Citas de Jiddu Krishnamurti sobre el sufrimiento:
Permanecer con el dolor
¿Podemos permanecer con el dolor? ¿Puede uno mirar el dolor, sostenerlo, sostenerlo como una joya preciosa, sin escapar, sin reprimir, sin racionalizar, sin buscar su causa, sino simplemente sostenerlo como sostendría una jarra de agua? Sostener eso que llamamos sufrimiento, dolor, como la soledad que uno siente cuando pierde a un hijo, no escapar de esa soledad, no reprimirla, no racionalizarla intelectualmente, sino mirar esa soledad, comprender su profundidad, su naturaleza.
La mente que no mide
La mente que no mide
El sufrimiento tiene fin
El sufrimiento nos sigue igual que una sombra, y parece que no somos capaces de solucionarlo… El sufrimiento tiene fin, pero no termina a través de ningún sistema o método. Cuando percibimos ‘lo que es’, cuando vemos con claridad ‘lo que es’, entonces no hay sufrimiento tanto si se trata del hecho de que la vida no tiene sentido, el hecho de que su hijo, su hermano o su esposo ha muerto; cuando vemos el hecho tal como es, sin interpretaciones, sin ninguna opinión, sin ningún ideal o juicio, entonces creo que el sufrimiento termina.
Obras completas, tomo XI
El sufrimiento y el pensamiento
¿Qué es eso que dice, “sufro”, “soy miserable”, “llevo días en conflicto, desdichado, desesperado”? ¿Qué es esa cosa que repite constantemente, “no puedo dormir, no me siento bien”, “soy esto o aquello”, “soy infeliz”, “no me mira”, “no me ama”, qué es ese algo que constantemente se habla a sí mismo? Sin duda, es el pensamiento. Regresamos al tema inicial, el pensamiento, que busca placer y al no conseguirlo se queja, “he perdido a alguien a quien amaba y me siento solo, soy un miserable, siento un dolor profundo”, lo cual es lástima, pena de uno mismo.
Charlas y diálogos en sanen, 1968
La mente utiliza el sufrimiento... para enriquecerse a sí misma
Es evidente que una mente que sufre se vuelve insensible porque el sufrimiento se convierte en su ocupación; la mente utiliza el sufrimiento como medio para su propia protección. Mi hijo muere, o mi esposo muere y me quedo solo; no tengo compañía y siento que mi vida se me escapa. De modo que sigo sufriendo y mi mente no se interesa en liberarse del sufrimiento sino que convierte el sufrimiento en otro recurso de mi vida. La mente utiliza el sufrimiento al igual que utiliza la alegría, para enriquecerse, porque la mente cree que si no está ocupada es pobre, vacía, embotada. Esa ocupación de la mente crea su propia destrucción. El sufrimiento no debe tener más importancia que la que tiene la alegría. La mente debe comprender por qué existe el sufrimiento pero no debe estar ocupada por el sufrimiento. La mente busca seguridad, tanto si sufre como si está alegre de modo que el sufrimiento se convierte en una forma de seguridad. Esto que estoy diciendo no es algo cruel, porque si lo piensan, si lo miran, verán cómo la mente se engaña a sí misma. Tan sólo la mente que no está ocupada es inteligente y sensible.
Obras completas, tomo VIII
El sufrimiento no es el camino hacia Dios
El sufrimiento pervierte y destruye la mente. El sufrimiento no es el camino hacia la verdad, hacia la realidad, hacia Dios o cualquier nombre que quieran darle. Hemos tratado de ennoblecer el sufrimiento diciendo que es inevitable, necesario, que trae comprensión, etc. Pero la verdad es que cuanto más sufre uno, más deseoso está de escapar, de crear una ilusión, de encontrar una salida. Según me parece, una mente sana, saludable, debe comprender el sufrimiento y estar completamente libre de él. Ahora bien, ¿es eso posible?
Obras completas, tomo XII
El sufrimiento tiene fin
El sufrimiento nos sigue igual que una sombra, y parece que no somos capaces de solucionarlo… El sufrimiento tiene fin, pero no termina a través de ningún sistema o método. Cuando percibimos ‘lo que es’, cuando vemos con claridad ‘lo que es’, entonces no hay sufrimiento tanto si se trata del hecho de que la vida no tiene sentido, el hecho de que su hijo, su hermano o su esposo ha muerto; cuando vemos el hecho tal como es, sin interpretaciones, sin ninguna opinión, sin ningún ideal o juicio, entonces creo que el sufrimiento termina.
