26 de junio 2014
Amados,
Tengamos una charla sobre la cualidad del amor que llamamos inocencia. Esta cualidad vive en lo profundo dentro del corazón de cada persona, aunque muchos sacrifican su inocencia para ajustarse a los preceptos que prevalecen en el mundo alrededor de ellos para hacerse aceptable para los demás. Sin importar cuales eventos o dramas ocurran en su mundo personal y colectivo, hay muchas más personas que optan por mantener su luz divina brillante dentro de ellos con valor y firmeza, sabiendo que su luz e inocencia divina es una joya muy preciosa que nunca podrá serles quitada. Incluso en medio de la maldad y de la atrocidad, esta cualidad dentro de un corazón humano puede redimir a toda una nación como la salvación para todos los que están cerca, para que estas personas sean capaces de ver la belleza de las almas oscuras que han perdido su camino hacia sus plantillas originales de pura inocencia. Estos seres resplandecientes sostienen el camino del retorno al Creador mediante la celebración de un espacio para la restauración de la inocencia de los más duros de corazón. Son muy indulgentes, y pronto olvidan y se mueven más allá de todo tipo de daños causados a ellos.
En la inocencia está la visión de invocar los recursos creativos para todos los problemas del mundo y de trabajar con paciencia milagros con un amor inquebrantable de todo lo que es bueno y para deleitarse con todo lo que es verdadero, porque estas personas saben y perciben que amar lo que es bueno -que significa la intención y hacer el bien - es amar lo Divino al interior. Ellos no hacen ningún daño en todo lo que hacen y tienen la incapacidad o falta de voluntad de herir o hacer mal a algo o a alguien, a nadie ni a nada. Ellos inocente y espontáneamente expresan lo que está dentro de ellos, y las cualidades de la simple confianza e inocencia que impregna todo lo que dicen y hacen les da una cualidad entrañable que otros lo ven como la inexperiencia o la ingenuidad. Ellos ven el mundo a su alrededor con ojos de asombro, contemplando la belleza que florece con tal abundancia que su planeta provee amorosamente por sus goces y su alimento espiritual. Ellos aprecian y están en sintonía con las vistas y sonidos de los reinos de la tierra, absorbiendo los elixires mágicos que éstos ofrecen con alegría y gratitud en sus corazones.
Todas las almas son creadas para vivir y experimentar un mundo donde la inocencia divina abunda, confiando que se cumplirán todas sus necesidades, para vivir de una manera muy espontánea y estar abiertos a la sincronicidades y la magia, para ser capaces de abrirse con confianza a otros, porque tienen la necesidad de relacionarse y estar en comunidad con otros seres humanos. La Humanidad vive en una red de relaciones que son esenciales para su bienestar físico y emocional. Cuando una persona está tratando de ser autosuficiente y tiene dificultades en algún área de su vida, comienza a darse cuenta de lo mucho que depende de otras personas cuando no está lo suficientemente fuerte por sí misma y que la ayuda que necesitaba estaba allí para ella, y que los que la ayudaron se ofrecieron en gracia para proporcionar la ayuda que necesitaban. El Creador de todo funciona a través de cada persona y con frecuencia las respuestas a dilemas personales vienen a través de la voz o de la acción de otra persona. Esta es la unidad en acción. Cuando la persona que acepta este regalo que se le ofrece lo hace desde la inocencia y la sabiduría al saber que su necesidad se encontró con el universo. Es la sabiduría de saber que por sí mismos, ellos son seres humanos incompletos. Está en el dar a los demás que el cumplimiento de su alma llega.
La inocencia con sabiduría es el conocimiento de la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal, elegir conscientemente lo que es bueno y correcto, porque una persona cree que es el mejor camino a seguir. Es la inocencia de estar dispuesto a ceder el control sobre sus propias vidas - no a ningún otro ser humano o a cualquier institución humana, sino al Creador. De esta manera, pueden avanzar a la verdadera inocencia con una completa confianza en la bondad y el amor del Creador, desarrollando un deseo total y alegre para pasar sus vidas haciendo sólo lo que es bueno y correcto con el fin de traer paz, unidad y felicidad a los demás seres humanos.
El mundo en este momento está en gran necesidad de la cualidad de la inocencia en sus habitantes. Hay tantas cosas que son individualistas, impuras y corruptas, con personas que esconden y desperdician los recursos materiales en lugar de compartirlos, quienes se sirven a sí mismos, y se centran en sí mismo mediante el engaño, con un comportamiento que los involucra sólo a ellos. El mundo y las almas de la humanidad claman por el regreso al orden divino de las cosas, en bondad, amabilidad, justicia, generosidad, misericordia y compasión. El mundo y las almas de la humanidad tienen su inocencia original en la creencia en que todo lo bueno y correcto está siendo restaurado para ellos y esto está siendo hecho por cada alma que elige conscientemente manifestar la cualidad de la inocencia divina dentro de sí mismos convirtiéndose en el ejemplo viviente de ello en su mundo.
En la inocencia y la pureza del amor, me despido.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2014 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana de las Sinfonías de Gracia
Traducido por Andelei
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Comentarios
gracias
Gran reflexión: la inocencia y la corrupción. Gracias.
Gracias por el mensaje