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CAPÍTULO 11 - DIALOGAR

CAPÍTULO 11 - DIALOGAREste es el capítulo 11 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.“A las chicas que empiezan una relación, les digo que en lugar de preguntar al chico si las querrá siempre, le pregunten: ¿me hablarás siempre?”. (José Antonio Marina)“El diálogo siempre ha de ser abierto, sincero, y no llevar mala intención visible ni oculta, para que uno pueda manifestar sin temor lo que desea, y en el diálogo uno ha de estar receptivo a recibir las críticas constructivas que el otro pueda aportar”.Advierto a quien aún no lo sepa que el silencio es enemigo cruel y eficaz en la relación.Su presencia insistente y continuada daña mortalmente.En muchas ocasiones, y sobre todo cuando uno está enfadado o cuando se siente defraudado por algo que el otro ha hecho, escoge entre gritar, acusar y culpabilizar, armando un tremendo y desproporcionado escándalo, o encerrarse en un silencio del que no quiere salir. Cualquiera de las opciones es un error. Ni una ni otra opción es buena.Cuando uno se siente enojado no es momento de razonar con la ecuanimidad requerida. No es momento de dialogar mientras se permanezca en ese estado. Se pueden llegar a decir muchas cosas de las que arrepentirse después, porque muchas de esas cosas que se dicen no se sienten. Ni siquiera es uno mismo quien las ha dicho, sino que ha hablado la rabia. Cuando uno se encierra en su silencio y no quiere salir de él, y por tanto no expresa sus sentimientos, el otro se queda sin saber qué está pasando, y no puede ayudar a encontrar remedio. Todo lo que no se diga quedará sin saberse. El silencio, en estos casos, sólo es admisible si es por encontrarse demasiado enojado y hablar descontroladamente sería peor.Para que se pueda entender mejor la diferencia entre hablar y dialogar, que aparentan ser lo mismo, supongamos que hablar es expresar pensamientos e ideas, o tratar de manifestar con palabras algo tan difícil de explicar como son los sentimientos. Una especie de monólogo. O dos monólogos si hablan ambos. Y esto no siempre se hace serenamente ni con intención de llegar a un acuerdo.En cambio, supongamos que dialogar es promover una conversación entre dos buscando avenencia. En el diálogo hay apertura a escuchar, hay predisposición a colaborar en aclarar lo que sea, hay buena voluntad y no hay disputa: hay razonamiento. Y no hay gritos ni alteración.Para resolver cualquiera de los conflictos que se van a presentar –y se van a presentar, sin ninguna duda- es preferible hacerlo en un momento en que ambos estén suficientemente tranquilos, en que tengan predisposición al arreglo y no a retomar una batalla pendiente o a iniciar una nueva; que el lugar sea cómodo y que nadie vaya a interrumpir; que se haga aportando cada uno todo el amor que tiene al otro y dejando fuera el rencor y las ganas de represalias o venganza; que esté presidido por una sonrisa –o por lo menos, por una insinuación de sonrisa, pero nunca desde unas caras adustas que vaticinen algo que no es bueno-, y estar predispuestos a dar más importancia a la felicidad de ambos que a demostrar quién tiene razón.Aun cuando no se trate de conflictos, en lo cotidiano, conviene que las conversaciones estén presentes; es bueno interesarse por las cosas que le gustan al otro, para contarle si se ha oído o leído uno noticia que le gustará conocer, y es bueno tener un mundo propio para poder compartirlo con el otro. Es bueno promocionar cosas que les gusten a ambos, para que eso que tienen en común les una aún más.Una de mis hermanas dice que hay que hablar con todo el mundo, porque esa es la forma de aprender y de enterarse de las cosas. Esto es más importante aún con la pareja. Aunque lleven muchos años juntos y crean que se sabe todo del otro, siempre quedan cosas por descubrir. Incluso lo que saben del otro ha podido evolucionar, o el otro ha podido cambiar de pensamiento, por eso conviene no dar nada por supuesto y es mejor no seguir usando criterios o ideas que puede que ya no estén vigentes. Preguntar para saber. Además de que el otro, cuando sabe que está siendo actualizado constantemente, como persona y como pareja, recibe el mensaje de que sigue siendo importante para el otro porque se sigue interesando en descubrirle y conocerle más y mejor.Por otra parte, está demostrado que la mejor forma de enterarse de lo que uno mismo piensa es dialogando. En el inconsciente conviven armoniosamente todos los pensamientos que hemos tenido a lo largo de la vida, todas las opiniones propias y ajenas que hayamos escuchado, y cohabitan en plácida avenencia aunque sean absolutamente contradictorias. Sólo cuando nos hacen una pregunta o tenemos que dar una opinión es cuando descartamos las que no nos son útiles, o aquellas en la que ya no creemos, y nos vemos forzados a crear una frase que exprese nuestra actualidad con respecto al asunto de que se trate.Se dice que “hablando se entiende la gente”, pero hablando también se entiende uno mismo, se entera uno mismo de lo que piensa. Los pensamientos viven sin definir hasta que llega el momento de expresarlos, en el que se cosifican y adquieren entidad.Al dialogar, ambos, el otro y una, se enteran y aprenden y son mutuamente beneficiados.Dialogar, comunicarse, conocerse… es tan necesario que propongo concertar citas con la pareja para hablar. A solas y de todo. En casa, en lo cotidiano, se hablan de los asuntos rutinarios y de los asuntos que hay que resolver, pero… ¿cuándo hablamos de ti y de mi?, ¿de nuestra relación?, ¿de cómo nos va a cada uno juntos?, ¿de nuestro amor?... Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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CAPÍTULO 10 - LA RELACIÓN

CAPÍTULO 10 - LA RELACIÓNEste es el capítulo 10 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.Cada una de las personas que formalizan una relación espera una cosa distinta de ella.Parece que hay coincidencias en lo que ambos esperan, pero en realidad sólo hay coincidencia en el nombre que se le da a lo que esperan. Quien espera encontrar en ella amor, por ejemplo, no espera la misma cantidad o el mismo tipo de amor que espera otro. Pasa igual con la felicidad, con la armonía, la entrega, la aportación, las ilusiones, etc.Hay quien deja desbordar su fantasía con la ilusión de lo que va a ser, quizás por la influencia perjudicial de demasiadas películas románticas y muchas novelas rosas o sueños juveniles que no pueden ir más allá del sueño ni salirse de él, o por esperanzas exageradas o porque esperan recibir todo el amor que no son capaces de darse a sí mismas. La relación hay que tomársela con calma. Con mucha calma. Esto es muy importante. Puede durar todo el resto de la vida y, sin ninguna duda, de ella va a depender –o va a verse influenciada en gran medida- la propia felicidad o infelicidad; tener hijos diferentes –según sea el padre o la madre que se escoja-, o no tenerlos; vivir en una ciudad o en otra; tener un trabajo en otro sitio, unos amigos distintos… en fin: otra vida diferente.Por eso es tan importante llevar el proceso del noviazgo del modo adecuado, sin saltarse ni obviar los pasos, y sin engañarse. Sobre todo, sin engañar ni engañarse.Cada uno decidirá lo que prefiere, pero conviene ser muy realista, y ver que es un proyecto no sólo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo. Ambos desean que les aporte desde el principio cosas buenas –por eso cada uno deja a su familia y se va con la otra persona-, pero también hay que pensar en qué van a hacer para que dentro de unos años, o dentro de muchos años, les queden cosas en común e ilusiones que compartir para entonces. Y si disponen de un amor lo suficientemente amplio y sólido que pueda mantenerse hasta entonces y, preferiblemente, incrementarse.Para ello hay que ir con precaución, sin llevar ni una sola expectativa basada simplemente en la ilusión –las ilusiones también pueden causar desilusiones- y es necesario que las expectativas tengan casi todas las posibilidades de convertirse en realidad porque, si no es así, el futuro puede ser un cúmulo de desdichas y frustraciones.Es mejor no idealizar excesivamente la relación. Es mejor no fantasear irresponsablemente con este asunto y ser absolutamente realista. Y tener muy claro que no va a ser todo el tiempo de convivencia como en una selección de las mejores imágenes románticas de las películas más apasionadas, ni un compendio de los mejores pasajes novelescos sentimentales que se han escrito jamás.Habrá de todo porque en todas las relaciones hay de todo: bueno y menos bueno. Eso sí, en diferentes porcentajes según sea cada pareja.Es más sensato, y tiene más posibilidades de convertirse en realidad, cuando lo que se espera es una convivencia agradable, mutuamente enriquecedora en lo personal, con muchos instantes y detalles de amor –mientras más, mejor- y que aporte muchos hermosos momentos.Es mejor desmitificar la relación, des-idealizarla, ponerla en su sitio auténtico, verla con los ojos de la realidad, aceptar que puede proporcionar algunos momentos que no van a ser agradables –porque realmente va a ser así- y estar preparado por si es así ayuda mucho a que funcione y, sobre todo, evita la condena pronta al fracaso.He tratado o conocido personalmente a cientos de personas emparejadas, de todas las edades y niveles sociales, y no he llegado a conocer ni una sola relación en la que ambos estén satisfechos totalmente y en todos los aspectos. No conozco la pareja perfecta que merezca un diez. Sí conozco las de ocho o nueve que saben que esa es la mejor nota realista en una relación. Y sí conozco parejas que conviven bien. Sin más. Y con ello se sienten más que satisfechos. Cualquier persona puede llegar a esta misma conclusión aplicando toda la sinceridad, desmenuzando todas las parejas que conoce, hurgando en su interior (adelanto que a otros no les va tan bien como parece visto desde fuera), viendo más allá de lo que muestran al exterior, y acabarán teniendo una opinión similar a la escrita.¿Es esta una visión pesimista de las relaciones? No. Es del todo realista. Y es mejor aceptarlo y verlo de este modo.No hay que olvidar que, aunque suene muy raro y no se quiera reconocer -porque se disfraza de amor desinteresado-, en las relaciones hay egoísmo encubierto. Quien deja su familia y su vida en solitario es porque piensa que con la otra persona va a estar mejor. Así de claro.Nadie va voluntariamente a una relación sabiendo que va a estar mal, o que va a estar peor de lo que está en solitario, excepto que una desesperada situación personal haga que ésta sea la menos mala de las posibilidades. Cada uno tendrá sus razones, entre las que está la relación por intereses, pero en ese caso ya no es una relación sentimental sino comercial o de intereses.De todo lo anteriormente expuesto se desprende que hay que tener claro que se van a atravesar muchas situaciones distintas, que habrá vaivenes o altibajos, que la convivencia es muy larga y complicada en algunos momentos, que algunas ilusiones no llegarán a cumplirse… y también habrá, por supuesto, cosas muy bonitas y muy positivas.La duración y la calidad de una relación van a depender de la capacidad de ambos para salvaguardarla, evitando las cosas que pueden afectarla como, por ejemplo, las discusiones que surgen sin una razón contundente y que se gestionan mal, porque desgastan a los dos y a la propia relación. Si existe una actitud comprensiva y razonadora entre ambos, pueden evitar el conflicto y dejarlo, tal como tiene que ser, en una exposición de opiniones o puntos de vista distintos con la intención de encontrar un acuerdo. Es de vital importancia que ambos tengan claro que el objetivo de su relación es beneficiarse ambos de cuanto les pueda aportar la convivencia y evitar todo aquello que la obstruya o la deteriore.No hay que olvidar que el casamiento –como tal- durante siglos ha sido un fiasco en la mayoría de casos, ya que la mujer ha soportado una serie de estereotipos e imposiciones –que nadie sabe quién ha instaurado pero se han respetado al pie de la letra- porque había un papel predestinado para ella, y si no lo cumplía su vida se convertía automáticamente en un fracaso. Si la mujer no se casaba (antes no estaba bien visto eso de emparejarse sin pasar por la vicaría) o no tenía hijos, se consideraba que ella y su vida eran un fracaso.Ahora, afortunadamente, el papel de la mujer es primordial en la vida en general y es preponderante en la relación; su aportación está, sin duda, por encima de la del hombre en este terreno. Es ella quien pone la mayor parte del esfuerzo para que las relaciones sean lo más parecido a lo que tienen que ser. (En el caso de parejas del mismo sexo, es quien ocupa el papel pasivo o femenino quien hace la misma función que la mujer).¿Y si no va bien la relación?Es evidente que cuando se comienza una relación es con la intención de hacerla perdurable y con una certeza cercana al cien por cien de que va a funcionar, pero… ¿y si no va bien?Es una posibilidad, con probabilidades estadísticas, y estará bien estar mentalizado de que puede llegar a suceder aunque no se desee y no se quiera pensar en ello. Hay que preparar la mente y la comprensión para recoger, si es preciso, todos los trozos del corazón roto y ser capaz de recomponerlo después.Si se rompe la relación cada uno se quedará consigo mismo, aunque tal vez un poco destrozado –o mucho, dependiendo de cuál haya sido el motivo y de cómo haya sucedido-, y está bien tener preparado un botiquín de curas en el que se habrá metido mucho Amor Propio, toda la Autoestima que se tenga, ánimos y optimismo, familiares y amigos que puedan apoyar –ya que se va a necesitar mucho apoyo incondicional-, razones consistentes para seguir adelante, y la misma ilusión –pero renovada- que se utilizó para poner en marcha la relación. Conviene también tener preparadas y al día la fe y la fuerza.Después de la ruptura llegará el extrañamiento, el hueco que quede será notable, y habrá que estar preparado para poder seguir sin el otro –incluso mejor sin el otro en muchos casos- ya que es uno mismo el principal motivo de su propia vida, y no el otro.Y ya sólo quedará ir poniendo un poco de orden en los sentimientos, asumir el nuevo estado con calma y con optimismo, y no quedarse enganchado ni al pasado ni a los remordimientos.Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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CAPÍTULO 9 – LA PAREJA

