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La terapia con imanes es una práctica milenaria que ha demostrado ser efectiva, por lo que actualmente es bastante popular. Su uso se remonta a las culturas ancestrales entre las que se encuentran la china, hindú, árabe, hebrea y las antiguas dinastías egipcias, las cuales utilizaban imanes por sus propiedades terapéuticas. La misma Cleopatra dormía con una piedra de imán sobre la frente para retrasar el proceso de envejecimiento. Hoy, se conocen muchos otros usos para esta terapia.
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La Magnetoterapia es una técnica de aplicación de imanes de más de 1,000 gauss que se ponen en ciertas partes del cuerpo y actúa por ley de cargas, (cargas iguales se repelen y opuestas, se atraen), ya que lo que se trabaja son microorganismos muy pequeños que parecen cargas eléctricas.
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¿Cómo funciona?
La comunicación entre las células que constituyen los tejidos vivos se realiza por un sistema de ondas y en la comunicación intercelular fisiológica, dichas ondas se encuentran en concordancia. Con el imán se logra mover al microorganismo de su nivel de confort repeliéndolo.
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Su finalidad es variar el voltaje de las células que han sufrido una modificación de la energía derivada de una enfermedad. La creación de un campo magnético mejora el riego sanguíneo y optimiza la oxigenación de los tejidos celulares.
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Enfermedades que se pueden tratar
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Teóricamente, casi todas las enfermedades se pueden controlar o curar, aunque en la práctica hay muchas lagunas, por lo que se necesita complementar con otro tipo de técnicas, terapias o medicamento farmacológico para erradicarlas. La terapia con imanes puede ayudar a controlar enfermedades como Sida, Cáncer, Diabetes, entre otras, con un buen resultado; un 80% de los pacientes puede tener una vida normal sin necesidad de medicamentos con técnicas como por ejemplo, quitar los factores que están atacando al organismo y dejar que el cuerpo se rehabilite solo. También nos ayuda a combatir parásitos, bacterias, hongos, virus y otros gérmenes que son causa de diversas enfermedades.
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Método
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El procedimiento consiste en colocar los imanes en ciertas partes del cuerpo -previamente estudiadas para que éste se rehabilite. La duración depende de cada persona, puede ser de 20 minutos a 2 horas, y cada terapia es diferente para cada paciente ya que cada célula tiene un potencial eléctrico que es emitido a un ritmo determinado, cada órgano tiene su propio ritmo y presenta bandas de frecuencia que lo distinguen, es decir, cada individuo tiene su propio biorritmo.
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Esta terapia también ayuda a la prevención, es decir, tiene un protocolo para rastrear enfermedades y si no tiene ninguna por el momento, puede ayudar a evitar que la tengas.
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Cabe mencionar que las emociones también detonan enfermedades ayudándose de factores latentes dentro del cuerpo; la Magnetoterapia también sirve como una opción relajante.
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CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS
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• En casos de usar dispositivos electrónicos médicos que sean sensibles como marcapasos, desfibrilador, implantes cocleares del oído, etc.
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• Durante el embarazo. Aunque no se conozcan informes sobre los efectos negativos del campo magnético, es necesaria una precaución preliminar.
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• Durante hemorragias de cualquier origen. El campo magnético aumenta el riego sanguíneo de los tejidos y con ello, en algunos casos podría aumentar el sangrado.
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• En casos de dolor de origen desconocido.
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CONTRAINDICACIONES RELATIVAS
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• En casos de hiperfunción de las glándulas endocrinas (función elevada), no lo aplicamos en su zona.
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• En personas con un tumor diagnosticado y después de una operación de algún tumor maligno, o bien de un tratamiento de quimioterapia o radioterapia, la aplicación debe ser considerada por el médico.
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• En casos de una enfermedad infecciosa a una temperatura por encima de los 38 °C. Sin embargo, al mismo tiempo que con antibióticos, está totalmente indicada. Ayuda a mejorar su absorción y eficacia.
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• Tuberculosis activa –deber ser considerado por el médico
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• En enfermedades neurológicas con ataques como epilepsia, no se debe aplicar en la zona de la cabeza. Únicamente en caso de ser aconsejado por el neurólogo.
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• En enfermedades graves por micosis (fúngicas). Sin embargo, es indicada con el uso de una pomada o un antibiótico.
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• No se aconseja en combinación con radioterapia. Por el contrario, está indicada su combinación con tratamiento de luz o láser.
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En caso de cualquier duda acerca del tratamiento con magnetoterapia pulsante, consulte su uso con un médico especialista.
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