Publicado por Gabriel Lopez el 17 de Septiembre de 2014 a las 19:36
LA REINTEGRACIÓN DE LAS TRIBUS DEL MUNDO. LA VISITA DE PACHACÚTEC, EL NOVENO EMPERADOR INCA, EL SÍMBOLO Y LA PROMESA DE LO QUE PODEMOS LLEGAR A CONVERTIRNOS.
“Cuando suficientes Semillas estén despiertas, liberadas del miedo y de otros aspectos negativos del tercer y cuarto nivel de conciencia, las semillas del quinto nivel podrán brotar dentro de la humanidad y formar un Todo”. Querida Familia, hace días que el Imperio Inca, los conocidos como los Hijos del Sol, me viene rondando en el sentir. Encontré una bella profecía Inca que os comparto, para que nos de fuerza y esperanza en estos tiempos de mutación de una sociedad mental y enferma, a una sociedad solar y totalmente saludable. El sol representa a la Vida (lo sé muy bien porque vivo con un sol encarnado), y al decir que el sol representa a la Vida, no solo me refiero a nuestro alimento, la luz y la calidez que nos da, sino que sobre todo supone la conciencia solar que da base a sociedades humanas armónicas, como la sociedad que estamos llamados a conformar en este nuevo ciclo cósmico que comienza. Hay un emperador Inca que ‘casualmente’ lleva el nombre de Pachacuti o Pachacútec, que significa, TRANSFORMACIÓN. Fue el noveno emperador Inca, constructor del Machu Pichu, y fue considerado como un maestro luminoso fuera del tiempo, símbolo y promesa de lo que podemos llegar a convertirnos. Está ahora delante de mí, con su imponente aspecto, dado que estoy en mi segunda y aún más profunda transformación o despertar, su llegada a mi vida sé que significa la consolidación de algo, el punto de inflexión que me catapulta a una nueva forma de estar y percibir el mundo, a un nuevo sistema de creencias, limpio y sostenible para la Vida (totalmente nuevo, respecto al sistema de creencias que he sostenido –sobre lo que es la realidad- al estar encarnada en esta sociedad humana que está finalizando con el ciclo cósmico que termina). Siempre estamos en una transformación mayor y yo no me libro de ella. Agradezco este momento y la llegada de Pachacútec a mi vida. Pachacútec –imponente y serio- eleva su báculo de oro al sol, se toca la frente, lo besa y da con él tres golpes en tierra, activando algo que siento que me va a explicar. La llegada de Pachacútec a mi conciencia ‘Con la llegada de los españoles (europeos) el sol (emperador inca) cayó a la tierra’, ‘Con la llegada de Pachacútec a mi conciencia, el sol vuelve a Tierra’. Rowina Wamáni: Hola Pachacútec, creo que quieres explicarme algo importante. Pachacútec: Hola, sé que sabes quién soy. Rowina Wamáni: Bueno, sé lo que se dice de ti, pero no sé quién eres en verdad, en torno al Imperio Inca hay muchísimo misterio, y en torno al Machu Pichu, que tú mandaste construir, también lo hay. Te siento anciano, aunque tu apariencia sea de un hombre de mediana edad. Pachacútec: Soy un anciano en conciencia, vengo de muy lejos, de las estrellas, soy una esencia solar encarnada en humano, como tu compañero, solo que yo alcancé mayor magnificencia que tu compañero, porque el medio me lo permitía. Yo anuncio la transformación hacia una nueva civilización solar, soy el inicio de la misma, cuando activo la tierra, esa civilización solar da comienzo, donde activo la tierra (se refiere al cuerpo físico) es la tierra de los humanos que comienza a transformarse hacia un nuevo humano solar. Rowina Wamáni: ¿Te refieres al cuerpo físico? Pachacútec: Me refiero a todo lo que conforma tu Unidad de Vida como Ser Humano: cuerpo, mente y espíritu. Rowina Wamáni: Todo eso se transforma… Pachacútec: Todos esos cuerpos se acoplan mejor el uno al otro, conformando la sagrada unidad. Rowina Wamáni: ¿Y dónde queda el corazón? Pachacútec: En el espíritu, querida, el espíritu en el mensajero del Corazón Creador la chispa divina en ti que trae bienaventuranza. Rowina Wamáni: Hasta ahora, el ‘espíritu’ nos ha dado más bien dolor de cabeza, mira lo que hicieron los españoles con el Imperio Inca, hicieron caer al sol (Atahualpa Yupanqui). Traían el cristianismo para que los ‘salvajes incas’ –un imperio que les daba 1000 vueltas- se convirtieran en ‘civilizados’ y creyentes de Dios. Pachacútec: Esos seres malinterpretaron la Enseñanza Sagrada, la mal utilizaron e impusieron una cultura mezquina que ahora llega a su fin, para dar paso al amanecer de la Cultura del Sol, que prevalece en todas las sociedades