Hace miles de eras un ángel bajó del cielo, a brindar a los humanos pacífico consuelo
Sus alas eran radiantes, cabello y ojos brillantes
Ternura a flor de piel, dulce como la miel
Belleza inigualable, perpetuamente amable…
Una mujer siempre lo observaba, cada vez mas lo amaba
Ella era de cabello refulgente, corazón humilde y hermosura en su ente
A la madre tierra estaba conectada, por los elementales consagrada
De sonrisa encantadora, mágica luz de aurora.
Él por ella fue sintiendo cariño, sonreía como un dulce niño
Ambos formaron una gran amistad, uniendo cada uno su universal mitad
El período transcurría, afecto interior y pasional más se veía
Creando un solo cuerpo, olvidando cada dimensión y tiempo.
Uniendo su ADN diferente, pero se creaba un compacto ente
Donde cada caricia, era una celestial delicia
Sus almas entrelazadas, por el destino propio guiadas
En la alquimia destellaban como estrellas, luminosos con rayos y centellas.
Pactando su gran amor, de gloria y honor
Juntos meditaban, en luz andaban
Sus caricias, eran paradisiacas delicias
Engendrando un nuevo Ser, la nueva especie comenzó a nacer.
En este planeta él se quedó, en humano también se convirtió
Amando a su alma gemela, igualmente lo hacia ella
Durmiendo por siempre en sus brazos, creando indestructibles lazos
Gracias Dios por el ángel que bajó del cielo, en poesía las ancestrales historias revelo.
Namaste.
Yider Elder Araque Cerón
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