Obras completas, tomo XI
Mirar al sufrimiento desde el silencio absoluto
Existe el enorme hecho del sufrimiento que el hombre nunca ha sido capaz de superar; puede escapar por medio de la bebida, a través de diferentes escapes, pero eso no termina con el sufrimiento, sólo son evasiones. Ahora bien, el sufrimiento es un hecho, un hecho igual que lo son la muerte o el tiempo, ¿puedo mirarlo desde un silencio absoluto? ¿Puedo mirar mi propio sufrimiento en completo silencio, no a esa cosa que por su magnitud, por su envergadura, es tan compleja que me obliga a estar quieto, sino todo lo contrario, puedo mirarlo, consciente de su magnitud y de la extraordinaria complejidad de la vida, de la vida y de la muerte? ¿Puedo mirarlo en su totalidad, de forma objetiva y en silencio? Creo que esa es la solución. Utilizo la palabra “creo” por cautela, pero en realidad es la 'única' salida.
Charlas y diálogos en Sanen, 1968
No escapar del sufrimiento
El sufrimiento provoca un gran impacto en el sistema nervioso, como un golpe en toda la estructura física y psicológica del ser. Por lo general, tratamos de escapar tomando drogas, alcohol o a través de alguna religión, o nos volvemos cínicos, o aceptamos las cosas como inevitables.
¿Podemos investigar esta cuestión profundamente, con seriedad? ¿Es posible no escapar del sufrimiento? Quizá, mi hijo muera y tenga un dolor inmenso, un shock, y descubrir que en realidad soy un ser humano aislado; de modo que no puedo afrontarlo, tolerarlo, y escapo de ello. Hay muchas clases de escapes mundanos, religiosos o filosóficos, pero cualquier escape es una perdida de energía. No escapar de ninguna clase de dolor, de la pena de la soledad, de la agonía, de un shock, sino permanecer completamente con el suceso, con esa cosa que llamamos sufrimiento, ¿es eso posible? ¿Podemos sostener cualquier problema, sostenerlo y no tratar de solucionarlo, sino mirarlo como si sostuviéramos una joya preciosa y exquisita? La belleza de la joya en sí misma nos atrae, es tan agradable mirarla. De la misma manera, si somos capaces de sostener el sufrimiento completamente, sin ningún movimiento del pensamiento para escapar, entonces esa misma acción de no movernos del hecho genera la total libertad de eso que nos causa dolor.
La bendición está donde usted se encuentra
El apego es una de las causas del sufrimiento
El apego es una de las causas del sufrimiento. Como estamos apegados y somos conscientes del dolor que produce, tratamos de cultivar el desapego, lo cual es otro horror. ¿Por qué la mente se apega? El apego es una manera de ocupar la mente: si estoy apego a usted, pienso en usted, me preocupo por usted, me intereso de forma egoísta porque no quiero perderle, no quiero que sea libre, no quiero que nadie interfiera en mi apego; en ese apego encuentro seguridad, pero en el apego hay miedo, ansiedad, sufrimiento. Ahora bien, sólo observe, no diga: “¿Qué debo hacer?”. No puede hacer nada, si intenta hacer algo con el apego creará otra forma de apego, ¿no es verdad? De modo que sólo observe. Cuando está apegado a una persona o a una idea, domina a esa persona, la controla, niega la libertad a esa persona. Cuando está apegado, niega toda libertad. Si estoy apegado al ideal comunista, creo destrucción a los demás.
Si la mente ve que la soledad, el apego, es una de las causas del sufrimiento, ¿puede la mente liberarse del apego?
Charlas en Saanen, 1974
¿Qué entendemos por sufrimiento?
¿Qué entendemos por sufrimiento? Ve a un niño con un cuerpo saludable, unos ojos brillantes e inteligentes y una sonrisa feliz. A medida que crece, le educan a través de esa máquina llamada “educación”, y en consecuencia, se adapta a cierto patrón de sociedad, y esa alegría, esa espontánea dicha de la vida se destruye. Es triste ver esa clase de cosas, ¿verdad? Es triste perder a alguien que uno ama. Es triste darse cuenta que uno responde a todos estos cambios de la vida de forma tan mezquina y mediocre. Y ¿no es triste cuando el amor termina en un pequeño charco de agua de ese vasto río de la vida? También es triste cuando nos domina la ambición y sólo conseguimos encontrar frustración. Y es triste observar cuán pequeña es la mente, no la de otros sino la de uno mismo. Aunque tengamos grandes conocimientos, aunque seamos muy listos, astutos, eruditos, la mente sigue siendo mezquina, algo vacía; y el darnos cuenta de ese hecho genera esa sensación de tristeza, de sufrimiento.
