Los diez mil mandamientos
Después de oír a Victor Frankl insistir con tanta fuerza y claridad en la necesidad de encontrar el sentido de la vida,uno
esperaría que pasaría él a definir y expresar con la misma claridad cúal es ese sentido.Pero no lo hace.Incluso dice que
no puede hacerse.Es decir,que el sentido de la propia vida es algo que cada persona ha de encontrar por y para sí
misma,pero que no proclamar en general ni se puede imponer a nadie.
Dice que preguntar en abstracto cuál es el sentido de la vida sería como preguntar cuál es la mejor jugada que se puede
hacer en ajedrez: depende de la partida y del momento en que ésta se encuentre.Y en nuestra vida sucede lo mismo :
su sentido concreto y real depende dee cada momento y de cada acción.Yo lo entiendo de manera un poco mas general
y es que tenemos ese sentido abierto y grande que cubre la existencia humana,pero que luego,precisamente para evitar el
peligro de hacerlo futuro y abstracto,lo hacemos concreto en el fin inmediato y práctico de cada acción,por pequeña que sea
según se va desarrollando en la vida.El sentido de la vida no puede darse sino que debe descubrirse.
El sentido de la vida debe descubrirse pero no puede inventarse.El sentido de la vida no sólo debe,sino que tambien puede
encontrarse.Ese sentido es por tanto ,el sentido concreto de una situación determinada.La explicación la dá en la parábola
y paradoja con su original proposisión de los diez mil mandamientos.
Vivimos en una época de creciente difusión del complejo de vacuidad.En esta época la educación ha de tender no sólo a
transmitir conocimientos,sino también a afinar la conciencia de modo que el hombre preste oídos atentos para percibir el
requerimiento inherente a cada situación.En unos tiempos en los que los diez mil mandamientos han perdido al parecer
,su vigencia para tantas personas,el hombre tiene que estar capacitado para percibir los 10.000 mandamientos encerrados
en 10.000 situaciones con las que le confronta su vida.Y esto no sólo hace que la vida la parezca de nuevo plena de sentido,
sino que él mismo se inmuniza contra el conformismo y el totalitarismo,esas dos secuelas del vacio existencial.
La idea de los diez mil mandamientos es brilante y de largas consecuencias..Viene de un hebreo creyente y de un sicólogo
inteligente y es la traducción a la práctica diaria del principio general del sentido de la vida.Es la aplicación al presente de la
consideración del futuro.Es la manera de vivir hoy lo que esperamos para el mañana de practicar en el tiempo lo que nos
aguarda en la eternidad.
Encontrando sentido a cada momento,a cada situación,a cada acción,vamos a un tiempo verificando nuestro compromiso
final por un lado e infundiendo vitalidad a cada acción concreta por otro viviendo nuestro presente y actualizando nuestro
futuro ,realizando nuestro sueño y soñando nuestra realidad.Ésta es la solución a la paradoja de reconciliar el vivir presente
con el apuntar al futuro.Los diez mil mandamientos nos acompañan a cada momento,mientras sabemos que esos mandamientos
vienen de la cita original de Moises en el monte sagrado cara a cara con el Dios de Israel.
Los diez mil mandamientos son las diez mil acciones de cada día.Cada una de ellas cobra relieve al saberse parte del plan total
que se consumirá un día y así cada una de ellas puede vivirse con dedicación total,con atención plena con ilusión viva en su
grandeza instantanea y su pequeñez perdurable.El café que tomo, la carta que escribo, el trecho que recorro,el amigo al que saludo
el aire que respiro,mi personalidad,mi vida,mi ser,ya que soy lo que soy sintiendome a cada momento ,y lo soy más plenamente cuanto
más me sienta en cércania y contacto con todo lo que me rodea,me va rodeando,me va señalando metas y cumpliendo destinos,me
acompaña en mi marcha por la vida haciéndose ello mismo mi vida.
