A nivel básico, controla funciones vitales como la respiración, el ritmo cardíaco y el equilibrio. Sin embargo, su papel va mucho más allá de la sobrevivencia.
En el cerebro transcurre la vida, las experiencias más hermosas que has tenido; solo piensa en los seres que más amas en el mundo, quizá tus padres, o tus abuelos, o tus hijos o el amor de tu vida. Tus amigos, tus aficiones, tus gustos, tus dones, tus talentos, tus pasiones.
Te invito a que pienses en tus más altos ideales que tienes en la vida.
Te ivito a que pienses en Dios.
Todas esas experiencias, las sensaciones, los suspiros, las lágrimas, las sonrisas y las risas, los abrazos, el placer y sus opuestos, todo, transcurre en tu cerebro.
¿Que pasaría si tu cerebro comienza a deteriorarse y vas olvidando paulatinamente todo? Si... todo lo que has vivido más las experiencias que aún no descubres.
Es un ejercicio de reflexión profundo y doloros.
Personalmente quizá el mayor sufrimiento, no sería el propio, sino el que le daría a mis seres amados, al verme en una situación tan vulnerable, tan perdida, y yo; sin siquiera reconocerlos.
Es una historia dramática, una pesadilla que no se le desea a nadie y sin embargo... sucede.
La prevalencia de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias está aumentando rápidamente en América Latina debido al envejecimiento de la población, al estrés, a un mundo muy tóxico y agresivo.
En 2024, se estima que alrededor de 5 millones de personas viven con demencia en la región, y esta cifra podría llegar a los 27 millones para el 2050.
Las personas mayores de 65 años son las más afectadas, siendo esta enfermedad más frecuente a medida que avanza la edad.
Entre los factores de riesgo en América Latina se encuentran, además de la edad, condiciones como hipertensión, diabetes, obesidad, y estilos de vida poco saludables, como el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol.
La Organización Panamericana de la Salud destaca también el impacto de factores psicosociales, como las condiciones que padecen nuestros adultos mayores:
AISLAMIENTO
DEPRESIÓN
ESTRÉS
ABANDONO
CON POCO AMOR PROPIO
SIN RECONOCIMIENTO
SIN TRABAJO REMUNERATIVO
SIN ACCESO A EDUCACIÓN
SIN UNIÓN ENTRE ELLOS.
SIN SER UNA PRIORIDAD DE LOS GOBIERNOS, LA SOCIEDAD Y LAS FAMILIAS.
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Pérdida de memoria: Este es uno de los primeros síntomas y puede manifestarse en olvidar eventos recientes, nombres o lugares familiares, o repetir la misma pregunta varias veces.
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Desorientación: Las personas pueden perderse en lugares conocidos o confundirse con el tiempo y la fecha.
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Dificultades en el lenguaje: Problemas para encontrar palabras o seguir conversaciones, y un aumento en los errores al hablar o escribir.
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Alteraciones en el juicio y toma de decisiones: Se presenta en la dificultad para evaluar situaciones cotidianas o para tomar decisiones razonables.
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Cambios de humor y personalidad: Pueden volverse ansiosos, deprimidos, desconfiados o agresivos sin motivo aparente.
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Pérdida de habilidades para realizar actividades diarias: Con el tiempo, los pacientes pueden tener problemas para vestirse, asearse, o incluso alimentarse, perdiendo su autonomía gradualmente
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