ALMAS GEMELAS, ALMAS COMPAÑERAS, ALMAS DHÁRMICAS Y KÁRMICAS
ENVIADO POR CARMEN
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Todos estamos a la búsqueda de un amor perfecto. Los científicos nos explican que esa búsqueda tiene que ver con el funcionamiento de nuestras hormonas, antiguos rituales de cortejo o un "complejo materno" no resuelto. Es posible que haya algo de esto, pero debajo de estas explicaciones parciales, se esconde una profunda verdad espiritual.
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Y esa verdad espiritual es que existe -en alguna parte de este inmenso Universo- un ser que puede amarnos más allá de todo lo que conocemos: lo llamamos nuestra alma gemela.
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El término ha sido tan manipulado, que se hace necesario marcar una distinción importante: la que existe entre almas compañeras o afines, almas gemelas y almas karmáticas.
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ALMAS COMPAÑERAS
Cualquier miembro de la familia puede ser un alma compañera. Venimos encarnando juntos como grupo de almas que trabajan temas de crecimiento específicos; por ejemplo: un grupo de parientes, caracterizados por una crítica despiadada puede haber decidido encarnar juntos para trabajar temas como la tolerancia y la aceptación incondicional del otro.
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En experiencias cercanas a la muerte se ha determinado que muchas personas -al morir y ascender a niveles superiores- se encuentran con sus parientes muertos, pero no siempre con su cónyuge muerto. Incluso se encuentran con personas a las que no conocen, pero que sienten que son sus familiares. Esto reforzaría la idea de una encarnación grupal.
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Asimismo, atraemos personas (amigos, colegas cercanos, parejas, etc.) cuya frecuencia es similar a la nuestra y con las que también tenemos trabajo espiritual que hacer (por ejemplo, en el colegio, pude haberme acercado al grupo más revoltoso, porque nuestras almas querían experimentar juntas con las consecuencias que trae el quebrar normas establecidas).
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Hay dos tipos de almas compañeras: las kármicas y las dhármicas.
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ALMAS COMPAÑERAS KÁRMICAS: aquellos con los que puede haber cierto antagonismo, debido a que tenemos asuntos pendientes que resolver que proceden de otras vidas. La clave para liberarnos de esta relación es el perdón; por ejemplo, vínculo conflictivo con un jefe autoritario.
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ALMAS COMPAÑERAS DHÁRMICAS: aquellos que se acercan a nosotros porque tenemos temas que trabajar juntos, pero desde la afinidad y la ayuda mutua. Si bien pudo haber vidas pasadas juntas, no hay deudas o conflictos previos. Uno se siente automáticamente atraído hacia ellos; por ejemplo, un maestro de escuela que nos enseñó algo más que la lección diaria.
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Los amigos muy cercanos, las personas que consideramos maestros de nuestra vida y cualquier persona que consideremos de gran influencia, son almas compañeras.
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Las personas que atraemos en el área del amor de pareja contienen información muy útil respecto a nuestras vidas pasadas. Para empezar, suelen parecerse a como fuimos en otras vidas (por ejemplo, si una mujer atrae hombres agresivos y dominantes, es probable que haya sido ella misma un hombre con esas características en vidas anteriores).
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Cuando decimos "me enamoré en cuanto lo vi", en realidad, estamos reaccionando al reconocimiento de que esa persona ha tenido que ver con nosotros en vidas pasadas.
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A veces nos encontramos con un alma compañera sólo para casarnos y tener hijos juntos. Una vez resuelto el vínculo que traíamos de otras vidas (por ejemplo, una compensación kármica por un vínculo con poco compromiso en vidas anteriores) la relación termina.
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A veces, el karma fundamental que un niño tiene que resolver es con su madre, y si no existen condiciones kármicas que dispongan otra cosa, el padre desaparecerá de su vida.
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A veces, el karma es solo entre hermanos, y ambos padres desaparecen. Las personas abandonadas al nacer y dejadas en instituciones específicas, tienen un karma que resolver con las personas que los atienden allí o -eventualmente- con sus padres adoptivos.
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(NOTA: “Desaparecer” no significa, necesariamente, que se vayan de nuestras vidas, que no estén físicamente presentes, sino que se refiere al hecho energético).
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ALMAS O LLAMAS GEMELAS
El alma gemela es algo diferente, es nuestra otra mitad.
En el origen, éramos entidades únicas, chispas de la Divinidad. Ante el Creador, acordamos descender al plano de la tercera dimensión a continuar la Obra Creativa, cumpliendo una Misión Conjunta. Dado que el mundo que conocemos es el reino de la dualidad, tuvimos que dividirnos en dos mitades. El plan consiste en vivir vidas separadas y cumplir funciones diferentes, hasta que, habiendo experimentado todas las formas de nuestras cualidades únicas a través de distintas encarnaciones y recuperado nuestro recuerdo de quien somos en realidad, estemos preparados para el reencuentro. Una vez logrado, podremos cumplir nuestra Misión Conjunta.
