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DÍA 29.- Lunes - “PACIENCIA”

Pablo, en la Epístola a los Romanos, habla del “Dios de Paciencia” y sabemos que la Paciencia es uno de los atributos de un Padre amoroso.- Es bueno, este lunes antes de Semana Santa, considerar el lugar de la Paciencia en una vida cristiana; porque sin Paciencia, Jesús no hubiera soportado Sus sufrimientos  por la salvación de los hombres.-

Quizás estamos demasiado inclinados a considerar la Paciencia como una virtud pasiva.- En verdad es bien activo, un estado mental positivo que ve el mundo como es realmente, en la realidad de Cristo.-

La Paciencia no es desesperanzada resignación, es fiel, confiado, gozoso asimiento al ideal crístico de vida entre las falsas apariencias.- La Paciencia es una certeza restablecida, una fuerza estabilizadora que nos sostiene y fortalece.- Cuando el progreso parece lento, debemos siempre “dejar a la Paciencia hacer su perfecto trabajo”.-

Comprendo que estoy alimentando mi conciencia con divina Paciencia.- Cuando mis pensamientos están en armonía con la ley divina, desarrollan mi cuerpo en el bello, indestructible templo de Dios.- “Corramos con Paciencia la carrera que está ante nosotros, siguiendo a Jesús el autor y perfeccionador de nuestra fe”.-

Afirmo: “El sereno, tranquilo, confiable Espíritu ahora cumple todos los deseos de mi corazón. Descanso en paz”.-

 

DÍA 30.- Martes - “JUICIO DIVINO”

Jesús, quien sabía que un día habría de afrontar el juicio de hombres no iluminados, dijo a Sus discípulos, “No juzguéis para no ser juzgados; no condenéis y no seréis condenados”.- Estaba hablando del Juicio humano, el acto mental de evaluación que es a la vez presuntuoso e injusto, porque no tiene acceso a la Verdad espiritual.-

“Uno solo es el legislador y el juez”.- “Y sabemos que el Juicio de Dios es de acuerdo con la Verdad”.- No debemos nunca juzgar a nuestros semejantes por actos humanos o con normas humanas; sino debemos avivar nuestra facultad del Juicio aumentando nuestra comprensión espiritual de manera que nos juzguemos nosotros mismos correctamente.- Cuando consideramos nuestra posición ante los ojos de Dios, sabemos cómo hacer los cambios necesarios en nuestra vida.-

No juzgo a otros sobre su culpa o inocencia.- Me considero a mi mismo y cual es mi posición ante los ojos de mi Padre.- Empiezo la reforma conmigo mismo.- El asiento para el Juicio de Cristo, está dentro de mí y el juzgar o discernir entre lo verdadero y lo falso, tiene lugar en mí mismo.- Diariamente siego los resultados de mis pensamientos y mis actos.-

Afirmo: “Mi Juicio es justo porque no ejerzo mi propia voluntad sino la de mi Padre”.-

 

DÍA 31.- Miércoles - “SUSTANCIA ESPIRITUAL”

A pesar de cualquiera carencia que haya en nuestros asuntos externos, no hay ninguna en Espíritu y podemos vencer nuestra falta material con la aplicación apropiada de las leyes espirituales.- Lo que necesitamos es un concepto más claro de la Sustancia Espiritual.-

La Sustancia en la Mente de Dios es la única Sustancia real porque es incambiable.- No significa materia; es informe y está detrás de toda materia y toda forma.- Podemos tocar la Sustancia Espiritual y traer a manifestación toda la abundancia que deseamos.- La manera de hacer esto es entrar en la conciencia de Cristo por medio de la meditación y la oración.-

Sembramos semillas en la Sustancia Espiritual afirmando palabras de Verdad.- Si elegimos nuestras palabras con sabiduría, ellas producirán la rica cosecha de la abundancia.-

Yo se que cualquiera semilla de palabras que se siembran en la omnipresente Sustancia del Espíritu germinará, crecerá y dará fruto “según su clase”.-

Del mismo modo que el agricultor selecciona la mejor semilla para sembrar, así yo debo elegir las palabras que rendirán la rica cosecha de la abundancia.-

Para alcanzar dominio de la Sustancia del Espíritu la apropio con mi mente; es decir, me apodero de la idea que hay detrás de ella.- El recto pensar es necesario para usar mi mente de modo constructivo y tener los resultados correctos.-

Afirmo: “La Sustancia divina fluye en toda su plenitud en mi conciencia y a través de mí, como prosperidad en todos mis asuntos”.-

 

DÍA 32.- Jueves - “LA UNIFICACIÓN”

La Unificación (at-one-ment) significa la reconciliación entre Dios y el hombre, por medio de Cristo.-

Al vencer en mismo la creencia en la muerte, Jesús trazó el camino para la Unificación.- Siguiendo el camino abierto por Él para nosotros, logramos la Unificación con Dios.-

Los órganos mismos de nuestro cuerpo son uno con Dios y por lo tanto, perfectos, incorruptibles.- Los pensamientos que pensamos, las palabras que hablamos, son de la mente de Dios.- Así no debemos preocuparnos ni estar ansiosos acerca del futuro; el futuro es nuestro con Dios y Él tomará completa responsabilidad cuando nos negamos a nosotros mismos y seguimos al Cristo.-

