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Un regalo poco común y la Luz más preciada. 

Una maravillosa enseñanza desde el corazón de Juan, el Amado, que revela que la llama violeta es segura para llevarte a la semejanza de tu Santo Ser Crístico:

“Jesús me otorgó el regalo de la llama violeta, un regalo muy especial, exclusivo, para mi corazón. Entonces, mediante la llama violeta, un regalo poco común y el más preciado, yo también ascendí al término de esta encarnación. Sabed, amados, que para mí, este regalo fue el que hizo la diferencia, asegurando mi victoria, a diferencia de los otros de los apóstoles, que esperaron dos mil años para su victoria.    

 “…Para percibir el milagro de la llama violeta más que el mero hecho de decretar, sentid que es el regalo de la vida eterna, haciendo posible todo lo que hacéis, acercaros a esta llama con reverencia del amor y el sentido del gran valor que tiene [para impartiros] que os permitirá transmitirlo al prójimo, para darlo como la Luz más preciada, que es la clave y que marca la diferencia entre la vida eterna y la reencarnación continua.”

 “Por lo tanto, tomad estas palabras como cálices de la llama violeta:

“He aquí, qué amor nos ha concedido el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios: por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció.

Amados, ahora nosotros somos los hijos de Dios, y aún no ha aparecido lo que seremos, mas sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él; porque lo veremos tal como él es.

Y todo hombre que tiene esta esperanza, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Juan 3:1-3

 “Estas palabras fueron escritas, amados, en el pleno conocimiento del poder transformador de la llama violeta del Amor del Espíritu Santo. La absoluta certeza de que seréis hallados en la semejanza de vuestro Cristo, es la garantía de la llama violeta”. 
Juan El Amado 7/10/1990

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