CAPÍTULO 9 – LA PAREJAEste es el capítulo 9 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.Aunque cada Ser Humano nace solo –aunque esté su madre durante el parto- y morirá solo –aunque alguien le acompañe en ese momento-, y aunque toda la vida en realidad no es más que una acto de soledad que se comparte con otros, la tendencia habitual es formar pareja. Por una parte actúa inconscientemente, pero con fuerza, el instinto animal, que empuja a buscar a otro congénere que sea del sexo opuesto con el que poder concebir descendencia para que la especie se perpetúe; por otra parte, desde un punto de vista espiritual y psicológico, parece ser que también los del sexo opuesto aportan una complementariedad enriquecedora. Cuando dos se emparejan están construyendo algo que no existía: una relación en la que participan ambos. Y eso es muy grande y, de algún modo, trascendental.Al ser los creadores tienen –en teoría- todo el control sobre lo que crean. También tienen la responsabilidad de hacerlo bien, ya que el objetivo final es el de unirse dos personas con el propósito de estar ambos mejor que estando solas.Como se parte de cero y es una construcción personal, se deben tener muy claros los ingredientes que se van a utilizar, los elementos que van a ser básicos, las leyes propias y las normativas, lo irrenunciable o innegociable, las prohibiciones y lo que no se quiere, lo que cada uno va a aportar obligatoriamente y todos los principios y criterios que van a componer su personal Constitución.Como ha sido una decisión autónoma, libre y consciente, no se debe eludir el compromiso y la obligatoriedad de llevarla a buen término. Se han unido para engendrar una criatura a quien han puesto por nombre Relación, y lo han hecho con amor y con deseo; la han visto nacer y no pueden rechazarla sino que han de alimentarla todos los días, darle los buenos días por la mañana y las buenas noches al acostarse, y han de disfrutar viéndola crecer cada día aportando todo lo que se sabe que va a hacerla crecer feliz, y ambos miembros han de cogerse muchas veces de la mano, sonriendo, al mismo tiempo que apuntan sus miradas hacia su creación. En esa creación han de poner todo su empeño, su voluntad, su saber, su ilusión y su cuidado, para que cada vez que la contemplen sientan un hermoso orgullo que recorra felizmente todas sus emociones.Pero, eso sí, que ninguno de los dos la desatienda, que ninguno eluda su parte de la obligación, porque la pareja, como entidad, es el amor que se tienen dos personas añadido a sus asuntos cotidianos. “Te amo”, sí, pero tenemos que pagar las facturas. “Te amo”, te lo repito, pero aparecen entre nosotros las pequeñas o las graves desavenencias que surgen de la convivencia entre dos que aún no se conocen en todas las facetas. De vez en cuando se cuela una pequeña o mediana desavenencia –por falta de acoplamiento o por diferencias de criterio, y no tienen por qué convertirse obligatoriamente en un desencuentro, en una alteración, o en una polémica- pero después se tiene una relación sexual –en la que cada uno se entrega entero- con esa misma persona. Se viven todo tipo de momentos, algunos felices y algunos contradictorios o muy dispares.Se ha constituido una relación de pareja, y es en ella en la que se ha de depositar toda la confianza personal, porque es el sitio más íntimo y privado que se puede llegar a construir y por tanto ha de ser el más protegido, el que nadie de fuera –ni de dentro- puede mancillar, porque cada miembro de la pareja va a saber del otro lo que tal vez nadie más sepa, y va a depositar en el otro su plena confidencialidad, así que conviene que esa confianza sea sólida e inquebrantable, que se base en el diálogo, que esté protegida de ataques o vaivenes externos, que sea inexpugnable para los otros, y que ambos se defiendan y respeten mutuamente para conseguir su plena consolidación. Para que una pareja tenga muchas posibilidades de perdurar en el tiempo es bueno que, en diferentes proporciones según el caso de cada pareja, haya algún tipo sólido de atracción, bien sea física, espiritual, o intelectual, y, por lo menos, un proyecto común. Que haya habilidad y paciencia para negociar los conflictos que vayan surgiendo –a los que habrá que buscar una solución que sea satisfactoria para ambos- y que haya mucho amor y generosidad hacia el otro –para ceder un poco, si fuera necesario, sin que eso deje una sensación de derrota-.No hay que olvidar que la pareja es una entidad viva, creada voluntariamente por dos asociados que son responsables de que se desarrolle del modo más óptimo posible. Las parejas, en general y hasta ahora, no han sido muy conscientes de su importancia ejemplarizante de cara a las parejas que formarán sus hijos y no han considerado seriamente que pueden marcar un hito a partir del cual la educación que se va a transmitir a los hijos, en general y con respecto a la pareja, hará que estos sean felices o infelices. Hay que saber que los hijos, durante el tiempo de educación con sus padres, se fijan en ellos y les toman como modelos para ser, cuando crezcan, hombres/mujeres, esposos/esposas, padres/madres. A esta generación a la que hice referencia no se le ha enseñado bien, pero han adquirido la consciencia suficiente como para darse cuenta de lo que quieren y de lo que no quieren, y disponen de una conciencia que les hace ver la importancia de una buena educación en la que se encuentren reflejados los valores y las responsabilidades. Sus progenitores no les enseñaron bien –porque tal vez tampoco les enseñaron a ellos-, pero la generación actual sí quiere enseñar y quiere hacerlo bien.Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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CAPÍTULO 8 - SÍNTOMAS FÍSICOS REALES DEL ENAMORAMIENTOEste es el capítulo 8 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.Los síntomas físicos que se producen durante el enamoramiento son medibles y se repiten prácticamente, aunque con diferentes intensidades, en todos los casos.Se producen taquicardias, nerviosismo, aumento de la presión arterial, pérdida de apetito, pensamientos obsesivos con la otra persona, falta de concentración y lucidez, insomnio, alteración de las hormonas, excitación… y se producen o activan estrógenos, dopamina, oxitocina, testosterona y otros neurotransmisores, por eso al enamorarse uno se siente excitado, pleno de energía y con una visión optimista de la vida.El enamoramiento se puede asemejar en muchos casos a una adicción, y si se deshace la relación puede acabar en graves conductas obsesivas o depresivas.A la vista algunos de los resultados que produce, y visto desde el punto de vista de la salud, parece poco atrayente el enamoramiento.Pero a pesar de eso, y afortunadamente, sigue existiendo.Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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ATENDER AYUDA A ENTENDER

