Reflexión del Montañista
Elige la montaña que deseas subir, no te dejes llevar por los comentarios de otros, como: “aquella es más bonita” o “esta es más fácil” Debes estar seguro de lo que haces. Has de saber llegar hasta delante de ella, lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real.
Prueba todos los caminos, los senderos, hasta que un día estés delante de la cima que pretendes al...canzar. Aprende de quien ya camino por ahí, por más que te reconsideres único siempre hay alguien que tuvo ese mismo sueño antes y acabó dejando marcas que pueden facilitar la caminata. Los peligros vistos de cerca son vencibles, presta atención a tu alrededor, el paisaje cambia, con que ¡Aprovéchalo! Claro que es necesario tener un objetivo fijado.
A cada metro conquistado puedes ver un poco más lejos, aprovéchalo para descubrir cosas que aún no habías advertido. Respeta tu cuerpo. Solo consigue subir una montaña quien presta al cuerpo la atención que merece. Respeta tu alma. No te repitas todo el tiempo: “voy a conseguirlo” tu alma ya lo sabe. Lo que ésta necesita es usar una larga caminata para poder crecer y extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. Prepárate para caminar un kilómetro de más, en lo que parecía cerca esté aún muy lejos eso no llega a ser un problema.
Alégrate cuando llegues a la cumbre, ¡Llora!, ¡Da palmas! ¡Grita a los cuatro vientos que lo has conseguido!, ¡Que bien! Lo que antesera un sueño, una visión distante ahora es parte de tu vida ¡Lo has conseguido! Has una promesa, aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías y dite que a partir de ahora la usarás durante el resto de tus días. Promete también descubrir otra montaña, ¡Cuenta tu historia! Y otras personas sentirán entonces el valor para afrontar sus propias montañas.
Paulo Coelho.