seguramente, nuevas maneras de religarnos con el Universo, dejando atrás viejos dogmas y creencias. Júpiter en Leo nos apoyó a ir por eso que en verdad ansiábamos con el corazón y que tenía que ver con nuestra prosperidad más íntima, sin miedo, sin pena, con alegría y esperanza profunda.
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Ahora, todo eso que descubrimos en nosotr@s con placer, con alegría, con brillo, nos toca ponerlo al servicio de la expansión a través del orden, la honestidad, la practicidad y el bienestar en general. Nos toca abrir nuestro servicio al mundo, anclad@s desde el corazón, con impecabilidad total.
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Con este tránsito si decimos una cosa, sentimos otra y actuamos otra, las personas que están a nuestro alrededor - sobre todo de quienes más nos importa su opinión - nos harán ver de inmediato la incoherencia, haciéndonos sentir incómod@s porque para ell@s será muy evidente nuestra conducta y nuestra falta de claridad y orden.
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Así, durante el mes de agosto y hasta mediados de septiembre tendremos la oportunidad de hacer una lista a consciencia de todas esas áreas en nuestra vida que requieren de impecabilidad, es decir, coherencia profunda. ¿De qué zonas en nuestra vida no nos hemos hecho cargo? ¿En dónde hemos dejado pendientes? ¿Con quiénes necesitamos cerrar ciclos? ¿Qué áreas ya no podemos dejar más a la negligencia del olvido y el descuido?
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A partir del 17 de septiembre comenzará la gran oportunidad de poner manos a la obra para resolver todos nuestros pendientes personales y poner nuestra energía en nuestro intento más preciado, sea éste erigirnos en una nueva empresa, limpiar nuestras relaciones de pareja, estudiar un posgrado, mejorar nuestra nutrición, aclarar nuestras rutinas, vivir dignamente de nuestro servicio -que antes sólo habían sido pasatiempo.
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Júpiter en Virgo, sin duda, nos invita a estar al servicio del mundo, del Universo, de nuestras relaciones. ¿Y cómo lo podemos hacer? Desde lo que mejor sabemos hacer. Podemos mirar qué es lo que hacemos con alegría, en qué lugares nos gusta estar y a quiénes podemos servir, porque ahora toca desarrollar más nuestras habilidades en servicio, reconociendo cómo podemos asistir mejor a l@s otr@s, cómo podemos ser parte de una sanación colectiva, mirando con amor en qué lugar del mundo nos toca estar y SER.
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Para much@s el llamado será estar al servicio de manera externa, en espacios colectivos, pero también much@s otr@s el llamado será entrar al servicio de la familia, de un@ mism@, de los hij@s, de la pareja. Recordemos que estando para nosotr@s en plena presencia y amor es que también estamos al servicio del Universo. No siempre vamos a requerir estar afuera, frente a los reflectores, para ofrendarnos al mundo, a veces el cultivo íntimo de nuestra propia salud (emocional, física, espiritual) es ofrenda más que suficiente para el regocijo del Universo y del mundo.
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Esta semana recordemos y tengamos muy presente que nosotr@s somos esa estrella que tanto deseamos alcanzar, y que sólo nos toca, en el camino, ir develando - con amor, con confianza, con belleza - nuestro brillo, para que podamos compartirlo con nuestras relaciones y ofrendarlo al Universo.
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