ATENDER AYUDA A ENTENDEREn mi opinión, ATENDER es una palabra completísima que tiene muchos más significados de los que conocemos y usamos habitualmente. Conviene conocer todas las aportaciones que nos puede hacer, porque atender es algo que nos puede beneficiar enorme y satisfactoriamente. Y también a quien atendemos, si lo hacemos bien.“Acoger favorablemente”Acoger, admitir, servir de refugio o albergue a alguien, permitir, aceptar, recibir con un sentimiento especial la aparición de alguien, proteger, amparar… cuánta belleza en lo que significa acoger a alguien que nos necesita y nos reclama… cuánto podemos hacer a la persona a la que atendemos…“Esperar o aguardar”Cuando atendemos a alguien no ha de invadirnos la prisa por que termine, no hemos de interrumpir su discurso o su silencio –si se produce- ni tampoco la manifestación expresiva de sus sentimientos. No hemos de alterar su ritmo. Atender, en principio, es prestar atención y escuchar. “Aplicar voluntariamente el entendimiento a un objeto espiritual o sensible”Atender ayuda a entender. Poner toda la voluntad en el hecho de la atención, estar uno todo y del todo, plenamente. Que el otro se sienta en ese momento el centro de nuestro mundo. Que sienta la atención y el cuidado en esa atención.“Tener en cuenta o consideración algo”Lo que el otro dice y lo que el otro calla, lo que dice y lo que se intuye claramente detrás. En las conversaciones no participan sólo las palabras que se dicen. Además de ellas, que no siempre lo dicen todo y no siempre lo expresan todo correctamente, están los gestos –ese lenguaje no verbal-, las miradas intensas –que en ocasiones dicen mucho más y afloran cosas más profundas- y las miradas perdidas, el estado de ánimo, los balbuceos, los temblores, los miedos… todo habla a quien quiere atender. “Mirar por alguien o algo, o cuidar de él o de ello”En el atender hay acogimiento y cuidado, unos brazos abiertos que después se convierten en abrazos, dime, cuéntame, vacíate, soy tu cómplice, el guardián de tus secretos, quien más y mejor te comprende, el que no te juzga ni te juzgará. Dime. Cuéntame. Te estoy atendiendo.“Responder al ser llamado por su nombre”Quien nos cuenta algo nos llama por nuestro nombre. Nos busca, tal vez nos necesita, o tal vez sólo necesita saber que es alguien para alguien. O decir lo que le explota por dentro, lo que no le deja vivir, lo que no comprende, lo que sí quiere o lo que no quiere, lo que necesita, que nos necesita…Atender es mucho más que dedicar atención, es ser y estar en el momento, en ese momento en que los dos se han reunido; es comprender, escuchar sin pre-juzgar, estar abierto y receptivo, poner toda la humanidad en ese ahora.Atender nos ayuda a entender al otro.Atender abre nuestra comprensión.Atender es verdaderamente un hermoso gesto de compasión. ¿Atiendes realmente a quien reclama tu atención, a quien te llama, a quien se dirige a ti?Te dejo con tus reflexiones…Francisco de SalesSi desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí:http://buscandome.es/index.php?page=59Si le ha gustado este artículo ayúdeme a difundirlo compartiéndolo:http://buscandome.es/index.php?action=forumAquí tiene todos los videos publicados en youtube:https://www.youtube.com/channel/UCUNE-EC7eiOQDJ2q_U4lqEQ/videos?disable_polymer=1
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CAPÍTULO 7 – EL ENAMORAMIENTO

CAPÍTULO 7 – EL ENAMORAMIENTOEste es el capítulo 7 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.“Uno se puede enamorar de la belleza externa, pero ama a la belleza interna”.El enamoramiento es el paso previo e imprescindible para convertir una relación de dos personas desconocidas en una relación sentimental de pareja. Es una etapa muy delicada, transcendental, mucho más seria de lo que aparenta, que conviene transitar con acierto porque la posterior felicidad emocional, y el futuro de la relación sentimental, dependerán de que el proceso de enamoramiento sea correcto. El primer paso es la atracción -cualquier tipo de atracción- porque “algo” tiene que haber para que uno se fije en el otro de un modo distinto a como mira al resto, y sin empezar a definirlo ni a querer entenderlo racionalmente ambos comienzan a ser conscientes de que el otro es “distinto” de los demás. Hay muchas personas en el mundo, pero uno se ha sentido atraído por esa en especial. Tal vez sea el instinto quien sugiere que sea esa y no otra, o la intuición, o eso que se llama “el flechazo”. Hay algo que va fraguando un sentimiento que va más allá del compañerismo, de la amistad y del sentirse a gusto, o tal vez puede que sea una manifestación del instinto animal o una atracción sexual simplemente.Si llamamos a las cosas por su nombre veremos que, a veces, llamamos amor a una pasión desordenada, a una fantasía que sólo vive en nuestros sueños, o lo que es solamente una erección continuada o un deseo de abrirse al otro.Disfrazamos de amor, o lo bautizamos con ese nombre, a ese sentimiento descubierto hacia otra persona –aunque se ubique en la cabeza alterada o en la entrepierna-, al cual, y por desconocimiento, se puede llamar amor cuando en realidad es solamente una necesidad primaria instintiva que desea estar cubierta; o se puede llamar amor, si no estamos sinceramente atentos, a lo que sólo es la exigencia encubierta de fecundar o de procrear la especie, como animales que somos. Porque el amor de verdad se ubica, simbólicamente, en el corazón, y se le supone también en un lugar destacado y brillante de los sentimientos.También se puede llamar erróneamente amor a la rendición ante quien dice las palabras que deseamos escuchar, a quien nos roza con su mano en un momento de necesidad de acompañamiento, o al portador de esa sonrisa con la que fantaseábamos, o a quien da ese beso cierto que antes sólo recibíamos en la imaginación.El enamoramiento es interesante e imprescindible. También es bastante inexplicable e irrazonable. Y también es interesante trascenderlo.Al llegar más allá del flechazo, del arrebato, encontramos el camino firme de suelo estable por el que discurre el amor consolidado y verdadero. Hay que ser capaces de sortear las trampas, evitando caer en ellas, y saber discernir, y acertar, entre lo que es una auto-mentira disfrazada de verdad, una ilusión efervescente, y lo que es la realidad.La auténtica realidad es un poco más difícil de aposentar, pero cuando lo hace enraíza con firmeza, se torna grande y frondosa, y a su sombra pueden estar los dos hasta el fin de la vida.Si uno es capaz de sobreponerse a la obnubilación del enamoramiento, si separa con cuidado los oropeles que lo enlucen y las bisuterías que lo adornan, si distingue lo que son los decorados de teatro de lo que es edificio firme, tiene más posibilidades –casi todas- de fundar una relación con todas las posibilidades de futuro.Si uno se atreve a quitarse las gafas de cristales rosas, y ve las cosas directamente con la belleza que aporta el sol de la verdad, puede descubrir la rotunda fragilidad de lo utópico sobre lo que uno pretendía establecer una relación. O descubrirá un amor real.Si uno se auto-engaña, son engañados también el otro o la otra, y del mismo modo es engañada la relación. Demasiados engaños.Es acertado dejar que la mente y el corazón tomen decisiones juntos. Que la primera sepa aplacar un poco al segundo, y sepa hacerle ver lo que no quiere o no puede ver, y que el corazón transmita su ilusión a la mente.Es mejor que no sea solamente uno de los dos quien decida: a la mente le pueden parecer insuficientes los argumentos del corazón, pero es necesario que haya también un poco de locura –y ganas de hacer locuras-, y que la ilusión revolotee, y que los sueños sueñen, y que las sonrisas que se forman al pensar en el otro sigan vivas… pero sin dejar que las mentiras obvias se cuelen camufladas, e impedir que lo que no es amor, ni lo será, entre con intención de confundir y malograr.Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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LA APATÍA: A VECES, ES NECESARIO OBLIGARSE

LA APATÍA: A VECES, ES NECESARIO OBLIGARSEvideo:https://www.youtube.com/watch?v=saZzw4rToqoEn mi opinión, en esos momentos en los que uno se siente desganado, sin ánimo ni fuerza para hacer algo que sea placentero, o para hacer lo que se tiene que hacer, es cuando debe tomar cartas en el asunto y resolver lo que le está pasando.Si le ha gustado este video ayúdeme a difundirlo compartiéndolo. Gracias.Artículos de Francisco de Sales en: http://buscandome.es/index.php?action...)Visite mi web: www.buscandome.esSi desea recibir a diario las últimas publicaciones, suscríbase aquí:http://buscandome.es/index.php?page=59Web con poesías y relatos: www.franciscodesales.esinstagram: https://www.instagram.com/franciscode...Twitter: https://twitter.com/buscandomeweb1Correo electrónico: buscandome@hotmail.esTODOS LOS VIDEOS PUBLICADOS LOS TIENE AQUÍ:https://www.youtube.com/channel/UCUNE...
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CAPÍTULO 6 – EL NOVIAZGO

CAPÍTULO 6 – EL NOVIAZGOEste es el capítulo 6 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER. El noviazgo es la etapa en que dos personas han de empezar a conocerse con más profundidad y haciéndolo con expectativas de una relación a futuro. Si se va a convivir con otra persona durante el resto de la vida, o durante mucho tiempo, es conveniente que estén claras las premisas y las bases sobre las que se pretende crear esa relación, así que la honestidad y la sinceridad son imprescindibles.Es el momento de hacer las cosas bien, así que no hay que esconder nada, no hay que dejar preguntas sin hacer, no hay que dar nada por supuesto, no hay que auto-engañarse. Es el momento de expresar las preferencias, las opiniones, las necesidades; es el momento de manifestar la forma de ser y pensar, los proyectos y deseos, las aspiraciones y todo aquello que para uno es innegociable -y en lo cual no se va a claudicar- o lo que es inaceptable de asumir. Si ya desde el principio no hay afinidad en las cosas más básicas es mejor cortarlo a tiempo.Una de las cosas inadecuadas que se pueden llegar a hacer durante el tiempo de noviazgo -en unos casos porque uno cree que no tiene muchas opciones de elegir pareja y se conforma con alguien que se parece un poco a lo que desea, y en otros casos porque se cae en la trampa de imaginar que más adelante ya se le irá cambiando al otro-, es el hecho de que se admiten cosas que a uno no le parecen bien, que no gustan, pero… se callan y se aceptan y, por ilusión o por confusión, no se renuncia desde el principio a cortar una relación que parece estar condenada al fracaso.Las personas, generalmente, no cambian. Porque no quieren o porque no les interesa. Esto conviene tenerlo muy claro. Sólo cambia quien tiene voluntad propia de cambiar, no se puede imponer.Además, intentar “cambiar al otro” es algo contraproducente si no está plenamente aceptado por el otro, porque puede darse cuenta, después de algunos obligados cambios, que está dejando de ser él mismo y eso le puede aterrar, ya que ha estado acostumbrado a ser de cierto modo a lo largo de su vida y si deja de hacerlo puede perder la referencia de quien cree que es y puede empezar a comportarse de cierto modo –no natural para él- en el que se siente otro distinto, incómodo, inseguro, y hasta amenazado en su personalidad. Ante esta situación, nueva e indeseada, lo lógico es reaccionar de mala manera y ponerse a la defensiva, y entonces puede comenzar a ver a su pareja como el enemigo que pretende despojarle de su personalidad y sus derechos en vez de como el aliado deseado.Cuando una persona descubre cosas que no son de su agrado en la persona con la que está iniciando una relación sentimental que aún no está consolidada, y si piensa que esas realidades pueden afectar al futuro de la relación, lo correcto es dialogar, amplia y claramente, para ver si se pueden solucionar esas diferencias. Si no tiene una solución satisfactoria para ambos, es buen momento para desmontar algo que parece destinado a no prosperar bien. Eso que siempre se ha dicho de que “conmigo cambiará, por amor hacia mí será otra persona distinta”, es más una utopía, y un deseo sin porvenir, que una realidad.Si se encuentran muchas cosas que debería cambiar en el otro, tal vez sea mejor cambiarle por otro. Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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CAPÍTULO 5 – EL HOMBRE EN LA RELACIÓN

