Tú no estás encarcelado como piensas. Estás dormido.
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Son tus pensamientos y tus creencias las que te limitan. Yo sé que hay una “loca de la casa” que nunca para y que te dice y cuenta muchas cosas.
¿Sientes que, no importa dónde te muevas, sólo puedes llegar a un cierto punto, y como que te enfrentas a una pared que te impide llegar más lejos?
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Sí, posiblemente exista esa pared que te lo impida: ¡son las Memorias! Muchas de otras vidas. Experiencias que has vivido que ni te acuerdas pero que te están “hablando y controlando” todo el tiempo.
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Las paredes están allí por una razón. No están allí para mantenerte afuera. Están allí para ver cuánto realmente lo quieres, cuánto realmente confías.
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No te identifiques con la mente y esas limitaciones. Tu intelecto no sabe quién eres. Tampoco puede ver todas las posibilidades.
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