Enviado por Daniel Chihuahua Miranda
La realidad no solo se debe comprender, se debe cambiar.
Porque afanarnos tanto en descubrir si somos alguien, cuando lo que debemos descubrir es “que debemos hacer”. Nosotros por el hecho de existir ya somos alguien, pero no comprendemos, seguimos las palabras de nuestros padres “hijo, estúdiate, supérate, se alguien en la vida” estas palabras son totalmente erróneas, nos hacen creer que si no tenemos un estudio, una relación amorosa, un empleo decente, no seremos alguien, y en nuestro afán de ser ese alguien nos perdemos en el camino, surge una frustración, surge el miedo.
Porque no liberarnos de las cadenas que nos atan a tratar de ser alguien, cuando una persona busca ser alguien toma un modelo, pero resulta ser que ese modelo es otro ser humano (que muy probablemente si supo que en la vida no hay que ser alguien sino algo) y resulta que ese ser humano no es un absoluto, se equivoca, se levanta, come, va al baño y llega un momento en que puede que esa persona que la teníamos en un pedestal como un modelo se derrumba porque nos dimos cuenta que no era lo que esperábamos, y surge una frustración porque se callo lo que nosotros veíamos como un modelo a seguir.
Cuantas personas conocemos que no se sienten seguras de si mismas, bueno es por ello, porque no se conocen así mismas, no saben de su potencial y peor aun, quieren copiar, esa es una raíz muy profunda que hay que arrancar del subconsciente.
Que es lo que queremos lograr
Independientemente de la actitud de cada persona, todos queremos lograr algo, y eso nos lleva a llevar un ritmo de vida, por lo regular este ritmo de vida no suele ser rutinario (amenos que tu decidas).
Pareciera que es una pregunta fácil, pues no lo es, porque para poder responder, primero tienes que tener la fuerte convicción de que ya eres alguien, tú mismo exígete, pregúntate: que demanda la sociedad de mí, que puedo dar yo y más importante, que demando yo de mí mismo.
Rencuentro con mí "yo"
A todos nos gustaría que siempre se nos entregara todo en bandeja de plata, pero sinceramente pienso, que bueno que nos cuesta conseguir las cosas porque así las apreciamos más, me pregunto “que piensan aquellos que solo reclaman a la sociedad” y me respondo a mí mismo “porque se sienten con la autoridad de exigir y ellos no han puesto de su parte”, es curioso ver que aquellos que aportan más a la sociedad son los que menos se quejan y los que no aportan se quejan más, que interesante, en el libro “vuelo del águila” se menciona que un joven fue al bosque a sufrir y reclamar en silencio, cuando el águila lo ve este le pregunta, que has dado tu, el joven más sorprendido por la pregunta que por el hecho de que águila le haya hablado, este no supo responder, y así es en la actualidad, exigimos demasiado y damos muy poco o nada, seguimos creyendo en que si primero nos hacen un favor a nosotros, nosotros no lo haremos, y así es la cadena, no estamos dispuestos a dar el primer paso, que lindo seria poner el ejemplo de tender la mano sin que nadie te la haya tendido a ti primero.
Esperanza realizada
Cuando ya por fin nos damos cuenta de que somos alguien, ya nos trazamos un camino, ya tendimos la mano y dimos el primer paso asía un crecimiento espiritual y mental, ahora el paso que sigue es enseñarle a los demás el camino.
Nunca debemos quedarnos con lo que se nos enseña, tenemos que tener la disposición de instruir a los demás, si quieres que los demás aprendan, enseña pacientemente y con amor, sin hacer sentir que aquella persona vea en ti una salida.
Superación personal (desde la perspectiva de la persona que ayuda)
Aquellos que han logrado encontrarse consigo mismos, ahora tiene otra tarea, la de seguir a delante, las personas de gran valor miran hacia delante sin arrogancia, ayudan al caído sin llevarlos cargados sobre sus hombros, sus palabras son más fuertes que cualquier otra cosa porque trasciende espacio tiempo, son las personas que han comprendido perfectamente lo que Jesús dijo en una ocasión, “recuerden que cuando odio a alguien, me odio a mí mismo” y eso perfora la mente de quien lo oye, es simple de entender, todo aquello que deseo para los demás, lo deseo primero para mí mismo, cualquier persona podría decir que esto es ley del carma, pero es más simple que eso (el carma), por ello sin razón aparente muchas personas sufren, bueno es porque ellos mismos lo provocaron, recordemos que aceptar a una persona como es no es fácil, pero no por ello debemos desear el mal.
Por ultimo
Hay que estar dispuesto a darlo todo, porque nada nos pertenece.
Daniel Chihuahua Miranda
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