“En el principio fue la Palabra y la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios... Y la Palabra se hizo carne.”
“Y la Palabra se hizo carne...” pero sigue siendo la Palabra. Al hacerse carne no cambia su naturaleza, su carácter o sustancia.
La causa se hace visible como efecto, pero la esencia o sustancia es el Espíritu, la Consciencia.
De esta manera entendemos que no existe un mundo espiritual y
un mundo material sino que lo que percibimos como mundo, no es otra cosa que la Palabra hecha carne, el Espíritu hecho visible, la Consciencia manifestada como hecho.
El error a través de la historia ha consistido en creer que existen dos mundos, uno el reino celestial o vida espiritual y el otro el de la vida material o existencia mortal, el uno separado del otro.
A pesar de este sentido aparente que nos hace creer que hay dos mundos, los hombres siempre han buscado la armonía cuando surgen las dificultades intentando, a través de la oración, contactar ese otro mundo, el reino del Espíritu y lograr que el Espíritu o Dios actúe en la llamada vida material.
El buscador de la Verdad inicia su búsqueda debido a uno o quizás a muchos problemas.
Los primeros años de su búsqueda los dedica a superar las dificultades y a curar las enfermedades, por medio de la oración dirigida a un poder Superior.
Finalmente es conducido a la gran revelación, de que los mortales se hacen Inmortales cuando desaparece la mortalidad. Dios no crea la condición humana ni maneja los asuntos materiales.
Solo la Consciencia Espiritual transciende el mundo, sus dolores y placeres.
Cuando te encuentres enfrentado a un problema humano déjalo a un lado, cualesquiera que este sea, y en vez de tratar de mejorar la situación, hazte consciente del Espíritu Divino en ti que disuelve lo que parece humano y revela la armonía espiritual.
En la proporción en que relajemos la lucha mental,seremos receptivos a las cosas que nos enseña el Espíritu, manteniendo nuestra visión centrada en lo Alto y no en nuestros cuerpos y asuntos materiales. Al hacerlo, veremos cómo desaparecen las limitaciones para que surja la Realidad…
y las soluciones.
El desarrollo de la Consciencia espiritual genera una Gracia que procede de una facultad superior,
la Intuición, que actúa a través del sentir.
Por eso hasta ahora cuando nos sentábamos a Orar o a Meditar, inmediatamente fluía un torrente incesante de palabras y pensamientos.
Ahora es fácil comprender, que todo esto es producido en el ámbito de la mente carnal, humana.
Cuando cultivamos el sentido espiritual, nos hacemos receptivos a los pensamientos que surgen
de nuestro interior.
Aprendemos a escuchar la Verdad antes que a hablarla.
Nos sintonizamos de tal modo con el Espíritu, que sentimos la armonía divina del Ser, la
presencia Divina.
Nuestra facultad Intuitiva asume su papel receptivo a las cosas del Espíritu.
Por eso, hasta ahora nos habíamos ocupado con la palabra “Verdad”, pero a partir de ahora, ya
no nos preocupa tanto lo que es la Verdad, sino el sentir la Verdad.
Esto se logra en la medida en que pensamos menos en la letra y damos más importancia al sentir. No hablamos ahora de la Verdad, sino que recibimos la Verdad .
Estamos equivocados con respecto a la Inmortalidad, cuando pensamos que es la Inmortalidad de la personalidad humana-
La Inmortalidad se hace realidad, en la medida en que se transciende el sentido personal.
Al despojarnos del ego personal obtenemos la Consciencia de nuestro Ser real, nuestro Yo verdadero, alcanzando así la Inmortalidad.
Esto puede lograrse aquí y ahora.
El primer paso para la realización de la Inmortalidad, es vivir desde el centro de nuestro ser, proyectándonos desde allí-
Es el sentido de dar, antes que el de recibir; el de Ser, antes que el de obtener.
En este nivel de Consciencia no hay condena, juicio, odio o temor; solo existe un sentimiento continuo de Amor y tolerancia.
No resulta nada fácil poder expresar alegría y Paz ante éste concepto de Inmortalidad, porque
nos parece la extinción de todo.
Pero no es así; por el contrario, está preservado eternamente..lo que es Real.
Sería absurdo pretender que el vestido con que nos cubrimos fuera aterno…ya que tiene que responder a las leyes de la materia.
El egoísmo desaparece al tomar Consciencia de la Divinidad de nuestro ser…y SENTIR QUE SOMOS ETERNOS…EN LA ETERNIDAD DEL ESPÍRITU
Con esta comprensión, se dan la paciencia y la tolerancia con nuestras limitaciones humanas, y
con las de quienes se encuentran luchando en su Consciencia mortal, material…desde la parte que no es Inmortal.
ACTUAR DESDE NUESTRA PARTE INMORTAL ES...ESTAR EN EL MUNDO…SIN SER DEL MUNDO.
DESDE MI INMORTALIDAD,ABRAZO LA SUYA,ETERNAMENTE!
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