Comencé a iluminar mándalas impresos; era placentero y un poco restrictivo ya que la única opción era jugar con el color. Una noche que ya había terminado el cuaderno de mándalas me dejé fluir sin meta, sin agenda, espontánea con relación a la forma y color, y de manera curiosa noté que salía desde el Centro con el primer trazo. Conforme los iba haciendo me di cuenta, con mucho placer, que cada uno era una nueva aventura, que brindaba sorpresas; que al seguir las líneas podía crear formas diversas sintiendo libertad explorando nuevos caminos y produciendo diferentes imágenes, ninguna igual.
Me preguntaba para qué estaba pintando tanto y que iba a crear con 70 mándalas/dibujos que llevaba hasta entonces. De repente una noche me desperté con la idea de ponerles una frase con un recurso, como antídoto contra el conflicto/estrés que la enfermedad está expresando. Y puse manos a la obra. Soy la mayor sorprendida del trabajo enorme y el resultado. Me encanta verlos manifestados en orden, color y armonía. Espero de verdad les ayuden a evocar todos los días el estado de paz que re-equilibrará su organismo. Para quien no tenga síntomas también les ayudará a conectarse con su Centro con su fuerza interna.
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