La película Método Sedona.Parte 1 de 5.
La película Método Sedona.Parte 2 de 5.
La película Método Sedona.Parte 3 de 5.
La película Método Sedona.Parte 4 de 5.
La película Método Sedona.Parte 5 de 5.
Eliminar las emociones negativas con el Método Sedona
¿De dónde surge el Método?
Fue creado por Lester Levenson, un reconocido empresario y hombre de negocios que por décadas sufrió mala salud y una profunda infelicidad. Esto culminó en una trombosis coronaria: el terrible diagnóstico médico fue que sólo le quedaban dos semanas de vida. Lejos de dejarse llevar por el desconsuelo y la desesperación, decidió iniciar un profundo viaje de autorreflexión, para descubrir la causa verdadera de sus problemas.
En esta observación de su ser más íntimo se dio cuenta de que su cuerpo físico era un cúmulo de pensamientos y emociones negativas: deseaba el mal de todos y estaba enojado con el mundo. Se puso a pensar que quizá en esa actitud radicaba el origen de sus males y decidió hacer algo inmediato para cambiar. Después de algunos días descubrió que mientras más alejaba de su mente los pensamientos negativos se sentía mejor tanto física como emocionalmente.
Entonces se dedicó a estudiar de manera seria cómo funcionan el cuerpo y la mente, de qué manera interactúan y cómo afectan la realidad exterior. Su investigación lo llevó a la conclusión de que cada persona determina su realidad a partir de sus creencias y pensamientos. Lester vivió 42 años más y tuvo la oportunidad de enseñar a otros este maravilloso método de autosuperación, con el que pudo librarse de la frustración, el enojo, la ira y la depresión.
Su filosofía
El principio básico del Método Sedona es sencillo: “Cuando estás en sintonía con tu verdadero ser, cuando te encuentras contigo mismo y tienes un pensamiento, cada átomo del universo se da a la tarea de hacer que ese pensamiento se cumpla”. Es decir, en el universo, tanto la energía como la inteligencia están disponibles en cantidades inagotables. Todos podemos tener acceso a ellas si logramos quitarnos de encima los condicionamientos y las creencias que son la causa principal de nuestra infelicidad.
Podemos ser mucho más felices si en lugar de ser materialistas, superamos la limitaciones físicas y mundanas y vemos las cosas desde un punto de vista más espiritual. Así podemos alcanzar una vida llena de amor hacia todos, en donde haya lugar para cada uno, para cada cosa, en cada día. De igual forma, si pensamos de manera creativa y amable, las consecuencias sólo serán positivas.
Inténtalo
Empieza por explorar tus emociones y ver de qué manera ellas influyen en tu vida: piensa si en general lo hacen positivamente o si, por el contrario, la complican. Por ejemplo: la ira, la cólera y el enojo demandan un alto grado de energía negativa. Si frecuentemente caes en ellas, estás usando una energía destructiva que hace que otros sufran, además de que no te trae nada bueno. La depresión es otra emoción que en general no nos permitimos expresar, pero que resulta indispensable identificar... para poder erradicarla. Luego, pregúntate si puedes dejar ir esas emociones y si quieres hacerlo: contéstate sinceramente. En caso de que las respuestas sean positivas, pregúntate cuándo quieres liberarte de ellas. Si con toda sinceridad contestas “ahora”, respira hondo y déjalas ir. Así de fácil.
No te juzgues
En esta primera etapa no juzgues si tus emociones y sentimientos son correctos o no. Por lo general reprimimos las emociones desagradables, pero esto sólo causa estrés y, en últimas consecuencias, diversas enfermedades. Primero reconoce tus emociones y luego trata de dejarlas pasar, sin que se queden en tu mente y en tu cuerpo.
Si en la reflexión notas que algo te molesta, respira hondo y al exhalar trata de irte sintiendo a gusto, hasta que logres responder afirmativamente a las preguntas. Mientras más practiques este “ponerte en contacto” contigo misma aprenderás más sobre cómo soltar lo que te hace daño. La clave está en saber que los pensamientos provienen de las emociones, por eso si las cambiamos por afectos positivos, de amor, alegría, cuidado por los demás y respeto, se verán beneficiados nuestra mente y nuestro cuerpo.
Si lo practicas, aprenderás cómo vivir más contenta, en forma más productiva, más satisfactoria y con más amor.
En 4 pasos
1. Deja ir el coraje, la rabia y el rencor. Repítete a ti misma que no la quieres conservar y sustitúyela por un pensamiento positivo.
2. Usa tu mente. Aprende a emplear tu mente de manera creativa, para tu bien y el de otros. Es fundamental que te concentres en hacer eso el día de hoy, sin que te distraiga ni el pasado ni el futuro.
3. Acepta lo que la vida te presenta. Recibir y aceptar lo que la vida te pone enfrente a cada momento es una manera práctica y efectiva de dejar de pelear contra “todo”. Además, te ayudará a que la intensidad de las emociones negativas se vaya disipando.
4. Analiza tus emociones. El primer paso es que siempre puedas reconocer cómo te sientes y qué circunstancias te afectan internamente. Luego, trata de penetrar al fondo de tus emociones, sobre todo si son poderosas como el coraje, el dolor o la pena: mira cómo son, cómo te hacen sentir y de qué manera te hacen daño. Verás que su intensidad se disipará.
Comentarios
Es hermoso recibir información tuya y estaría bueno algunos ejercicios.Gracias por ESTAR ALLÍ SIEMPRE!!!
¡Me encantó!!
Buenos dias Maya, espero estés muy bien.Hoy empece a estudiar el texto que me mandaste y me ha gustado mucho. Voy internalizando y experimentándolo poco a poco y me entusiasma trabajar en el.Voy a tomar conciencia de los cambios que vaya experimentando.
Muchas gracias Maya
Te mando un abrazo pleno de bendiciones