Oración por inteligencia Oración por entendimiento Oración por conocimiento Oración por ciencia Ventajas de la sabiduría Proverbios 2 “Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tú oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino; la sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida. La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá. La sabiduría te librará del camino de los malvados, de los que profieren palabras perversas, de los que sea partan del camino recto para andar por sendas tenebrosas, de los que se complacen en hacer lo malo y festejan la perversidad, de los que andan por caminos torcidos y por sendas extraviadas; te librará de la mujer ajena, de la extraña de palabras seductoras que, olvidándose de su pacto con Dios, abandonar compañero de su juventud. Ciertamente su casa conduce a la muerte; sus sendas llevan al reino de las sombras. El que se enreda con ella no vuelve jamás, ni alcanza los senderos de la vida. Así andarás por el camino de los buenos y seguirás la senda de los justos. Pues los íntegros, los perfectos, habitarán la tierra permanecerán en ella. Pero los malvados, los impíos, serán desarraigados y expulsados de la tierra”.
Salmos 119:96-103 (Nueva Versión Internacional) “¡He visto que aun la perfección tiene sus límites; sólo tus mandamientos son infinitos! ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tú mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque mediten tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezcotus preceptos. Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra. No me desvío de tus juicios porque tú mismo me instruyes. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca!” Confesión de fe Señor Jesús yo creo firmemente que tu eres el Hijo de Dios. Tu eres el Cristo, el Mesías que vino a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad. Diste tu vida en la cruz por mis pecados y resucitaste de entre los muertos. Padre te confieso todos mis pecados, confieso haber andado por malos caminos, haciendo lo que me gusta, confieso no haberte obedecido y pido perdón y me vuelvo a ti en arrepentimiento. Lávame, limpia mi conciencia con tu sangre. Creo que tu sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado. Tapido que te quedes conmigo, en mi corazón y seas dueño y Señor de mi vida. Te confieso como mi único y verdadero Dios. Apártame para servirte, amarte, obedecerte. Dedico y consagro a TI mi vida. Gracias por redimirme, por limpiarme, por justificarme y santificarme, muchas gracias. TE AMO PADRESANTO. Amén. Tomar toda la armadura de Dios Tomo ahora el Yelmo de Salvación, calzo mis pies con el apresto del Evangelio de la paz, me ciño el cinto de la verdad, tomo la Coraza de Justicia, y tomo el Escudo de la fe, y la espada del Espíritu con que voy a apagar todos los dardos de fuego del maligno. (Efesios 6:10-18). Oración: Padre Santo, yo hago mías tus palabras y atesoro cada uno de tú mandamientos. Tu ley es sumamente deleitosa para mí. Mi oído ahora se inclina a la sabiduría y de corazón me entrego a la inteligencia, ahora en este mismo momento me entrego a la inteligencia. Me ato a la inteligencia, al entendimiento, a la ciencia, a la sabiduría y al conocimiento. Llamo, invoco ahora a la sabiduría ya inteligencia, lleguen a mí ser, a mi mente, lleguen y me saquen de todo estancamiento, atraso, bloqueo, postergación. Lleguen y me saquen del mal camino, de las sendas injustas. Lleguen de los cielos ahora la sabiduría, la inteligencia, la ciencia, el conocimiento y el discernimiento a mí en este momento, las arrebato, las tomo por FE, me aferro a la sabiduría, a la inteligencia, a la ciencia, al conocimiento y al discernimiento y declaro que se desarrollan tanto en mí, que me hacen madurar, me dan equilibrio, me dan sensatez. Ahora comprendo el temor del Señor y hallo el conocimiento de Dios. Ahora comprendo la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino. La sabiduría viene a mi corazón, y el conocimiento me endulza la vida. La discreción me cuidará, la inteligencia me protegerá. La sabiduría me librará del camino de los malvados, de los que profieren palabras perversas, de los que se apartan del camino recto para andar por sendas tenebrosas, en todo pecado de inmoralidad sexual, en todo tipo de pecado. Entonces andaré por el camino de los buenos y seguiré la senda de los justos. Por tanto habitare en paz en la tierra y permaneceré en ella y no seré desarraigado, ni arrancado de ella. Gracias Padre Eterno, Santo, porque has escuchado mi oración y ya me has respondido. Gracias porque todo lo recibo POR FE en el poderoso nombre de Jesús. EL GRAN obstáculo a las Oraciones Antes de comenzar con cualquier tipo de oración en Guerra Espiritual, es SUMAMENTE IMPORTANTE, que TODOS en la familia hagan un compromiso de no hablar quejas, insultos, críticas, griterías, reclamos, derrota, amargura, sino que CAMBIE el lenguaje familiar de maldición a BENDICION. Los pleitos, las griterías, las contiendas, los desacuerdos y la intolerancia deben desaparecer PARASIEMPRE del hogar de lo contrario todo será un gran fracaso. De ahora en adelante cambiara el lenguaje a lenguaje de BENDICION y se declarara la victoria de Dios en el lenguaje cotidiano. Si el ambiente de pleito y contienda, y amargura continúan en el hogar, DE NADA SERVIRAN LAS ORACIONES.
Tener un lenguaje negativo, pesimista o de maldición DESACTIVA las oraciones de poder. Los cristianos que oran a Dios por una situación y declaran victoria y luego más tarde expresan negativismo, amargura, pesimismo, derrota, maldición, en su lenguaje cotidiano, NUNCA, verán contestadas sus oraciones, por esto es que hay muchos cristianos que por años oran por una situación que nunca se resuelve. El lenguaje que utilizamos para orar debe estar en CONCORDANCIA con nuestro lenguaje cotidiano.
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