En el año 1740 cuando los piel roja defendían sus aldeas, impidiendo que los caras pálidas introdujeran sus costumbres feas
La guerra era inclemente, pero los indígenas eran de corazón valiente
Tecumseh, un hombre de la tribu valiente, defendía a su raza porque amaba a cada ente
Wilma, una mujer valerosa, corazón de bella rosa.
Desde niños Tecumseh y Wilma se amaban, en las bellas cascadas juagaban
Sus pieles bellas rojizas, tocaban las bellas brisas
En medio de los conflictos, sus corazones a luz permanecían invictos
Se comunicaban con los espíritus universales, caminaban por naturales lugares.
Al crecer se aferraron más a su amor, en medio de la guerra y el dolor
Ella de 20 años, él de 21; en 30 días se casarían, sus pensamientos eran que en unidad vivirían
Cierta noche los vaqueros cara pálidas, los atacaron, y a Tecumseh Capturaron
Muchos aborígenes habían fallecido, nostálgicamente a la eternidad han partido.
Wilma lloraba de dolor, porque a la fuerza se llevaron su amor
Pero su valor la arropaba, como líder una idea de liberación tramaba
Se unieron en fraternidad, viajaron algunas mujeres y ancianos hacia la nueva sociedad
Al llegar a la pequeña ciudad de Texas, se tomaron de las manos y gritaron, ¡venimos por nuestros hermanos!
Los pistoleros sacaron sus armas, estaban listos para aumentar sus karmas
Ellos seguían exclamando, la gente se fue impresionando
Mujeres de la ciudad sintieron compasión, y rogaron al comisario para su liberación
Luego mucha gente de buen corazón, se unió a la marcha de los aborígenes con la fe cósmica de expresión.
Los hombres bajaron sus armas, y apagaron las falsas alarmas
Dejaron en libertad a todos los indígenas valientes, prometiendo desde ese día no atacar más sus entes
Cuando Tecumseh miró a Wilma, salió corriendo a abrazarla, sus lágrimas decían, por siempre voy amarla
Ella lo besaba por toda la cara, parecía una ceremonia rara.
Partieron a su aldea con felicidad, a los pocos días unieron sus almas gemelas por la eternidad
El amor prima por encima de la guerra, paz interior a toda la tierra
Las razas vienen del mismo Dios omnipotente, todos somos uno en paz permanente
Gracias Dios por esta especial historia, somos felices y vamos a la gloria.
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
Comentarios
Gracias Silvia por tu bella luz, estoy humildemente para servir. Bendiciones!
Hermoso, gracias Yider por compartirlo
Gracias querida Maria del pilar por tu santa alma, bendiciones, infinitas!
Dios te bendiga gloria!
gracias
Gracias gibran, bendiciones infinitas!
bello mensaje bendiciones de luz
Gracias querida maestra Maya, Dios bendiga tu santa alma!, lindo muñequitos me gustan!!!