Pero existe una tristeza mucho más profunda que esta, la tristeza que surge al darse cuenta de nuestra soledad, nuestro aislamiento. Aunque estemos entre amigos, en una multitud, en una fiesta, hablemos con nuestra esposa o nuestro esposo, de pronto nos damos cuenta de esa enorme soledad, aparece esa sensación de completa soledad que genera sufrimiento. Y también está el sufrimiento de la enfermedad.
Pero existe una tristeza mucho más profunda que esta, la tristeza que surge al darse cuenta de nuestra soledad, nuestro aislamiento. Aunque estemos entre amigos, en una multitud, en una fiesta, hablemos con nuestra esposa o nuestro esposo, de pronto nos damos cuenta de esa enorme soledad, aparece esa sensación de completa soledad que genera sufrimiento. Y también está el sufrimiento de la enfermedad.
Obras completas, tomo XI
La lástima de uno mismo es la raíz del sufrimiento
El sufrimiento tiene sus raíces en la auto-lástima, y para comprender el sufrimiento primero, es necesario intervenir drásticamente en ese sentimiento de lástima por uno mismo. No sé si han observado por sí mismos como surge el sufrimiento, por ejemplo, cuando dicen: “Me siento solo”. En el momento en que surge esa lástima de uno mismo, está abonando el terreno en donde el sufrimiento arelará. Por más que justifique su propia pena, la racionalice, la maquille, la disimule con ideas, seguirá estando ahí, enconada y profunda en nosotros. De modo que el hombre que quiere comprender el sufrimiento, debe empezar por liberarse de ese cruel egoísmo, de esa trivialidad egocéntrica que es la auto-lástima. Puede que sienta lástima de sí mismo debido a una enfermedad, porque ha perdido a alguien que ha muerto, porque no puede realizarse y se siente frustrado, embotado; pero sea cual sea la causa, el egoísmo es la causa del sufrimiento. Si uno está libre de su propia lástima, puede mirar al sufrimiento sin adorarlo, sin escapar de él, sin darle un significado sublime o espiritual, comon cuando nos dicen que para encontrar a Dios debemos sufrir, lo cual es una insensatez.
Obras completas, tomo XIV
¿Qué entendemos por sufrimiento?
¿Qué entendemos por sufrimiento? Ve a un niño con un cuerpo saludable, unos ojos brillantes e inteligentes y una sonrisa feliz. A medida que crece, le educan a través de esa máquina llamada “educación”, y en consecuencia, se adapta a cierto patrón de sociedad, y esa alegría, esa espontánea dicha de la vida se destruye. Es triste ver esa clase de cosas, ¿verdad? Es triste perder a alguien que uno ama. Es triste darse cuenta que uno responde a todos estos cambios de la vida de forma tan mezquina y mediocre. Y ¿no es triste cuando el amor termina en un pequeño charco de agua de ese vasto río de la vida? También es triste cuando nos domina la ambición y sólo conseguimos encontrar frustración. Y es triste observar cuán pequeña es la mente, no la de otros sino la de uno mismo. Aunque tengamos grandes conocimientos, aunque seamos muy listos, astutos, eruditos, la mente sigue siendo mezquina, algo vacía; y el darnos cuenta de ese hecho genera esa sensación de tristeza, de sufrimiento.
Pero existe una tristeza mucho más profunda que esta, la tristeza que surge al darse cuenta de nuestra soledad, nuestro aislamiento. Aunque estemos entre amigos, en una multitud, en una fiesta, hablemos con nuestra esposa o nuestro esposo, de pronto nos damos cuenta de esa enorme soledad, aparece esa sensación de completa soledad que genera sufrimiento. Y también está el sufrimiento de la enfermedad.
Pero existe una tristeza mucho más profunda que esta, la tristeza que surge al darse cuenta de nuestra soledad, nuestro aislamiento. Aunque estemos entre amigos, en una multitud, en una fiesta, hablemos con nuestra esposa o nuestro esposo, de pronto nos damos cuenta de esa enorme soledad, aparece esa sensación de completa soledad que genera sufrimiento. Y también está el sufrimiento de la enfermedad.
Obras completas, tomo XI
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Las citas anteriores, extractadas de la obra de Jiddu Krishnamurti, fueron publicadas en la página de la Organización Krishnamurti:
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