CAPÍTULO 5 – EL HOMBRE EN LA RELACIÓNEste es el capítulo 5 de un total de 240 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.A los hombres “de antes” –porque hay un antes y un después de una reciente generación de “nuevos hombres”-, por lo general no se les ha dado ningún tipo de educación específica para lo que es la convivencia equitativa en una relación, y cuando han llegado a ella sólo tenían como referencia lo que han visto en su casa –o sea, el ejemplo práctico que les han dado sus padres con su propia relación-, un poco de buena voluntad –cuando realmente hay buena voluntad-, las ganas de estar con su pareja y poco más.Es un disparate generalizar en algo que es tan personal –cada persona es un caso distinto-, pero durante muchos años los hombres iban a la relación para que les siguieran cuidando como les cuidaba su madre, aunque, además, con derecho a sexo, mientras que muchísima gente joven ven la relación con los ojos sanos con que hay que verla. Mis sobrinos varones –de entre 28 y 35 años en este momento- saben hacer todas las labores y tareas del hogar, bañan a sus hijos y les cambian los pañales, se levantan por la noche para consolarlos cuando lloran, les dan la comida, los sacan a la calle para pasearlos, juegan con ellos… o sea, lo hacen todo… menos parirlos. A los hombres de cierta generación y ubicación –por ejemplo, los nacidos en España desde el año 1950 hasta el 1970, más o menos- se les ha exigido un gran esfuerzo para abandonar el papel que les habían asignado generacionalmente, y para el que habían sido preparados, que era seguir en la perpetuación de los siglos anteriores de un machismo dictatorial y una nula colaboración en los asuntos domésticos, y sin derecho a manifestar los sentimientos y la parte amable, porque eso se equiparaba a debilidades.Se encontraron, casi de golpe, con que, al reflexionar sobre el papel del hombre en la pareja y con la descendencia, vieron que no les parecía justo aplicar a sus hijos y parejas lo que se había estado haciendo hasta entonces –el acatamiento indiscutible a las órdenes o caprichos del cabeza de familia- y comprendieron y aceptaron la igualdad entre ambos miembros de la pareja –ya que es así-, y les tocó ser conscientes de la justicia equitativa en la colaboración con las tareas del hogar y de la responsabilidad en la educación de los hijos –como en realidad es y debe ser-, y tuvieron que cambiar y ser tolerantes con los hijos en las mismas cosas que sus padres fueron rigurosos con ellos. Por ejemplo: antes, las novias tenían que estar en casa de sus padres antes de las diez y llegar vírgenes hasta la noche de bodas, y ahora hay que aceptar con naturalidad y sin rechistar que las hijas traigan a “dormir” al novio a casa.Hoy, los hombres comprueban que tienen que destruir los pilares erróneos sobre los que han sido edificados, y eso exige el trabajo interior de desmontar y cuestionar lo que les inculcaron –que tiene la dificultad psicológica añadida de estar desobedeciendo los mandatos de un padre interno riguroso- y eso les obliga a construir unos nuevos principios, dotar de fortaleza a la nueva situación –que hay que lograr que sea natural-, replantearse la vida entera, y abandonar sin traumas “el poder” y la preponderancia que les confirieron, en aras de una relación justamente igualitaria.Por su parte, como algunos hombres han sido educados de cierto modo, y han seguido aplicando las normas que les inculcaron, no sólo no siempre se les puede considerar culpables conscientes de todas sus actuaciones –porque hay una buena parte que son inconscientes, aunque las tendrán que resolver-, sino que hasta llegan a ser víctimas de ese tipo de mala educación que recibieron. Y si no lo remedian, estarán perjudicando a la mujer, a la relación, a los hijos y a sí mismos. Por ejemplo, antes se les inculcaba que “los hombres no lloran”, que manifestar los sentimientos “es de afeminados”, que consolar a un hijo cuando llora “es cosa de mujeres”, que ayudar en las tareas del hogar “es de mandilones”, que “la mujer en casa y con la pata quebrada”, y si a eso se añaden frases del estilo de “la maté porque era mía”, pues se están inculcando a los hombres unas ideas que les conducen a comportarse del modo que lo han hecho durante siglos y que, por desgracia, se sigue haciendo en algunos países.Nos encontramos entonces con hombres chapados a la antigua, dictatoriales y machistas en la relación, asentando y afirmando su virilidad en su mal genio o despotismo; son hombres amargados que descargan sus frustraciones contra las personas equivocadas –su pareja y/o sus hijos-.También hay hombres tiernos, compañeros ideales en esta travesía en común por la vida, hombres que aman y lo demuestran; hombres que asumen su responsabilidad en la relación. Hombres cabales. Hay tantos tipos de hombres que no caben en una generalización, así que cada persona tiene que lidiar con lo que tenga en su relación y tiene que tomar las decisiones propias que considere adecuadas en el caso de que su relación no esté siendo plenamente de su agrado.Francisco de Sales(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)
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CAPÍTULO 4 – LA MUJER EN LA RELACIÓN

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CAPÍTULO 4 – LA MUJER EN LA RELACIÓN

Este es el capítulo 4 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

Cuando una hembra humana es solamente una niña ya intuye que más adelante será mujer y que, posiblemente, será cónyuge y será madre.

Como no es habitual que alguien la prepare expresamente para esas facetas –salvo nociones básicas de educación personal y auto-cuidado-, tiene que ir aprendiéndolo por su cuenta y, por comodidad y porque le merece confianza, se fija en un modelo que tiene cerca: su propia madre.

Y ya que su madre parece persona de fiar –porque la ha parido, la ha alimentado, la ha cuidado y en muchos casos ha demostrado cariño-, se dedica a copiar ese modelo, la imita en todo, y le toma prestadas –en vez de elaborarlas por su cuenta, ya que no está preparada para ello- sus formas de pensar, de actuar, de comportarse, de ser, y así lo hace en los tres aspectos: se fija en ella como mujer, como madre y como cónyuge.

Es posible que más adelante se demuestre en algunos casos que su madre no fue un buen modelo en todos los aspectos –en algunos sí, por supuesto- y que si hubo una excesiva dedicación o servilismo a su pareja eso fue contraproducente -pues tal vez le mostró que el sometimiento y la dependencia son la norma en las relaciones-. También es posible que el exceso de celo y sobreprotección para que su hija no tuviera problemas o no sufriera lo único que consiguió fue evitarle una serie de experiencias imprescindibles para aprender a valerse por sí misma, y a larga eso también será problemático; hay muchas posibilidades de que si su madre era sumisa y nada asertiva en su relación, la sumisión que aprenda de ella le amargue un poco la vida –y ello se deberá a que no aprendió a defender sus derechos propios-; un desinterés de su madre por su propio Desarrollo Personal o cultural, y su rendición ante las circunstancias, pueden contagiarle su apatía ante la vida y un desinterés por sus cosas personales; y hasta puede ser que la tristeza materna le haya negado la capacidad de reírse en muchas en más ocasiones, o que se calle muchas cosas porque su madre – mostrando su sometimiento en la relación, o con un consejo bienintencionado pero que no fue acertado- le inculcó que es mejor callar.

Por supuesto que esto son solamente unos pocos ejemplos y no tiene por qué ocurrirle igual a todas las mujeres. Pero a quien le haya afectado alguno de estos ejemplos sabe bien de qué hablo.

Francisco de Sales

(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
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CAPÍTULO 3 - ACLARACIONES IMPRESCINDIBLES

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CAPÍTULO 3 - ACLARACIONES IMPRESCINDIBLES

Este es el capítulo 3 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

Quedan exentas en este libro las relaciones que van bien. ¡Felicidades a los afortunados! Los ejemplos y los casos que aparecen aquí son para las relaciones que NO van bien y para las personas que no se manejan bien en las relaciones.

Este libro no es una guía, no es un manual, no es un dogma. Este libro aspira a ser una orientación, un recopilatorio de otras historias sentimentales en las que uno puede llegar a verse reflejado, y un recordatorio de aspectos a revisar en la relación con el objetivo de hacer que sea lo más óptima posible y aporte todo lo maravilloso que puede llegar a aportar.

Si el lector está en una relación sería interesante que lo leyeran ambos, para que cada uno haga su propio examen de conciencia y su autovaloración de cómo lo está haciendo, y después poder comentar juntos todo lo que les llame la atención o aquello que descubran que se puede mejorar. Es por el bien de la relación.

Muchísimos hombres son distintos de los hombres que se reflejan aquí, cuyas incorrectas actitudes se exageran un poco para que sean más fácilmente visibles. Y no todas las mujeres cometen “errores” como los que aquí se reflejan.

Advierto que a lo largo del libro hay algunas ideas que se repiten. No exactamente del mismo modo, pero sí de un modo similar, o más o menos subliminalmente o utilizando otras palabras. La intención es lograr que provoquen efecto y, a veces, viéndolo en un contexto distinto se consigue. Lo mismo, pero dicho de otro modo o dicho en otro momento, puede conseguir un efecto distinto. Esa es la razón.

Se ha procurado evitar conceptos como esposo, esposa, casado, casada, y matrimonio, porque parece que eso se asocia a parejas que han sido realizadas por el ritual de la Iglesia, y las parejas –a efectos de lo que aquí se escribe- son parejas aunque no hayan sido bendecidas eclesiásticamente o legalizadas judicialmente. Dos personas que están juntas y comparten un proyecto vital son una pareja.

Tampoco se distingue entre parejas heterosexuales y homosexuales, que para este libro son lo mismo –si bien es cierto que es un poco complicado escribir de un modo gramaticalmente correcto para que quien lo lea pueda sentir que no está excluido o excluida-, así que cuento con la colaboración de los lectores para sustituir con su buena voluntad lo que no esté bien definido por este motivo. No es importante el empleo de masculino o femenino en lo que se relata en los textos, porque cualquiera de los apartados puede afectar a ambos. El escritor nunca sabe quién lo va a leer y no conoce el caso particular de cada lector.

Que quede claro mi respeto hacia cualquier persona, hacia sus relaciones y sus circunstancias. Garantizo la buena intención en todo lo escrito y ofrezco disculpas a quien se sienta ofendido.

Por favor, que no se entienda este libro como un ataque a las mujeres haciéndolas pasar por poco aptas para las relaciones, sino como una observación externa –lo más aséptica posible- en la que, por supuesto, no todas las mujeres están implicadas y sí muchos hombres. Personalmente creo que, en general, lo hacen mejor las mujeres que los hombres en las relaciones sentimentales.