Jesús, orando después de la Última Cena, dijo: “La gloria que me has dado se la he dado a ellos para que sean uno como nosotros somos uno; yo en ellos y tú en mí, para que ellos sean perfeccionados en uno”.- No hay otra manera para la perfección.-

Declarando mi unidad con este poder, Afirmo: “La palabra redentora de Jesucristo YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA, me hace sano y perfecto”.-

 

DÍA 33.- Viernes -  “MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN”

La Transfiguración de Jesús fue una experiencia física para Pedro, Santiago y Juan, que fueron testigos de ella.- Hemos visto parecido resplandor en los cuerpos de muchos que han sido elevados en conciencia espiritual.- Hasta ahora nadie ha alcanzado el nivel de conciencia que Jesús alcanzo; así, la Transfiguración que vemos a veces es sólo una aproximación de Su esplendor.- Pero, como dice Charles Fillmore, “todos tenemos ese cuerpo de luz y su desarrollo está en proporción a nuestra cultura espiritual”.-

La fuente de la vida, des esplendor, es el Espíritu.- Cuando nos unimos mentalmente con la energía espiritual, encendemos su corriente en nuestra vida.- Y porque nuestro cuerpo es el fruto de nuestra mente, somos transformados físicamente por la renovación de la mente, cuando vivimos en la conciencia de Cristo.-

Jesús en mi Guía en el camino.- En Su nombre Afirmo: “Mi mente y mi cuerpo son radiantes con la luz del Espíritu y soy triunfante, glorioso, espléndido”.-

 

DÍA 34.- Sábado - “TRANSMUTACIÓN”

El primer milagro de Jesús fue la Transmutación de agua en vino, simbolizando el cambio de lo negativo a lo positivo por el Poder de la Palabra.-

El primer cambio que tenemos que hacer en nuestra vida cuando trabajamos para lograr la conciencia de Cristo, es la alteración de nuestras acciones y carácter para conformarlos con las normas de Cristo.- Este cambio debe tener lugar en nuestra mente, pero afecta también nuestro cuerpo.-

El supremo ejemplo de Transmutación -Jesús levantando Su cuerpo carnal a un nuevo, más alto nivel de energía y vida y venciendo a la muerte- tuvo lugar en Su mente.-

Si nosotros “tenemos esta mente… que estuvo también en Cristo Jesús” podemos transmutar todo error en Verdad, toda carencia en abundancia, toda mala salud en salud y toda inarmonía en armonía.-

En la conciencia, la Transmutación es un cambio en acción y carácter para ajustarse a las normas espirituales.-

Comprendo que por la ley de Transmutación, cada pensamiento de error en mi conciencia es transmutado en su correspondencia espiritual.-

Yo Afirmo: “El espíritu en mí está transmutando mi cuerpo en pura Sustancia Espiritual y mi alma se regocija”.-

 

“DOMINGO DE RAMOS”

Jerusalén es símbolo de amor y paz en nuestro cuerpo.- Jesús es símbolo de nuestro YO SOY, nuestra identidad.- Cuando entró en Jerusalén, por Su propia voluntad (pero sujeto a la perfecta voluntad de Dios), nos dio un modelo a seguir en nuestro desenvolvimiento.-

El yo personal puede ir hasta un punto y no más, siguiendo a Cristo.- Finalmente tenemos que salir intrépidamente de ese punto, entregar el yo personal por completo y hacer cualquier sacrificio personal que Dios nos llame a hacer como hizo Jesús cuando fue a Jerusalén.- Como Él, quizá encontramos obstáculos todavía, pero la entrada a Jerusalén es el esencial paso último en el desenvolvimiento hacia lo supremo y lo más puro.-

Jerusalén, la Cuidad Santa, simboliza dentro de nosotros la morada de paz, visión de paz, asiento de la prosperidad dentro de nosotros.-

En el hombre, Jerusalén es la permanente conciencia de paz espiritual, resultado de continuas realizaciones de poder espiritual temperado con equilibrio espiritual y confianza.- Jerusalén simboliza el gran centro nervioso detrás del corazón.- Desde este punto el Espíritu envía su radiación a todas partes del cuerpo.-

Jesús simboliza nuestra identidad con el YO SOY.- Su ida a Jerusalén significa el último paso que damos en el desenvolvimiento preparatorio para el final, cuando la personalidad es enteramente crucificada y el Cristo triunfa.-

Jesús, montando un asno hacia Jerusalén, significa el cumplimiento del tiempo cuando el YO SOY espiritual dentro de nosotros se hace cargo y levanta todas las fuerzas animales al plano espiritual de dominio, pureza y paz.-

Cuando el YO SOY se hace cago del cuerpo, se inaugura un nuevo orden de cosas.-

Las hosannas de la multitud gozosa extendiendo sus vestiduras y ramas de árboles ante Jesús, representan la alegre obediencia y homenaje a todos los pensamientos en nuestra conciencia, cuando vencemos un estado mental de error.- “Bendecido es el que viene en el nombre del Señor”.-

En nombre de Jesucristo Afirmo: “El espíritu del que levantó a Jesús vive en mí y soy hecho perfecto”.-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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