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Puede estar encarnado o no; pero, siempre que aparece en nuestra vida es para mostrarnos los aspectos elevados de nuestra alma y el camino hacia el cual dirigirnos para seguir creciendo. Nos acerca a nuestro propósito elevado.
Tenemos muchos compañeros de alma, pero una sola alma gemela.
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Lo que se siente cuando uno se encuentra con esta persona es algo que no se puede describir con palabras. Es un amor más allá de toda dimensión.
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A lo largo de la vida, van apareciendo distintos maestros que nos recuerdan que existe un alma gemela que encontrar (por ejemplo, personas que nos hablan del tema, libros que leemos, conferencias sobre el tema). Pero, para que el recuerdo de quien es quien pueda resonar en nosotros y la unión se pueda producir, es preciso estar al mismo nivel de evolución.
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Una vez que nos reunamos con el alma gemela, podremos viajar a otras galaxias, experimentar otras formas de vida o, simplemente, regresar flotando hasta el Centro de la Fuente de Creación.
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Para que aparezca, hay que llamarlo. En lo posible, a diario. Es un permiso que le damos para que se acerque. Puedes utilizar la Invocación propuesta en la segunda parte de este artículo.
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Si creemos estar ante nuestra alma gemela y la persona no parece darse cuenta o nos rechaza, debemos entregar la situación al Universo. Lo más probable es que ocurra alguna de las siguientes alternativas:
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a) la persona cambia su actitud hacia nosotros, se acerca, cambia;
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b) aparece otra persona con las cualidades necesarias para este tipo de vínculo.
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Si tu alma gemela no ha aparecido aún, no tienes que preocuparte. Cada persona con la que te vincules es un maestro en el gran aprendizaje del amor. Trata de aprovechar al máximo cada encuentro personal y estarás más y más cerca de tu alma gemela. Si esta no ha aparecido es una señal de que todavía tienes mucha estructura que transformar en tu vida.
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CARACTERÍSTICAS TÍPICAS DE UNA RELACIÓN CON EL ALMA GEMELA
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Para identificar una relación que podría caracterizarse como de "almas gemelas", busca los siguientes indicios:
1) A menudo no es nuestro tipo de pareja.
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2) A nivel racional, uno podría presentar mil razones para no involucrarse con esta persona.
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3) Sincronicidad de encuentros. El Universo parece confabularse para acercarnos a esta persona.
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4) Surgen muchas intuiciones respecto a esta persona.
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5) Sentimos una urgente necesidad de llamarlo o encontrarnos con él / ella.
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6) Los roles suelen invertirse. Si éramos una persona que solía tomar la iniciativa, con esta persona asumimos una actitud más pasiva.
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7) Un patrón interesante que suele aparecer es que inmediatamente antes de encontrar el alma gemela hayamos estado involucrados en algún tipo de "amor imposible". Una vez que nos liberamos de esto, el alma gemela suele aparecer. En general esto sucede muy rápido.
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Y recuerden esta frase: "Nuestro Padre, que nos ama, tiene todo para darnos. Está en nosotros aceptarlo. Sé tu fe, y lo mejor sucederá".
Desconozco al autor.
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GUÍA A TI A TU ALMA GEMELA. Omraam Mikhaël Aïvanhov
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Aún después de haber sufrido fracasos y decepciones, ¡cuántos hombres y mujeres se obstinan en creer que no ha sido a causa de una comprensión defectuosa del amor, sino porque todavía no han encontrado a la persona que les conviene,… al ser ideal,… a su alma gemela! ¡Cómo si la felicidad dependiese de un encuentro que vayamos a hacer por milagro o por casualidad! Pues bien, no es así como suceden las cosas. Debéis saber que el alma gemela no se presenta como un hombre o una mujer con quien vais a encontraros súbitamente y por quien vais a sentir un flechazo. El encuentro con el alma gemela es, en primer lugar, un proceso psíquico mediante el cual la parte superior de vuestro ser atrae a su parte complementaria.
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Tenéis que haber trabajado durante mucho tiempo sobre vosotros mismos para poder ser dignos de atraer vuestra mitad divina; pero, cuando por fin logréis establecer la conexión, sentís que ella está ahí, porque habita en vosotros.
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¿Queréis encontrar verdaderamente a vuestra alma gemela? No salgáis en su búsqueda, sino concentraos en la luz: el alma gemela vendrá entonces, atraída por esta luz que verá brillar en vosotros. Vosotros no sabéis dónde se encuentra vuestra alma gemela, pero ella sí que sabe dónde estáis vosotros. Basta con esperarla interiormente: ella vendrá.
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