Tampoco todos los hombres a los que se hace referencia son iguales que el prototipo que se ha reflejado en la mayoría de los casos, que aparece como desinteresado de la relación, irresponsable o cruel, más atento a sus cosas que a la pareja, y rascándose la tripa frente al televisor. Tampoco todos los hombres esperan lo mismo de sus parejas en las relaciones, ni son o se comportan como cualquiera de los prototipos que aparezcan reflejados en este libro. Existen, por supuesto, muchos que están muy implicados en su relación, defendiéndola con ahínco, esforzándose en hacer feliz a su pareja y su descendencia, colaboradores dispuestos en las tareas del hogar e interesados en la espiritualidad y en su Descubrimiento Personal.

Las sugerencias que se hacen a lo largo del libro pueden ser útiles prácticamente para cualquier tipo de relación personal que uno establezca –lo mismo en su vida sentimental, familiar, laboral o de amistad, incluso con personas desconocidas-, pero así como la familia de la que uno proviene es impuesta, y muchas de esas relaciones son inevitables, la relación sentimental adquiere mayor relevancia porque es una elección y creación propia, y los propósitos que se pretenden con ella llevan ingredientes especiales: en ella, uno apuesta por la felicidad, por el amor, y por la más agradable y satisfactoria convivencia, elegida libre y voluntariamente desde la parte más amorosa de uno mismo.

No me gusta utilizar la palabra error –porque no creo que siempre sea un error eso a lo que llamamos error-, como tampoco me gusta utilizar otras palabras como fracaso –el fracaso no existe, existen experiencias que no han dado el resultado que uno deseaba-, ni equivocación –es, simplemente, una opción incorrectamente elegida-, ni mal -¿qué es el mal y quién lo dictamina?-, ni malo o cualquiera de sus sinónimos –nunca sabremos si eso que aparenta ser malo realmente es malo-, como tampoco me gustan otras como problema –me gusta más asunto pendiente de resolver-, culpabilidad –porque para quien la siente conlleva casi obligatoriamente la necesidad de un castigo-, condena –porque nadie está legitimado para condenar-, o castigo –porque no encuentro utilidad a los castigos-.
Todas esas palabras llevan implícitos inconvenientes, una onerosa y dramática carga de reproches, y parece que reclaman una sanción. Por eso es mejor evitarlas.

Emprendo la osadía de escribir este libro después de escuchar y analizar los conflictos de cientos de mujeres que los tienen, o los han tenido, en su relación de pareja.
Reconozco que es una osadía porque es bastante arriesgado escribir sobre todo aquello que tenga que ver con los sentimientos –que son capaces de desoír cualquier teoría y deslegitimarla porque no entienden de razonamientos-, y porque es improbable que sean equiparables los casos personales de una señora separada de cincuenta años en un país catalogado como machista con los de una chica de veinte en un país de orientación liberal que se estrena en esto del amor y el desamor. Y entiéndase esto simplemente como un ejemplo. La idiosincrasia de cada país, el sistema de educación en cada familia, el carácter de cada persona, o la generación a que se pertenezca, influyen y cambian los aspectos absolutamente. Así que me referiré a ejemplos que, más o menos, son generalizados y se repiten con frecuencia, y nada de lo que escriba se entenderá como algo que en todos los casos es cierto o inevitable, ni se deberá tratar de aplicar las sugerencias o ideas expuestas –y esperando resultados óptimos- para un caso muy concreto y particular ya que está escrito para una generalidad.

Es imposible que un lector se vea reflejado en todos los apartados o que se vea exactamente tal como se describe. Hay muchos matices de intensidad y de percepción de la realidad y este escrito no pretende ser irrefutable ni sentar cátedra. Lo componen una serie de opiniones personales –lo que no garantiza que sean atinadas-, más el aprendizaje que me han aportado los otros, añadiendo a ello las apreciaciones que he ido recogiendo a lo largo de tantos años de conocer tantas personas y la intimidad de sus relaciones.

Y una cosa más: no es obligatorio estar en una relación de pareja. Puede ser interesante, pero también puede ser interesante no estarlo. Así que no hay que sentirse agobiado ni sentirse frustrado si uno está solo.

Agradecido por la comprensión, comienzo.

Francisco de Sales

(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
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BASADO EN LAS ENSEÑANZAS DE LA MEDICINA CHINA.

 

EL ODIO Y RESENTIMIENTO, AFECTAN AL HÍGADO. EL PERDÓN, LA SOLUCIÓN.

7613522467?profile=RESIZE_710xCAMBIAR LA TAZA DE VENENO, POR UNA DE AMOR Y PERDÓN.7613532901?profile=RESIZE_584x

LA TRISTEZA AFECTA A LOS PULMONES. LA ALEGRÍA, EL AMOR, LA SOLUCION

7613506897?profile=RESIZE_584xMEDITACIÓN PARA LOGRAR EMOCIONES ELEVADAS.

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LA MEJOR VACUNA ES CONTRA EL MIEDO Y LA IGNORANCIA

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                                       LA MEJOR VACUNA ES CONTRA EL MIEDO Y CONTRA LA MENTIRA

 

Hay un movimiento que se gestó en España llamado “MÉDICOS POR LA VERDAD” que ahora se ha extendido a algunos países europeos y latinoamericanos.

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Han dejado al descubierto los intereses mezquinos y psicópatas de quienes gobiernan el mundo.

Los que hablan aquí son los Médicos que NO están comprados SI amenazados por el Sistema y que sufren las consecuencias de la disidencia con quienes quieren esclavizar a la humanidad y permíteme personalizarlo; a TÍ te quieren ES CLA VI ZAR y/o MA TAR  a tu familia y a tus seres amados también.

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Espero me acompañes en las Conferencias que estoy dando los domingos de “RUTA DE VIDA POST COVID”

¿Es un Virus o un Plan para eliminar a miles de millones que habitamos este planeta y que para la SUPER ELITE como le llamo simplemente somo animalitos de monte que les estamos “quitando sus recursos y su mundo”.

Basta solo pensar con un poquito de sentido común para comprender el por que.

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Estamos entre  el llamado 5º Y 6º. Tecno paradigma que tiene que ver con la Revolución Tecnológica en la que se encuentra la humanidad.

Iniciamos de 1990 con el nacimiento del internet al 2010 con la era de la información y del 2010 al 2020 con la era de las Redes Sociales y los teléfonos inteligentes y estamos viviendo ahora la era de la Realidad Virtual, la Robótica y la Big Data.

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La interactuación del ser humano con las máquinas y mas aún "la transhumanización", es decir que las máquinas pasan a  formar parte de los seres humanos -En unos cuantos años más si estamos vivos lo presenciaremos también-

Estos Tecno paradigmas son irrefrenables, irrevertibles y la pregunta para ti es:

¿Eres capaz de ajustarte a la nueva revolución tecnológica?

¿Encajas en un mundo cada vez menos orgánico?

¿Le sirves al nuevo sistema o eres una carga para el nuevo Sistema?

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Para la mayoría es no encajamos en un sistema deshumanizado y enfocado a la dominación y control de unos cuantos sobre miles de millones de personas y la economía, recursos y recursos del 85% del planeta que en unos 5 o 10 años va a controlar la Super Élite.

Con un poco de sentido común te darás cuenta que para los “Amos” hay unos 5 mil y 6 mil millones de personas que sobramos y que como una plaga se debe exterminar.

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Parecen descabelladas éstas ideas pero la raza humana ya ha tenido ejemplos como las Guerra Mundiales; por ignorancia brutal, falta de respeto total a cualquier forma de vida y su entorno.

Asesinaron a 10 millones de personas en la primera Guerra Mundial; 6 millones de judíos muertos en la 2ª. Guerra sin contar los millones de muertos en combate y por la bomba atómica y sus secuelas en Hiroshima y  Nagazaqui; más los 25 millones de muertos disidentes en el régimen totalitario de Stalin y podría enumerar muchas más, lo que demuestra como el ser humano encuadrado en el Sistema de la Super Elite  ha sido un ignorante depredador bestial y salvaje, implacable y sin piedad con objetivos siempre materiales y estúpidos sirviendo al amo.

¿Que busca el amo?

A.- LA ACUMULACIÓN DE DINERO

B.- LA ACUMULACIÓN DE PODER

Y en estos tiempos de Plandemia...

C.- LA ACUMULACIÓN DE TERRITORIOS, RECURSOS Y RIQUEZA DEL PLANETA, DESPOBLACIÓN Y CONTROL CASI ABSOLUTO DE LOS SOBREVIVIENTES.

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Lo más importante de todo ésto es que tu y yo lo estamos experimentando en sus primeras fases, viviendo ahora mismo, con bozal, enjaulado y sin contacto social, además amenazado con vacunarnos obligatariamente "por nuestro bien" con vacunas creadas en meses cuando el termino promedio normal son 4 años y puestas en duda por muchos científicos por tener efectos nocivos en la fertilidad, mutaciones en nuestro ADN, baja de nuestro sistema inmunológico y las mas avanzadas con tecnología de big data y robótica con sellos de control total de quien la porta.

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Jesucristo decía… “La Verdad os hará libres” y el conocimiento de lo que pasa es el primer paso para encontrar alternativas de solución; una Ruta de Vida y una Oportunidad para ser creadores de un mundo en conciencia, cristal y acorde a la vibración de nuestra amada Pachamama en 5ª. Dimensión.

 

Si algunas  de éstas ideas hace sentido en tu Sistema de Creencias y/o en tu Intuición te invito a 3 cosas.

 

1.- Que investigues, no creas todo lo que te digo, la sugerencia no lo hagas en medios oficiales.

2.- Que ingreses a mi Seminario el próximo Domingo y veas mi primer video -te adunto el Link-

 https://lareconexionmexico.ning.com/videos/ruta-de-vida-post-covid

3.- Que hagas tuyas éstas reflexiones y enseñanzas y compartas.

Pasar de espectador a actor, ¿pasiva o activa? ¿Piensas que es cuestión de un tiempo y todo volverá a la normalidad?

La elección que tomes será definitiva en éstos tiempos de turbuencia acelerada.

Éste domingo 30 de agosto impartiré la 2a. Conferencia y Ejercicio de Sanación. 

Checa los detalles en la pestaña de Eventos que te adjunto.

 

Cualquier duda o comentario por favor déjalo en el recuadro de abajo.

Bendiciones

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CAPÍTULO 2 - ANTES DE EMPEZAR

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CAPÍTULO 2 - ANTES DE EMPEZAR

Este es el capítulo 2 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

Este libro, cuando solamente era un borrador, se iba a titular “LOS ERRORES QUE COMETEN LAS MUJERES EN LAS RELACIONES DE PAREJA”. Un poco más adelante me di cuenta que los “errores” los comete en muchas ocasiones la otra parte de la pareja precisamente, y que entonces el “error” estaría en consentir los “errores” de la otra parte sin ponerles freno y en seguir persistiendo en una actitud de sumisión o dependencia. Y me di cuenta que con el título estaba culpabilizándolas directamente a ellas y dejando absueltos a ellos.

