11 de septiembre 2014
Amados,
Tengamos una charla sobre la cualidad del amor conocida como inocuidad. Para cultivar la cualidad de la inocuidad en la vida de uno, uno debe asumir la responsabilidad de la propia capacidad de responder a situaciones más desafiantes de la vida siendo capaz de responder en vez de reaccionar. La inocuidad es la cualidad más excepcional en la que no se habla con palabras que puedan dañar a otra persona, se piensan pensamientos que no producen malos entendidos o pueden hacer daño a alguien. Significa no dañar o lastimar física, emocional, mental y espiritualmente. Es una disciplina en la que se reconoce la unidad y la divinidad de toda la vida, el reconocimiento de que Dios vive en cada uno y de todos, y en todas las cosas y que es omnipresente en toda la vida. La cualidad de la inocuidad brota de la verdadera comprensión y orientación de la personalidad por el alma que lleva a la propia expresión espiritual en la vida cotidiana. Mediante la práctica de esta cualidad en la vida diaria de uno, uno atrae sólo lo que es benéfico. Uno utiliza las fuerzas benéficas que uno atrae de esta manera, para ayudar a otros seres y trae consigo el entendimiento del compañero de uno.
Mediante el empleo de esta cualidad de amor, las acciones de uno se toman con plena conciencia de lo que se está haciendo, diciendo y/o manteniendo una estrecha vigilancia sobre su aplicación en la vida diaria de uno. Mediante la observación y el estudio de las propias conductas palabras y pensamientos diarios, uno se esfuerza para que sean inofensivos, pensando sólo aquellos pensamientos acerca de uno mismo y otros que sean de apoyo, constructivo, positivo y, por lo tanto, inofensivo en sus efectos. Aquel que estudia lo que le afecta emocionalmente de otros no puede sentirse de mal humor, ni deprimido por reacción emocional alguna que pueda dañar a sus semejantes, porque trabaja en la estabilización de su conciencia en su vida y reconoce la unidad básica de toda la creación y lo que afecta a uno, afecta a todos. La inocuidad es la expresión de vida de la persona que se da cuenta de sí misma para estar en todas partes, la que vive conscientemente como alma y cuya naturaleza es amor, su método es la inclusión y para quien todas las formas no son más que exteriorizaciones del Uno Infinito. La Inocuidad provoca cautela en el juicio, reticencia en el habla, capacidad de abstenerse de la acción impulsiva, y la demostración de un espíritu no crítico - trayéndoles energías espirituales que vitalizan su personalidad, conduciéndolos a la acción correcta. El resultado es que uno está en paz y los demás están en paz con ellos.
La inocuidad es la base esencial de toda práctica espiritual, es una no-violencia ante cualquier reacción agresiva. Cuando se practica la inocuidad y la amabilidad de pensamiento, palabra y acción y se aplica y forma parte de una expresión de vida cotidiana, uno puede ver verdaderamente a los demás que nos rodean como realmente son; otra chispa de la divinidad. Cuando el corazón está lleno de amor y la mente está llena de sabiduría, entonces nunca se hace algo que puede causar problemas a los demás en el largo plazo. La inocuidad es un estado mental que no niega una acción firme o incluso drástica cuando se le invoca. Le concierne un motivo y consiste en la determinación de que el motivo detrás de toda la actividad es la buena voluntad que influye en la actitud mental con un resultado que produce sólo el bien. Se trata de tener una profunda conexión con el principio de inocuidad en sí, y requiere tomar la responsabilidad de las intenciones de uno de momento a momento. Tomar acción sobre las acciones intencionales de uno implica que uno está en el centro de un proceso de causa y efecto en cada momento y que las intenciones de uno perfilan la propia conciencia en términos de bienestar o tensión en la propia vida.
Al sintonizar con la conciencia del corazón en lugar de la conciencia de la cabeza, se siente mayor como la cercanía hacia el corazón de unos con otros, o con el de uno mismo, también lo aleja a uno del propio bienestar, siendo menor la inclinación por seguir este hábito. Cuanto más se sienta la plenitud y la vitalidad de un corazón abierto, uno sentirá una mayor inclinación a atesorar su apertura. La inocuidad se siente en el corazón como una apertura hacia la totalidad y la paz, dejar ir el dolor, y estar alineado con uno en la aspiración profunda de bienestar. Cuanto más confíen en su poder, mayor será el camino por la vida que se les abre con alegría a medida que desarrollen técnicas de atención plena y tranquila que les ayudará a aclarar y mejorar sus intenciones y estados de ánimo. La inocuidad implica una amorosa preocupación por uno mismo y por los demás y la motivación interna por ser inocuos puede provenir del amor de uno por los demás y para todos los seres vivos.
La inocuidad es una de las fuerzas más potentes en el mundo de hoy y se manifiesta en la vida diaria de uno cuando uno está personificando el motivo correcto, la buena voluntad, la reticencia en el habla y la capacidad de abstenerse de la acción impulsiva. La manifestación en un individuo de un espíritu acrítico permitirá a las fuerzas del genuino amor incondicional que se manifiesten en las relaciones humanas favorables. Estas energías espirituales pueden vitalizar la personalidad en la creación con el resultado más elevado que produce sólo lo bueno en su vida. También conserva un verdadero sentido de los valores dentro de los que mantiene la estabilidad y firmeza en el medio del mundo cambiante en el que viven con un propósito claro y dirigido. Ellos se dan cuenta de que los sentimientos y las emociones son inofensivos si se cargan con alegría, amor, bondad, respeto y aprecio.
La inocuidad es amor en acción y evoca la respuesta espiritual en otros, donde incluso las leyes de la naturaleza apoyan y empoderan.
Me despido con la esperanza de que más de la humanidad empiezan a practicar esta cualidad de amor con compasión, corazón firme e intención.
YO SOY el Arcángel Gabriel
© 2014 Marlene Swetlishoff / Tsu-tana (Soo-tam-ah) Guardiana de las Sinfonías de Gracia
Traducido por Andéléi
Comentarios
Red Sanadores de Colombia:
la inocuidad, es un concepto nuevo, para mí.
Gracias Arcángel Gabriel por tu mensaje sobre la INOCUIDAD, es maravilloso. Ahora sencillamente ¡a trabajar!Te amo Arcángel Gabriel. Gracias Red Sanadores Colombia. Bendiciones!!!!