¡No existe el paraíso! El paraíso es una creación de la mente.
¡Y no existe el infierno! También eso es una creación de la mente. El infierno no es más que la pérdida del paraíso; eso es todo. Primero lo creas, y luego lo echas en falta porque no lo tienes. Y esa gente, esos curas, los envenenadores, siempre te ayudan a que desees. Primero crean el deseo; entonces el infierno viene detrás; luego ellos vienen para salvarte.
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Una vez estaba conduciendo por una carretera muy rudimentaria. Era verano y de repente llegué a un tramo de carretera tan enlodado que no podía entender cómo había llegado a estar así. No había llovido. El tramo tenía casi medio kilómetro de largo, pero pensé que no podía ser muy profundo de modo que seguí conduciendo el coche. Me metí en él y entonces me quedé atascado. No solamente había fango; tenía muchos baches. Entonces esperé a que alguien llegara para ayudarme, algún camión.
¡Y no existe el infierno! También eso es una creación de la mente. El infierno no es más que la pérdida del paraíso; eso es todo. Primero lo creas, y luego lo echas en falta porque no lo tienes. Y esa gente, esos curas, los envenenadores, siempre te ayudan a que desees. Primero crean el deseo; entonces el infierno viene detrás; luego ellos vienen para salvarte.
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Una vez estaba conduciendo por una carretera muy rudimentaria. Era verano y de repente llegué a un tramo de carretera tan enlodado que no podía entender cómo había llegado a estar así. No había llovido. El tramo tenía casi medio kilómetro de largo, pero pensé que no podía ser muy profundo de modo que seguí conduciendo el coche. Me metí en él y entonces me quedé atascado. No solamente había fango; tenía muchos baches. Entonces esperé a que alguien llegara para ayudarme, algún camión.
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Un granjero llegó con un camión. Cuando le pedí que me ayudara, quiso cobrarme veinte rupias. De modo que le dije, "¡De acuerdo! Toma tus veinte rupias, pero sácame de aquí". Cuando hube salido, le dije al granjero, "Con este precio debes estar trabajando en esto día y noche". El dijo, "No, por la noche no, porque entonces he de transportar el agua desde el río hasta esta carretera. ¿Quién te crees que ha puesto ahí todo este lodo? Y luego he de dormir un poquito porque al amanecer empieza el negocio".
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Así son los sacerdotes. Primero crean el fango acarreando el agua desde el lejano río. Y luego tú te enfangas y entonces ellos te ayudan. No hay un paraíso y no hay un infierno; ni cielo, ni infierno. Estás siendo explotado y serás explotado a menos que dejes de desear.
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OSHO / Yoga: La Ciencia del Alma Vol. II
Un granjero llegó con un camión. Cuando le pedí que me ayudara, quiso cobrarme veinte rupias. De modo que le dije, "¡De acuerdo! Toma tus veinte rupias, pero sácame de aquí". Cuando hube salido, le dije al granjero, "Con este precio debes estar trabajando en esto día y noche". El dijo, "No, por la noche no, porque entonces he de transportar el agua desde el río hasta esta carretera. ¿Quién te crees que ha puesto ahí todo este lodo? Y luego he de dormir un poquito porque al amanecer empieza el negocio".
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Así son los sacerdotes. Primero crean el fango acarreando el agua desde el lejano río. Y luego tú te enfangas y entonces ellos te ayudan. No hay un paraíso y no hay un infierno; ni cielo, ni infierno. Estás siendo explotado y serás explotado a menos que dejes de desear.
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OSHO / Yoga: La Ciencia del Alma Vol. II
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Comentarios
me fascina es una gran verdad la religión es el opio del pueblo.
No me gusta, me Encanta! Gracias, Bendiciones.
Osho, que gran maestro. Gracias.