Error, según la Real Academia Española de la Lengua, es una “acción desacertada o equivocada” y es una “cosa hecha erradamente”. En mi opinión, eso a lo que llamamos error no es más que la consecuencia de una acción que no dio el resultado esperado. Y nada más. De este modo, y sin faltar a la realidad, se le quita todo el dramatismo y el sentimiento de culpa y la necesidad de su correspondiente castigo que, inconscientemente, lleva aparejada la palabra.

No hay “errores”, y sí hay actitudes que no son las apropiadas, y sí hay resultados que no coinciden con lo deseado; hay consentimientos que no se deberían consentir, hay desconocimiento, hay buena voluntad pero equivocada a veces, hay dudas e inseguridades y hay, sobre todo, falta de conocimiento y falta de experiencia en convivir en las relaciones.

Y conviene aprender a hacerlo bien.

Francisco de Sales

(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
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RELACIONES DE PAREJA CAPÍTULO 1 - PRÓLOGO

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RELACIONES DE PAREJA:
TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

CAPÍTULO 1 - PRÓLOGO

Este es el capítulo 1 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

Hay muchas cosas sobre las que no nos enseñan nada y hay otras muchas cosas sobre las que sí nos enseñan… pero mal. No nos enseñan a VIVIR, así, con mayúsculas, tal como es el auténtico sentido de la vida.
En muchos casos, porque les han enseñado mal a quienes se supone que nos tienen que enseñar.
No nos enseñan a afrontar todos los asuntos y conflictos que implica el hecho de vivir –y se nos van a presentar todos los días y durante toda la vida- y menos aún nos enseñan a resolverlos del modo adecuado.
No nos enseñan nociones básicas de pediatría, ni de primeros auxilios ni de psicología infantil, y a pesar de ello –y con sus imprevisibles consecuencias- tenemos hijos.
No nos enseñan cómo se manifiestan los sentimientos, no nos enseñan a relacionarnos con el inconsciente, no nos enseñan qué tenemos que hacer ante la muerte de un ser querido, no nos enseñan bien todo lo relacionado con la sexualidad.

Tampoco nos enseñan sobre las relaciones de pareja, o nos enseñan mal. Si nos criamos en una familia donde las relaciones entre los padres son frías, tensas, violentas, o nulas, inconscientemente nos están mostrando que así son las relaciones, y como a esa edad temprana no tenemos conocimientos suficientes ni criterios propios, damos por supuesto que, efectivamente, así son las relaciones y, si no nos damos cuenta de que eso es una anormalidad, acabaremos repitiendo ese modelo en nuestra relación.

A mí me tocó vivir una época y un entorno en que las relaciones sentimentales de las parejas estaban bastante vacías de amor. Recuerdo que observaba las parejas que conocía y todas ellas parecían más bien matrimonios de conveniencia –teóricamente de conveniencia para ambos, aunque en realidad resultaba ser de conveniencia para uno solo y casi siempre era el varón-; casi todas me parecían la unión de dos personas condenadas a vivir juntas, aunque sin ganas, por haberse casado ante la iglesia -no existía entonces el divorcio- y por carecer de la valentía suficiente como para romper el matrimonio por la tremenda y enfrentarse a los conflictos sociales que eso produciría y a una moral anquilosada en la que primaba más el qué dirán que la propia felicidad.

Veía a las personas matrimoniadas y me parecían aburridas. Deduje, porque no me enseñaron sobre las relaciones de pareja, que llegada cierta edad había que casarse, y que para ello era necesario el cortejo previo de la otra parte, la seducción, algún plan básico para el futuro, poner una fecha para la boda, enviar las invitaciones, y casarse para pasar a engrosar la masa de matrimonios desganados.

Sirve como ejemplo el relato que me hizo un amigo sobre el inicio de su vida sentimental: “Lo que me atrajo de mi primera relación fue que ella era rubia. Y nada más. El tiempo nos hizo ver qué dispares éramos y la nada que teníamos en común. Pero yo ya estaba mentalizado para ello y no esperaba otra cosa de una relación. Cuando acabó aquello conocí a otra mujer con la que tuve una relación de unos pocos meses. Aquello era otra cosa distinta. Aquella mujer me cuidaba, se interesaba realmente por mí, y consiguió que se me despertaran y que manifestara hacia ella unos sentimientos amorosos cuya existencia desconocía. O sea, me confirmaba que sí existía el amor de verdad. Más adelante, en otra relación, aprendí casi todo acerca de lo que NO se debe hacer en una relación, porque hice bastante de lo que NO se debe hacer. Fue con una mujer a la que aprendí a querer cuando ya no estaba en mi vida sentimental, que fue cuando me di cuenta del cúmulo de desastres y desatenciones que tuve hacia ella y de que mis miedos habían boicoteado la relación. Nunca me cansaré de ofrecerle mis disculpas. Por fin, apareció la mujer que me ha enseñado a amar sin miedo, a moverme con facilidad por el mundo de los sentimientos, a expresarle mi amor como jamás lo había hecho antes en mi vida, y a sentir lo que, en mi opinión, se ha de sentir en una relación de pareja. Llegar a este estado me ha costado bastante sufrimiento y perjudicar a otras personas –aunque sin ánimo consciente de hacerlo- por mi desconocimiento del mundo sentimental y de lo que es una relación de pareja. Si me hubiesen enseñando se podría haber evitado”.

Hay personas que han tenido la fortuna de tener en sus padres un buen modelo de pareja del que aprender, y han aprendido bien y están disfrutando en su relación. Otras han puesto muy buena voluntad y mucho empeño, además de perseverancia y amor, y han conseguido con esfuerzo consolidar una buena relación. Otras personas siguen sin saber cómo actuar para hacerlo bien, repiten una y otra vez los mismos tropiezos y parece que no aprenden de ellos y que se boicotean inconscientemente. Otras se castigan con una soledad que no es lo que realmente quisieran, o se engañan, o se lamentan, lloran, sufren o hacen sufrir…

Mi deseo es que a estas últimas personas les aporte algo la lectura de este libro y eso les permita disfrutar en algún momento de una excelente relación de pareja. Les garantizo que es una experiencia casi mística.
También me agradaría que las personas que se consideran fracasadas en el amor y que ya no creen en la pareja sentimental como fuente de felicidad, creyeran –por fin- que tienen derecho a tener una buena relación y se dieran permiso para poder tenerla, y que esta creencia un poco más optimista les anime a dar un paso adelante y afronten el error de su visión negativa de las relaciones, o que se atrevan a ponerse en manos de un profesional que les ayude, y que sea, preferiblemente, el mejor.

Francisco de Sales

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RELACIONES DE PAREJA: CAPÍTULOS

RELACIONES DE PAREJA:
TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.

ESTOS SON LOS CAPÍTULOS QUE SE PUBLICARÁN

ÍNDICE

1 PRÓLOGO
2 ANTES DE EMPEZAR
3 ACLARACIONES IMPRESCINDIBLES

4 LA MUJER EN LA RELACIÓN
5 EL HOMBRE EN LA RELACIÓN
6 EL NOVIAZGO
7 EL ENAMORAMIENTO
8 SÍNTOMAS FÍSICOS REALES DEL ENAMORAMIENTO
9 LA PAREJA
10 LA RELACIÓN
11 DIALOGAR
12 CONVIVIR
13 EL CONTACTO FÍSICO
14 SUGERENCIA PARA EL MOMENTO DE LA ELECCIÓN DE LA PAREJA

1 - LO QUE DEBIERA SER INTOLERABLE

15 CUANDO SE ACEPTA HASTA LO INACEPTABLE
16 NO SER SINCERO
17 OCULTAR COSAS QUE PUEDE SER GRAVES PARA LA RELACIÓN
18 ACEPTAR LO QUE ES INACEPTABLE

2 - LO QUE NO ES APROPIADO

19 NO RESOLVER LAS CONTRARIEDADES, PRETENDER IGNORARLAS, O CREER QUE NO SON TAN IMPORTANTES COMO EN REALIDAD SON
20 REPRIMIR LOS SENTIMIENTOS
21 PERDONAR FÁCILMENTE
22 PERDONAR SIN CONTRAPRESTACIONES
23 NO EXPRESAR CLARAMENTE LOS SENTIMIENTOS
24 NO PERMITIR EL CRECIMIENTO DE TU PAREJA
25 EL CHANTAJE EMOCIONAL Y SENTIMENTAL
26 CRITICAR, MENOSPRECIAR, SENTENCIAR
27 PROSTITUIRSE
28 SER INFLEXIBLE
29 ES UN “ERROR” NO ACEPTAR LOS PROPIOS “ERRORES”
30 NO PEDIR PERDÓN FÁCILMENTE
31 NO PEDIR CLARA Y DIRECTAMENTE LO QUE SE NECESITA
32 ABANDONARSE
33 BUSCAR REPETIR PATRONES QUE SE HAN VIVIDO
34 NO RECONOCER LAS PROPIAS LIMITACIONES
35 LA EXCESIVA LIBERTAD Y PERMISIVIDAD
36 SER LA MEJOR. (Y también SER EL MEJOR)
37 NO HALAGAR O NO HABLAR DE LO POSITIVO QUE TIENE EL OTRO
38 NO SABER ESCUCHAR LO QUE EL OTRO SIENTE
39 CONVERTIR LOS DIÁLOGOS EN DISCUSIONES (O en monólogos)
40 LOS CELOS
41 TÚ HAZ LO QUE QUIERAS QUE YO HARÉ LO QUE ME DÉ LA GANA
42 CUANDO HAY EXCESO DE EXCUSAS
43 CONVERTIR EL SEXO EN UNA RUTINA
44 SER EGOCENTRISTA
45 NO VALORAR LAS DIFERENCIAS CULTURALES O SOCIALES
46 NO PEDIR AUXILIO
47 NO PEDIR LO QUE REALMENTE SE QUIERE EN EL SEXO
48 NO DEDICARLE AL SEXO EL TIEMPO Y LA ATENCIÓN QUE MERECE
49 RIDICULIZAR AL OTRO O MENOSPRECIAR SUS OPINIONES
50 EL ORGULLO
51 RENDIRSE
52 PERDER EL RESPETO (O perderse el respeto)
53 RENUNCIAR AL ESPACIO INDIVIDUAL
54 CAMINAR MIRANDO HACIA ATRÁS
55 RECHAZAR LA CABALLEROSIDAD
56 VER SÓLO LOS DEFECTOS
57 EXIGIR EN VEZ DE PEDIR
58 QUERER CAMBIAR AL OTRO
59 SER DEMASIADO EXIGENTE
60 POSESIÓN, PERTENENCIA, DOMINIO…
61 PARTICIPAR EN LUCHAS DE PODER
62 OLVIDARSE DEL ROMANTICISMO
63 NO ESTAR INTERESADOS EN QUE LA RELACIÓN VAYA BIEN
64 DECIR LO MALO QUE PIENSAS Y SIENTES CUANDO TU MAL HUMOR ESTÁ MUY EXALTADO
65 MENTIR (O camuflar la verdad)
66 SER ABSORBENTE, CELOSO, DESCONFIADO, AGRESIVO, POCO RESPETUOSO, HIPERCRÍTICO, NARCISISTA, EGOCÉNTRICO, IRRESPONSABLE, AUTORITARIO O POCO REALISTA EN EL AMOR.
67 DARLE VUELTAS A LA NORIA (Y no buscar la forma de dejar de hacerlo)
68 PERMITIR QUE UNA MALA RELACIÓN AMARGUE EL RESTO DE LA VIDA
69 PERMITIR QUE EL AMOR SE CONVIERTA EN ODIO

