APORTACION DE LINDA
CREANDO UTOPÍAS
"Hoy, antes del alba, subí a las colinas, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos? Y mi espíritu dijo: No, ganaremos esas alturas para seguir adelante". Walt Whitman
Los sembradores de consciencia.
Cuento zen
Hay personas que esperan réditos inmediatos en la vida.
Hacen lo que sea para conseguir dinero, poder y cualquier tipo de cosa que les aporte un beneficio en el corto plazo pensando única y exclusivamente en sí mismos.
Hay otras, sin embargo, cuyo propósito y preocupación es ayudar al bien común, intentan resolver los conflictos que nos acechan y trabajan día y noche, a veces en la sombra y otras desde los planos invisibles, para desarrollar una nueva consciencia que nos haga mejores y más humanos.
Estos últimos se asemejan al cuento japonés que relata el crecimiento del bambú, un cuento que nos describe la sabiduría del trabajo interior y el estímulo y la recompensa de la paciencia y la espera.
El bambú tiene una particularidad interesante y el cuento zen lo explica de la siguiente manera:
Siembras la semilla, la abonas y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de tan solo seis semanas, la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!
¿Tardó solo seis semanas en crecer?
Realmente no. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces profundas que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
En la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interior, el cual, como el bambú, requiere de su propio tiempo. Por esa misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en el corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Los sembradores de consciencia siguen trabajando, porque el mundo requiere cultivos a largo plazo
Comentarios
ENCANTADOR Y SABIO, GRACIAS GRACIAS GRACIAS
gracias por toda esta informacon, gracias
muy buena historia la del bambu, las cosas realmente valiosas se logran poco a poco, llegan en el momento justo.gracias por comprtir....