armónicas. Rowina Wamáni: Pero esa Cultura del Sol no supondrá adorar al sol ¿verdad? Porque yo no pienso adorar a nadie. Pachacútec: No tiene que hacerlo, solo respetar, honrar y agradecer lo que trae a tu vida: evolución y cambio. Rowina Wamáni: El sol que viene ahora es un sol materno, ¿no? Pachacútec: El sol que viene ahora, querida Princesa Multicolor, es maternalmente femenino, sí. Rowina Wamáni: Y, ¿qué has venido a anunciarme? Pachacútec: Tu mayor transformación jamás antes experimentada, tu reconversión en un espléndido ser humano solar, con sus capacidades divinas rehabilitadas por conciencia. Rowina Wamáni: Muy bien, Pachacútec, dime ¿qué trae este nuevo Pachacuti? Pachacútec: Un cambio para bien extraordinario, querida. Rowina Wamáni: ¿Aún a pesar de la polaridad tremenda que hay entre los mentales y entre los sintientes? Pachacútec: Precisamente por eso, la separación de las dos realidades interiores es tan clara, que eso ha de evidenciarse en la vida cotidiana, en vuestro escenario común. Rowina Wamáni: También hay mucho dubitativo entre los sintientes, no es oro todo lo que reluce en ellos… Pachacútec: Su corazón sí reluce, no sus acciones. Serán ayudados para poner la balanza de la vida en su corazón, y no ya en su mente. Rowina Wamáni: Me alegro mucho por ellos, para que puedan experimentar en sus vidas cotidianas la bondad de sus corazones. Gracias por lo que has activado hoy en mí. Pachacútec: Es una activación mucho más grande de lo que ahora alcanzas a comprender. Querida Familia, yo soy la unidad en la diversidad, eso es lo que represento, ese es mi don. Si Pachacútec ha venido a anunciarme esa transformación, a mí, que represento la unidad, es porque ya hay muchos otros seres humanos sintientes listos para convertirse en seres humanos solares. Hoy, más que nunca, hemos de permanecer centrados en nuestro corazón, en nuestra luz interior. Son momentos trascendentales, en los que estamos a punto de dar un paso que supondrá un antes y un después en la forma de percibir y vivir nuestra vida. Veamos lo que nos dicen los queros y los incas sobre la profecía del vuelo conjunto del águila y del cóndor y de su significado. Una profecía muy optimista… LA PROFECÍA INCA DEL VUELO CONJUNTO DEL ÁGUILA DEL NORTE Y DEL CÓNDOR DEL SUR Las profecías andinas -principalmente las incas- están centradas en el concepto de transformación, conocido como Pachacutec o Pachacuti. Pacha quiere decir el cosmos o la Tierra, mientras que Cuti significa darle vuelta, corregir. Pachacuti o (Pachacutec) fue el nombre dado al noveno soberano Inca, quien construyó a Machu Pichu y al Imperio de los Niños del Sol. Así como lo implica el nombre él fue el transformador de la sociedad inca que inició a la quinta era mundial inca, o el quinto sol, que irónicamente también trajo el final del mundo inca. El tiempo del Pachacuti o Pachacutec trajo la venida de los conquistadores españoles y finalmente la destrucción del imperio. En un furor de violencia, la orden cultural más alta que los Andes ha conocido fue rápidamente derrocada. Las profecías incas andinas predijeron el regreso del Pachacuti (Pachacutec), pero no son profecías de fatalidad – prometen un comienzo humano nuevo, “un milenio de oro en la Tierra”. Ellas hablan del potencial que viene al “salir fuera del tiempo”, lo cual no es simplemente un concepto metafórico sino que un logro concreto que puede despertar a toda la gente del mundo. Cuando nos salimos fuera del tiempo, dejamos a todos los conceptos pasados y toda la percepción que resulta de nuestra noción normal del tiempo y el espacio. Tal cambio nos da el potencial de recrearnos a nosotros mismos en un paradigma totalmente nuevo. De acuerdo con Villoldo, las profecías hablan de un “desgarro en la tela del tiempo”. Los ancianos andinos reconocen que éste evento, que es un fenómeno perceptible, le presenta a la humanidad una oportunidad enorme. Si somos capaces de renuncia de cada concepto limitante que tenemos acerca de nosotros, finalmente veremos el esplendor pleno de lo que podemos ser -lo que la gente de la cultura inca siempre ha sabido. Que somos, en efecto, semillas de luz divinas – somos semillas de dios. Las profecías andinas implican que las entradas a otras dimensiones se están abriendo otra vez. Américo Yabar se refiere al tiempo actual de Pachacuti como “el tiempo de la semilla nueva”. La humanidad nueva que resultará será capaz de