Una anciana, con cabellos muy blancos, caminaba descalza por la playa mientras se ponia el sol. Se detuvo a ver esa majestuosidad y recordo todas las cosas que habia aprendido en su vida. En su mente se vio hablando con el sol y asi le contó:
Aprendí, que la vida así como llegó, se puede ir de rápido. Aprendí, que vivir en el pasado o en el futuro es no vivir. Aprendí, que solo en el presente, siento mi corazón y el tuyo palpitar.
Y al hacerlo, estoy viviendo conscientemente todo, Asi puedo Ver, Oler, Sentir, Hablar, Pensar,
Y Comer todas las maravillas que nos brinda la Naturaleza Humana y Planetaria.
Aprendí, que el Amor Verdadero se manifiesta todo el tiempo. Con una llamada, un email, una mirada,
El estar presente incondicionalmente, un mensaje de texto, un abrazo, unas lagrimas, un
"Te Quiero" o "Te Necesito", o "Me Haces Falta", o simplemente tu luz y tu calor.
También Aprendí que cada vez que sales tú, mi día tiene sentido y cuando salen las estrellas, me alegran por haber llegado a presenciar su maravillosa majestuosidad. Comprendí también, que estamos llenos de paradigmas y vivimos encasillados en lo que "creemos que es el amor, la familia, la lealtad".
"Solo en la libertad vive y se manifiesta el Amor"
No solo por el compromiso de la sangre, o por el "que dirán", o por necesidad de expresar para ser reconocido se ama.
Aprendí, que si estas delante de alguien que no conoces, aunque sea un "extraño", puede ser el Ángel que tal vez te salve tu vida.
Aprendí también lo importante de ser genuina y decir siempre mi Verdad, aunque a alguien no le guste, porque cuando se habla desde el corazón y para el Bien Común y Mayor, jamás es para humillar, maltratar o herir.
Comprendí que mi corazón físico, no es mío, ni tampoco mis brazos, ni mis piernas, ni mi cabeza, pues eso es solo el vehículo para que mi Alma pueda aprender la experiencia de estar dividido, porque cuando nacemos, se nos olvida nuestra verdadera esencia espiritual , Y esa amnesia para mi, es el "Gran Juego de la Vida".
Cuando terminó de recordar todo esto, ya había anochecido. Sintió en su pecho la alegría de haber comprendido tantas cosas de la vida. Se acomodó en la arena y miro acostada a las estrellas saludándoles. Y en un segundo sintió como el brillo de una de ellas, la levantaba hacia el universo. Y con un gesto tranquilo, miro hacia abajo y pudo ver su cuerpo rendido en la arena. Se entregó a la luz que ya era parte de ella y con una sonrisa, comprendió que su vida en la tierra había terminado y que acababa de comenzar un nuevo proceso para continuar teniendo más experiencias y vivencias.
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