3 - CONFUSIONES HABITUALES

70 PENSAR SÓLO EN EL OTRO O EN LOS OTROS
71 MINIMIZAR LOS “PROBLEMAS” O NEGARLOS
72 DEJARSE DE LADO
73 PASARSE AL OTRO EXTREMO
74 CREER QUE TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES
75 CAMBIAR AL HOMBRE POR EL PADRE
76 CONFUNDIR AMOR CON ENAMORAMIENTO
77 CONFUNDIR “TENER PAREJA” CON “SER PAREJA”
78 ELEGIR DESDE LA CINTURA PARA ABAJO (O sólo por la cara bonita)
79 UTILIZAR EL SEXO COMO CHANTAJE
80 NO DESAHOGARSE
81 NO QUERER RECONOCER LOS PROBLEMAS Y NEGAR LA REALIDAD
82 PENSAR QUE LOS “PROBLEMAS” DE TU PAREJA NO SON TAMBIÉN TUS “PROBLEMAS”
83 DAR MÁS CRÉDITO A LA FANTASÍA QUE A LA REALIDAD
84 SI NO CEDE ÉL, NO CEDO YO
85 REPRIMIR LOS SENTIMIENTOS
86 NO REUNIRSE PARA REVISAR CÓMO VA LA RELACIÓN
87 SUPONER
88 VOLVER CON UN EX POR NO ENCONTRAR OTRA PAREJA
89 IGNORAR LA VOZ DEL INSTINTO
90 JUGAR A SER ADIVINO
91 NO DENUNCIAR
92 LIGUES, AVENTURAS Y OTRAS RELACIONES
93 HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE

4 - LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER

94 ABANDONAR EL NOVIAZGO
95 HACER UN NOVIAZGO DEMASIADO CORTO
96 CONFUNDIR EL NOMBRE DE LOS SENTIMIENTOS (O de las cosas)
97 CONFUNDIR AL HOMBRE
98 CONFUNDIR EL AMOR CON OTRA COSA
99 ¿DISCUTIR O NO DISCUTIR?
100 CARGARSE CON TODAS LAS RESPONSABILIDADES
101 CEDER A LA PRESIÓN SOCIAL
102 NO ACTUALIZAR EL AMOR
103 NO SABER PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO
104 BUSCAR EL HOMBRE PERFECTO (Y ansiar la relación perfecta)
105 ENAMORARSE DEL HOMBRE O DE LA MUJER EQUIVOCADOS
(Enamorarse de alguien que no existe)
106 LAS FAMILIAS
107 QUERER MAL
108 PERPETUAR LOS MISMOS ERRORES DE SIGLOS ANTERIORES
109 NO AMAR O NO SABER AMAR
110 REPETIR LOS ERRORES ANTERIORES
111 HAY QUE SER UN POCO EGOÍSTA
112 PROVOCAR LAS CONFRONTACIONES EN MAL MOMENTO
113 ELEGIR DESACERTADAMENTE
114 NO COMPORTARSE DEL MODO ADECUADO CUANDO LAS COSAS YA NO VAN BIEN

5 - EL PELIGRO DE LAS FALSAS EXPECTATIVAS

115 LA NECESIDAD DE SER NECESITADOS
116 CONVERTIR AL SAPO EN PRÍNCIPE AZUL
117 BUSCAR UNA RELACIÓN (AUNQUE SEA MALA) PARA HUIR DE UNA SITUACIÓN INDESEADA
118 ÉL ES ÚNICO/ELLA ES ESPECIAL
119 AFERRARSE A LA ESPERANZA INÚTILMENTE
120 PENSAR QUE EL OTRO PIENSA DEL MISMO MODO QUE PIENSA UNO
121 CREER QUE EL AMOR LO SOLUCIONA TODO
122 HAZME FELIZ
123 NEGAR LAS CICATRICES QUE VA DEJANDO EL DESAMOR
124 ESPERAR UN MILAGRO
125 CONFUNDIR “ESTOY ENAMORADO” CON “ME INTERESA”
126 CULPAR AL OTRO POR LA DECISIÓN QUE UNO TOMÓ DE UNIRSE A ÉL (Y hacérselo pagar…)
127 QUERER QUE EL OTRO SIENTA LO QUE NO SIENTE
128 DÁMELO TODO
129 OBSESIONARSE CON EL AMOR IDEAL
130 QUERER SUSTITUIR A SU MADRE

6 - CUANDO LA PAREJA ESTÁ DESCOMPENSADA

131 ¿SER YO O SER QUIEN OTRO QUIERE QUE SEA?
132 LLAMAR “ACEPTACIÓN VOLUNTARIA” A LA “SUMISIÓN INCONDICIONAL”
133 LA TENDENCIA A RENUNCIAR
134 TOLERAR QUE EL OTRO NO PONGA TODO LO QUE TIENE QUE PONER EN LA RELACIÓN
135 NO IR EN IGUALDAD DE CONDICIONES A LA RELACIÓN
136 IR DE VÍCTIMAS O DE MÁRTIRES
137 NO TENER OBJETIVOS O PLANES COMUNES
138 IMPEDIR QUE LA PAREJA PARTICIPE EN ALGÚN ASUNTO COMÚN
139 AMAR A UN HOMBRE O A UNA MUJER SIN SER CORRESPONDIDO
140 ÉL NO ES MALO, LO QUE PASA ES QUE ES ASÍ (Ya cambiará)
141 ESTAR POR INTERÉS
142 YA ES TARDE PARA CAMBIAR (Al otro no hay quien le cambie)
143 IMPONER
144 ASUMIR, TAMBIÉN, LAS RESPONSABILIDADES DEL OTRO
145 LLEVAR UNO SOLO EL PESO DE LA RELACIÓN
146 LLEVAR A PRISIÓN LA LIBERTAD DEL OTRO
147 CONFORMARSE CON MIGAJAS DE AMOR
148 REPARTIR MAL LOS PAPELES: “UNO MANDA, EL OTRO OBEDECE”
149 QUE SEA UNO SOLO LA PAREJA
150 DAR TODO A CAMBIO DE NADA. O VICEVERSA.
151 SOBREPROTEGER AL OTRO MIEMBRO PAREJA
152 MENOSPRECIAR LAS INCOMPATIBILIDADES
153 LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
154 AMAR DEMASIADO
155 PEDIR EN LA RELACIÓN LO QUE EL OTRO NO ESTÁ DISPUESTO A DAR
156 ACORDARSE DEL OTRO SÓLO CUANDO SE LE NECESITA
157 CONVERTIR LA RELACIÓN EN DOS QUE VIVEN JUNTOS (O permitir que eso suceda)
158 CREER QUE EL AMOR SE SOSTIENE SOBRE UNO SOLO QUE AME
159 VIVIR DEL AMOR PASADO
160 VER A LA PAREJA SÓLO COMO “EL OTRO” (O “la otra”)

7 - ATENCIÓN A LA BAJA AUTOESTIMA

161 POR TI SOY CAPAZ DE SUFRIR LO QUE HAGA FALTA
162 NO MEREZCO ALGO MEJOR
163 IDEALIZAR DEMASIADO EL AMOR
164 SIN TI SOY NADA
165 SÉ QUE ALGÚN DÍA SE CANSARÁ DE MÍ
166 CREER QUE LA FELICIDAD SÓLO SE LA PUEDE PROPORCIONAR SU PAREJA
167 HACER DE LA RELACIÓN EL ÚNICO MOTIVO DE SU VIDA
168 ACEPTAR CON RESIGNACIÓN -Y SIN HACER ALGO POR REMEDIARLO- TODOS LOS INCONVENIENTES DE LA PAREJA
169 CULPABILIZARSE
170 MIEDO A PERDERLE
171 DEPENDER EXCLUSIVA O EXCESIVAMENTE DEL OTRO
172 NO QUERER QUITARSE LA VENDA DE LOS OJOS
173 CONFORMARSE CON CUALQUIERA
174 CONFORMARSE CON ENCONTRAR LA MEDIA NARANJA
175 AMAR SIN RECIBIR AMOR
176 MINUSVALORARSE, MENOSPRECIARSE, DEPRECIARSE, DESVALORARSE, DEVALUARSE…
177 NO TENER UN PROYECTO DE VIDA PROPIO
178 YA NO LE GUSTO
179 SEGUIR EN LA RELACIÓN POR UN SENTIMIENTO DE CULPABILIDAD
180 NO VOLVER A ENAMORARSE PARA NO VOLVER A SUFRIR

8 – NO PERMITIR CUALQUIER TIPO DE VIOLENCIA (¡NINGUNA!)

181 CONSENTIR GRITOS, INSULTOS, HUMILLACIONES, FALTAS DE RESPETO…
182 GRITAR E INSULTAR (Son agresiones psicológicas)
183 PERMITIR LAS AGRESIONES FÍSICAS
184 LA SUMISIÓN
185 REACCIONAR A LA DEFENSIVA EN VEZ DE ESCUCHAR
186 PERMITIR Y TOLERAR LA REINCIDENCIA EN ASUNTOS GRAVES
187 PERMANECER EN UNA RELACIÓN DESTRUCTIVA
188 LAS RELACIONES SEXUALES NO CONSENTIDAS

9 - EL FINAL
(La demostración innegable de la incompatibilidad)

189 ¿ROMPO O SOPORTO?
190 NO QUERER PONER FIN A LA RELACIÓN
191 SEPARARSE, TAMBIÉN, DEL RECUERDO DEL OTRO
192 CÓMO DEBERÍA SER EL FINAL DE UNA RELACIÓN
193 LOS HIJOS
184 VOLVER A EMPEZAR
185 SABER PONER LA PALABRA FIN
185 EL DUELO POR LA PÉRDIDA SENTIMENTAL
186 ¿PREPARADO PARA UNA NUEVA RELACIÓN?