percibir al Universo en una forma radicalmente diferente; vamos a poder salir fuera del tiempo lineal. Las profecías también hablan del tiempo del Mastay, o la reintregación de la gente de las cuatro direcciones. Los Qéro (Quero) y otros andinos han ofrecido sus enseñanzas para ayudarle al mundo a prepararse para el Gran Mastay. Así como ellos lo expresan, el tiempo ya viene para que la Gran Águila del Norte y el Gran Cóndor del Sur (refiriéndose a las Américas como un todo) vuelen juntos otra vez. Las enseñanzas incas andinas involucran a Mosog Karpay, una ceremonia especial en la que la semilla de Pachacuti se dice que se coloca en el cuerpo luminoso de cada destinatario, de esta forma a través de una transmisión energética, conectando al individuo con el poder del linaje antiguo, el semillero de Wiracocha. Dentro de la semilla están todos los códigos de luz del cuerpo de los incas, los seres dioses conectados directamente con las estrellas. Existen muchos caminos para el despertar de la semilla de la divinidad en todos nosotros. Por medio de la oración (el habla sagrada), por medio de la ceremonia y el ritual (las acciones sagradas), por medio de transmisiones directas (la gracia sagrada), y por la práctica del Ayni (el ser sagrado), las semillas dentro de nosotros pueden despertarse y prosperar. Sin embargo, estas semillas no se despertarán hasta que nosotros nos deshagamos de las creencias falsas que nos dicen que estamos separados de la naturaleza. Para despertar necesitamos liberarnos de la visión del mundo cartesiana limitada y que nos reunamos con la Madre Cósmica divina. En éste contexto Alberto Villolldo expone que para ganar tal expansión de conciencia, los occidentales primero requieren despojarse del mito que fuimos expulsados y separados de la fuente divina. “Somos la única gente en el mundo que fuimos expulsados. Toda la gente primitiva (nativos americanos, indios, amerindios, etc…) tienen una comunión con la Tierra y todo lo que le pertenece a ella. Ellos todavía pueden caminar por la Tierra, pueden todavía hablar con los árboles, los ríos y los ríos les contestan”. Necesitamos ofrecerle a la pachamama (Tierra) nuestro Ayni (ser sagrado) más alto. Este puede ser la única cosa más importante que podamos hacer, ya sea ambos como individuos o como una comunidad humana. El parecer andino holístico de la importancia de las interrelaciones también se extiende a los tipos de personas y a las culturas. En este parecer hay tres tipos de gente: -Los que tienen conocimiento, conocido como Yachay. -Los que tienen amor y sentimientos, conocido como Munay. -Los que tienen la habilidad de manifestar, conocida como Llankay. La gente europea se dice que personifica en su mayoría al gran poder intelectual de Yachay. La gente del Norte América se dice que tienen el poder físico más desarrollado y la voluntad fuerte que los lleva a la acción en el mundo externo, correspondiendo a Llankay. Y los indios de Sur América se dice que poseen el amor más grande, representando a Munay. Sin embargo, de acuerdo al pensamiento andino, ninguna de las habilidades es superior o completa en sí. La gente de todas esas cualidades se complementan entre sí, y sólo cuando éstas tres modalidades trabajen juntas existirá una humanidad unificada. Además, y mucho más importante, éstos tres aspectos -la mente, el cuerpo, y el corazón, así como las tres piedras simbólicas que los mayas fijan en sus hogares, deben ser mezclados dentro de cada individuo. Los desequilibrios dentro de los individuos, dentro de culturas separadas, y dentro de la humanidad en su totalidad, deben ser corregidos. El concepto andino antiguo de las relaciones tiene mucho que ofrecer a nuestro mundo moderno. Éste le hace hincapié a que todos debemos trabajar juntos en cooperación, juntando nuestros puntos fuertes y débiles como individuos y como un colectivo, en el espíritu de intercambio y reciprocidad. Sólo a través del espíritu de reciprocidad vamos a completarnos como individuos y como humanos. Fuente: Judith Bluestones P. “El regreso de los niños de la luz: Profecías de los incas y los mayas para un nuevo mundo”. Profecías de los Queros Incas “Sigue tus propias huellas, aprende de los ríos, árboles y rocas. Honra a tus hermanos y hermanas. Honra a la Madre Tierra y al Gran Espíritu. Hónrate a ti mismo y a toda la Creación. Mira con los ojos de tu alma y comprométete con lo esencial”.