No hace falta que esos momentos sean bellos o maravillosos o buenos,basta con que sencillamente sean.Es decir que existan,que
yo me dé cuenta de ellos,que sepa donde estoy y lo que hago,que no pase por el mundo y por la vida ciego y sordo,sin ver ni oir,sin
darme cuenta de lo que hago,y lo que soy y de lo que sucede a mi alrededor, que tenga mis antenas limpias y erguidas para captar
las vibraciones de todos con los que me encuentro,que viva la vida en plenitud porque sepa valorar cada instante como si él solo
existiera,y atesorar cada persona como si con ella sola me encontrara.Vivir cada circunstancia con entrega generosa y vivencia total,
porque cada paso del camino es válido en si mismo y cada árbol es acogedor en sí mismo,al tiempo que también forma parte del
paisaje final.Encuentro un paralelo entre el cumplimiento de los diez mil mandamientos y la idea Zen de la recomendación de los
diez mil seres,y como esa idea la he expuesto en otra parte,me tomo la libertad de citarme a mi mismo.
"Un dicho esóterico del patriarca Dogen."Para llegar a la Puerta has de ser rcomendado por diez mil seres".
Un poco misterioso parece.Aunque de cerca no tanto "llegar a la Puerta" es desde luego llegar adonde estábamos llamados a llegar
como fruto de nuestra vida y destino de nuestro ser.La meta se llama, paradógica y alegóricamente "Puerta" porque el llegar
es pasar,el el acercarse es entrar.La cuestión es como llegar alli.Y resulta que nos hace falta recomendación para ello.Y no de uno
o de otro ,sino de nada menos que diez mil seres.¿Quiénes son esos seres? ¿Por qué diez mil?.Diez mil es cifra universal para incluir
a todos aquellos seres que han entrado en contacto con nosotros a lo largo de nuestra vida. Y ellos son los que han de recomendarnos .
Sin su intercesión cumulativa no podemos llegar.
La mujer ha de ser recomendada por el marido,y el marido por la mujer.Padres por hijos e hijos por padres.Conocidos amigos parientes
sirvientes,compañeros,
Todos han de testificar a nuestro favor para que podamos llegar.Y no solo personas,sino todos los seres.perros y gatos ,pájaros y caballos
plantas y árboles,flores y prados.La casa en que vivo,el cuarto que ocupo,el aire que respiro la tierra y los astros,la luna y el sol.todos han de ser
testigos favorables y recomendar mi causa,si he de llegar a la Puerta.
¿Y cual es la recomendación que de ellos espero?.
No se trata de que digan si he sido bueno o malo,que la creación no juzga a hombres y mujeres,sino solamente de que testifiquen que estuve allí .
que me vieron,,que me rozaron y que yo también los vi a ellos,les saludé,les sonreí al pasar leve y alegremente junto a ellos en mi marcha por la
vida.Tienen que testificar que he vivido ,es decir que me he dado cuenta de ellos ,que no he pasado por la vida como ciego,sordo y atolondrado,
que he visto colores y escuchado voces,que he estado donde estaba con conciencia plena y atención alerta,que me he enterado de donde
estaba y he tocado y he sentido y he amado y he vivido.Esos son mis testigos ante la Puerta grande.
En algunas carreras de barcos,coches y motos o esquí,el corredor ha de pasar necesariamente por ciertos puestos fijos,y si se salta alguno,queda
descalificado .Y hay controles para verificar el paso.Algo así han hacer los diez mil seres para mí.No están alli para decir que he ganado la carrera
sino que he pasado por ellos.No he saltado los controles.No he ignorado el dolor ni el gozo,no he escapado de la compañia ni de la soledad ,,no he
cerrado los ojos ni ante la belleza ni la fealdad no me tapado los oidos ante la mú sico o el ruido.He pasado por cada puesto con plena conciencia
del momento vivido.Cuando diez mil seres digan eso de mi,llegaré a la Puerta.
VIvir en cont acto,estar donde estoy.Hacer lo que hago.Ver lo que veo.Día tras día y ho ra tras hora,esa es la asignatura en la vida.No se trata de
acon tecimientos grandes o pequeños.Todo vale.Lo importante es dar valor a cada uno con la presencia atenta en el momento dado.No hacen falta
acciones heroicas sino vivencia constante si hay may or mérito esta en valorar las acciones ordinarias y los momentos triviales.si estamos presentes
en ellos lo estaremos con mas facilidad en los de trascendencia.Parecia que diez mil seres eran muchos.Ahora resulta que son bien pocos.Si aprendo
a vivir con los ojos abiertos pronto llegaré a la Puerta.
Comentarios