CONCEPTOS

187 ¿QUÉ ES EL AMOR?
188 ¿QUÉ ES AMAR?
189 ¿QUÉ NO ES AMAR Y QUÉ NO ES AMOR?
190 ¿LA PERSONA O LA PAREJA?, ¿QUÉ ES LO PRIORITARIO?
191 EL DESAMOR

EPÍLOGO:

192 RENUNCIAR A LA NECESIDAD DE TENER RAZÓN
193 ELIMINAR LA IDEA DE POSESIÓN
194 ACEPTAR QUE HAY COSAS QUE SE CONVIERTEN EN INCOMPRENSIBLES

IDEAS

195 NOCIONES BÁSICAS QUE CONVIENE TENER EN CUENTA PARA COMUNICARSE Y RELACIONARSE BIEN
196 DIÁLOGO NO ES LO MISMO QUE MONÓLOGO
197 RESPETAR LOS SENTIMIENTOS AJENOS
198 NO QUERER RECONOCER UN ERROR Y NO DISCULPARSE
199 ¿CUÁNDO SE DA POR TERMINADA LA CONVERSACIÓN?
200 LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

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EL MATRIMONIO NO DEBERÍA EXISTIR

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EL MATRIMONIO NO DEBERÍA EXISTIR

En mi opinión, y a pesar del riesgo de que algunas personas lo puedan malinterpretar, que otras se puedan escandalizar, y que otras se sientan atacadas y socavadas en sus principios religiosos o morales, voy a explicar mi punto de vista sobre este asunto. Confío en que también habrá quien lo lea con objetividad y sin condicionamientos.

El concepto de matrimonio –en general- se ha ido modificando y ya no es sólo y exclusivamente lo que dice el diccionario: “unión de hombre y mujer concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses”. El diccionario ya hizo una modificación para especificar que también es: “...unión de dos personas del mismo sexo…”.

Se ha convertido en algo habitual que previamente al matrimonio haya un tiempo, al que llamamos noviazgo, en el que seducir agradando, complacer, encandilar y mostrar amor son habituales, siendo frecuente –no en todos los casos, afortunadamente- que una vez establecido el vínculo del matrimonio paulatinamente vaya decayendo todo eso para entrar en una rutina que va apagando toda la parte del cortejo y la conquista.

El hecho de estar matrimoniados parece que otorga la relajación en la seducción; es como si uno ya tiene segura y “amarrada” a la otra persona por aquel papel que firmaron y que ya no necesita hacer nada más. Es cuando uno deja de ensalzar al otro, de decirle que le ama –“ya sabes que te quiero, no hace falta que te lo repita todos los días”, se le dice al otro cuando pregunta,- pero sí hace falta repetirlo todos los días. Y no “te quiero”, sino “te amo”.

Parece que al estar legalmente comprometidos –porque hay un documento oficial que lo confirma- uno convierte la relación en algo posesivo, cuando siente seguridad de tener definitivamente a la otra persona, y es cuando uno se cree –equivocadamente- eso de “ahora eres mío/mía para siempre”. ¡Qué error! “Si quieres tener a una persona para siempre a tu lado, dale libertad”. No supe entenderlo cuando lo escuché por primera vez. Ahora, sí.

A la vista de lo anterior se podría llegar a la conclusión –no del todo acertada pero tampoco del todo equivocada- de que es mejor no casarse. Que es mejor mantenerse en un continuo noviazgo en el que cada uno muestre lo mejor de sí CONTINUAMENTE con la intención de agradar y seguir conquistando al otro.

Porque además de afirmar -simplemente presuponiéndolo- “prometo amarte hasta que la muerte nos separe”, tal vez sería interesante añadir –y esto sí cumplirlo- “prometo no desatenderte, no hacerte infeliz, no hacerte daño nunca”. Y cada día renovar la conquista, viviendo en una mutua seducción continua, mostrándose ambos cada día atractivos para la otra parte, exhibiendo todos los encantos, y amando con esa pasión que no se debe aplacar de los recién enamorados.

Tal vez no debería existir el matrimonio como tal, sino que debería existir solamente el amor entre dos personas sin la necesidad de un compromiso que no siempre será posible cumplir.

No hay documento ni hay un cuerpo eclesiástico o civil que garantice el amor. El amor no se puede imponer. Amarse es una tarea que corresponde exclusivamente a las personas que libremente han decidido hacerlo.

El amor es una obra a corto, medio y largo plazo que requiere ser cuidado con esmero y ser alimentado en cada instante. Tanto amar como ser amado es muy gratificante. Y es una hermosísima tarea decidida libremente que merece toda la atención que se le ha de dedicar.

No estoy en contra del matrimonio. Estoy en contra de que la rutina se instale y sea lo único que haya en común, en contra de que el amor deje de ser el ingrediente principal del matrimonio, en contra de que la pasión amorosa sea sólo un recuerdo del pasado.

Y que suceda o no suceda todo esto es una responsabilidad de ambos miembros de una relación.

Me parece bien el matrimonio… siempre que no mate al amor.

Te dejo con tus reflexiones…

Francisco de Sales

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LOS PENSAMIENTOS OBSESIVOS Y TÚ: UN MAL MATRIMONIO.

En mi opinión, las personas que padecen la dictadura de los pensamientos obsesivos deberían tener preparadas soluciones para cuando se presentan, de modo que puedan evitar el sufrimiento que les aportan y tener una mente más relajada y menos agresiva.

En general, no tenemos claro dónde empiezan y dónde acaban lo que son los pensamientos, y dónde empezamos nosotros; qué corresponde a la mente que actúa por su cuenta y qué corresponde a la mente que funciona bajo nuestro control.

Insisto muy a menudo en la necesidad, que es irrenunciable y debería ser inaplazable, de aprender y conocer el funcionamiento de la mente, cómo actúa el inconsciente, y aprender a observar y gobernar a ambos antes de que nos conviertan en sus víctimas sufrientes.

Algunas personas padecen los pensamientos obsesivos y no saben cómo salir de ellos. Estas son algunas nociones y pautas que conviene conocer.

La primera es que los pensamientos son solamente pensamientos, y nada más. No es necesario darles entidad, ni sufrir por cosas que no pertenecen a la realidad sino a la dispersión –casi siempre negativa o pesimista- de unos procesos mentales que ni siquiera promocionamos nosotros.

Lo mejor para quien padece esta situación es no hacerles caso. Quienes los padecen, dirán que es imposible, que tienen preponderancia y les gobiernan. Que no pueden pararlos, pero en realidad es que no saben pararlos y deshacerse de ellos.

Lo menos acertado es enredarse en ellos y con ellos, ponerse a discutir, querer echarles a gritos, o enzarzarse en conversaciones interminables… porque eso es, precisamente, lo que quieren.

Esos pensamientos obsesivos giran en torno a ellos mismos, no avanzan, y parecen encontrar más placer en repetirse y alterarnos que en encontrar una respuesta. Y aunque encuentren una respuesta, ésta no va a ser satisfactoria porque ese tipo de mente no se va a conformar con ninguna que aparezca. Y aunque llegase a encontrar una respuesta con aires de ser la verdadera, difícilmente sería acertada y válida porque estaría tomada desde una ofuscación mental con la falta de la ecuanimidad y la objetividad necesarias para cualquier toma de decisiones que sea sensata.

Esos pensamientos son irrazonables, por lo tanto es imposible razonar con ellos. No admiten la lógica, la sensatez, la cordura de las reflexiones bien ejecutadas, la contundencia de la verdad y el raciocinio. Le han dado mil vueltas a los mismos pensamientos y no ha servido para nada. Y aunque se encuentre una respuesta que parezca adecuada, unos minutos después será volteada y desechada.

Pretender encontrar una solución adecuada con la premisa de unos pensamientos incorrectos es un absurdo. Y una temeridad. Esos pensamientos no valen, carecen de lucidez, es mejor desecharlos y aplazar el tema para otro momento en que uno sí puede ser objetivo y verlo con una mente serena.

Es mejor no intervenir en ellos. Sí, ya lo sé: es difícil y parece imposible, pero es lo más adecuado. Si acaso, observarlos, que es como observarse uno mismo. Pero es mejor no intervenir.

Por supuesto que en el momento en que se presentan parecen incontrolables, y uno se enfada consigo mismo por eso de no poder controlarlos y acabar siendo su víctima sufridora, pero conviene tener paciencia con uno mismo, disculparse, evitar ese enfado inapropiado.

Lo mejor, y casi lo único que se puede hacer en esos momentos, es no prestarles atención, no responderles, no intervenir, dejarlos que se vayan diluyendo por sí mismos.

Responderles es la acción menos indicada, porque es lo que ellos pretenden: involucrarnos en su desquiciado juego. Por tanto, es mejor separarse de ellos, no prestarles nada de atención, y ocupar la mente con un pensamiento deseado y elegido por uno mismo.

Si se le presta atención a uno de esos pensamientos obsesivos tratando de razonar con él –misión imposible-, o esforzándose en echarle -con lo cual ya se ha entrado en su juego-, se le está reforzando y dando más vida.

Si la mente siente que se le presta mucha atención a ese pensamiento, puede pensar que se debe a que es importante para el pensador y no hará nada por borrarlo o relegarlo al olvido, sino que lo mantendrá vivo, en primera línea, y lo presentará a menudo creyendo que con ello nos hace un favor.

La dirección de un buen psicólogo es la mejor ayuda. Seguir cualquiera de las ideas escritas puede ser un alivio, aunque sea momentáneo, para ir deshaciéndose de ellos.

NOS RESULTARÍA MUCHO MÁS SENCILLO OLVIDAR LAS COSAS DOLOROSAS O DESAGRADABLES SI NO INSISTIÉSEMOS TANTO EN RECORDARLAS.

Te dejo con tus reflexiones…

Francisco de Sales

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“…Deseo para la humanidad la mas alta comprensión 

Que puede venir solo de una mayor tolerancia.

Solo así los hombres podrán tener la fe de un cristiano,

las virtudes de un hindú, la integridad de un budista,

la sabiduría de un taoísta, la disciplina y el control de un musulmán, 

haciendo de todas estas concepciones una Síntesis. 

Tal es el Sendero que conduce a la Iniciación.”

Serge Raynaud de Las Ferriere

 

FE

VIRTUDES

INTEGRIDAD

SABIDURÍA

DISCIPLINA.

 

La meta primordial sigue siendo entonces: 

amalgamar en Un Todo las muchas ideologías no "predicando" un nuevo culto, 

si no enseñando que a través de todas ellas se respira un único ideal que es AUTORREALIZACIÓN

Serge Raynaud de La Ferriere 

7553561868?profile=RESIZE_710x

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