1.- Debido a los condicionamientos sociales (Familiares, educacionales, laborales, religiosos, raciales, políticos, económicos, geográficos, etc.), muchos; no todos:
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.1.1.- Nos forjamos innecesarios miedos por la pérdida de identidad en la Globalización; al pensar que somos estigmatizados, por ser diferentes.
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1.2.- El otro miedo es por la pérdida material; y como esto nos contrae y nos reduce, vivimos a la defensiva. Ya que sólo nos procuramos y esforzarnos por mantener nuestras posesiones materiales, sin pensar en el bien común.
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1.3.- Otro miedo es el de los pares de opuestos, al siempre tender a buscar el opuesto y lo que nos separa; y no inquirir, en lo que siempre nos une. Este miedo hace que nos encerremos en nosotros mismos; comportándonos de manera egoísta, lo cual produce pobreza para nosotros y para quienes nos rodean.
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2.- Nunca esperar que los demás cambien, porque no debemos influir y conducir la vida de los demás. Lo único que verdaderamente si debemos y podemos hacer es conocernos sí mismos; principalmente, nuestros perjudiciales condicionamientos sociales. Para comenzar hacer los cambios; y con el buen ejemplo que exterioricemos, impulsar a los demás a cambiar.
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3.- Realmente ver ¿quiénes somos?, para alcanzar la realidad de nuestra vida y lograr discernir y distinguir cuáles son los condicionamientos sociales que nos tienen prisioneros a sí mismos. Ya que sólo podemos cambiar en nosotros, lo que realmente conocemos y comprendemos; para finalmente hoyar, el camino de la liberación.
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El%20Hombre%20Prisionero%20De%20S%C3%AD%20Mismo%20%28Advaita%20Vedanta%29.pdf
Comentarios
Maya:
cuántos miedos, parece el miedo del miedo. Gracias.
Gracias por compartir
MUY BUENO MAYA.- MIL GRACIAS.-
Gracias querida hermana, pavimentas mi camino de liberación! y el de tantos herman@s adormecidos aún...
Selamat Ja!
Bendiciones amada Maya
Gracias Maestra Maya, bendiciones.
Si de verdad el conocimiento de uno mismo lleva a la libertad de nuestro ser... gracias Maestra Maya. Saludos.
Muchísmas gracias amiguina!!! me encanta el Vedanta y este no lo tengo. un abrazo