Cuarta entrega de escritos acerca del HOOPONOPONO
Una vez que las inspiraciones se vuelven más frecuentes en nuestra vida, la confianza en nuestra realidad se hace más notoria. Este tipo de estado más frecuente es el llamado "iluminado" o "abierto al universo"; es obvio que la vida sigue siendo la misma y los patrones de forma de vida siguen presentes: Los hijos inquietos o rebeldes, la vida en pareja en donde surgen desacuerdos y conflictos, el trabajo exigente o injusto y la economía personal con sus altas (wow!) y sus bajas (snif!)... La condición humana sigue vigente en nosotros, pero ante el HOOPO las circunstancias se hacen más transitorias, lastiman menos y existe el logro de hacer nada o hacer poco para mantenerlas en control.
El YO Superior trabaja y gobierna más en nuestro ser y en ocasiones percibimos mejore esa comunicación por ejemplo, respira hondo, hincha el vientre, retén la respiración y exhalas, mientras en tu mente presta atención en tu YO SUPERIOR, en TU YO CRISTICO o en TU AUMAKUA o en TU ANGEL... Como más te guste, como más lo sientas, simplemente sólo piensa en esas palabras, o en un ser brillante o como lo creas, nada más así, fácil y simple. Mantén tu respiración y tu atención a ese ser por unos minutos y de pronto comenzarás a sentir un calor en tu cuerpo, un frío agradable, u ondas de energía hermosas o una corriente de aire delicioso... Esa es la respuesta de tu YO SUPERIOR que te ha respondido.
Para los hawaianos, tu Ser Superior sólo pide de ti tu atención y tu respirar, de eso él se alimenta y como respuesta él te envía "una lluvia de bendiciones", es por eso que se percibe en tu cuerpo, en tu ser, en tu alma, esta es una hermosa manera de que la comunicación se abra entre tu YO racional y el YO Superior, con el tiempo podrás desarrollar una comunicación más fluida; algunas personas han logrado que su Yo superior les hable y esto es cierto, les avisa de situaciones de peligro, les da paz, les orienta. Otras más reciben mensajes en los sueños ya sea con una voz en particular o imágenes muy singulares que al despertar tienes esa sensación que lograste una comunicación. O tal vez necesitan ser conscientes de iniciar una comunicación con él, quedan en modo de recepción y vienen palabras o frases que te dejan sorprendido, bueno, al menos es lo que ocurre conmigo, mentalmente lanzo una pregunta y pongo mi atención a recibir respuesta... Y he recibido mensajes hermosos llenos de sorpresa, tal como si la recibieras de alguien con quien charlas amenamente. Yo recomendaría comenzar por ahí, hagan su pregunta y pongan atención en la respuesta, algo asi como estar receptivos y abiertos, como si estuvieras dentro de una habitación rodeada de cientos de puertas, donde no esperas a que una en particular se abra, sólo centrarse en que de una de ellas se abrirá para ti.
Hará unos tres meses atrás una situación económica se puso muy dura para mi. Me asaltó el miedo y la angustia, entre tal torbellino de emociones me senté en mi cama, me traté de calmar y lancé mi pregunta: "¿Qué hago? no creo poder con este gasto". Y me puse receptivo (a pesar de mi angustia), su respuesta fue sencilla: "Sólo espera", ante mi sorpresa añadió: "Confía".
Con eso fue suficiente, pude dormir confiado. Al día siguiente una persona me encargó un trabajo que cobré muy bien y una persona con una deuda vieja se presentó pagándome un dinero que creía ya perdido. Se cubrió la deuda urgente y pesada y hasta me sobró de más para otras cosas.
Así me pasó.
No es tanto una receta, es un método el cual si quieres, podrás ir puliendo, a tal grado de tener respuestas más frecuentes, y tal ves hasta de poder "ver" a tu Aumakua para platicar tal como lo harías con un amigo.
Tú eres tu propio Aumakua, Tú eres tu propio YO SUPERIOR.
Nunca estuviste solo. Nunca estás solo y nunca lo estarás. Con HOOPONOPONO la relación entre los YOES se estrecha, se abrillanta, se templa.
Con la práctica constante de HOOPO y el reforzamiento entre los YOES sanan memorias erradas relacionadas con Dios, específicamente en nuestra formación dentro de una religión, ahora, esto NO significa que dejemos de creer a nuestro Dios en el cual nos inculcaron, pero si toma una dimensión diferente ya que las memorias relacionadas con un dios resentido, colérico, castigador se van diluyendo. De poco a poco podrás no sólo creer sino SENTIR a un Dios ahora sí amoroso, presente y abrigador. Dejarás de sentirte culpable con tu pasado y más confiado hacia el futuro, dejarás poco a poco sentirte como un verdadero Hijo de Dios sin sentirte marginado, menospreciado o ignorado.
Es por eso que años de investigación con aquellas personas que han hecho del HOOPONOPONO su práctica diaria han arrojado datos de que son personas más felices, más equilibradas y con más auto-confianza.
Con ello un buen día más tarde que temprano sentirás esa oleada de energía divina y en tu mente se escuchará una voz que te revelará: Dios y tú son lo mismo.
Aunque lo sientas y lo oigas por un instante, en ese lapso de tiempo efímero dejarás de ser lo que antes eras, haz nacido de nuevo.
Aunque sigas con tu vida común y corriente con las circunstancias que vives serás alguien diferente, renovado y no habrá marcha atrás. La evolución no da reversa, siempre avanza.
¿En cuánto tiempo podré sentirme así?
No lo sé. No se trata de alcanzar una meta, no vamos contra reloj intentando romper récords de iluminación, ni es un objetivo fechado. Únicamente ama tu presente, allí eres eterno, no intentes llegar a la meta, sólo ama tu proceso; deja de mirar al futuro deseando ser santo, mira mejor tus pasos ahora y la santidad viene en ti. Deja de buscar, sólo observa, experimenta y disfruta.
Lo increíble con HOOPO es que consigues lo que anhela tu alma, no lo que desea el ego, lo curioso es que cuando el alma consigue su anhelo el ego igual lo abraza y se somete.
Ya que haz alcanzado sentirte así al menos un instante, estás listo para orar a la Divinidad con la más hermosa oración que he descubierto y que sé encanta a la Divinidad.
Pero esto lo dejaremos para la 5a entrega mis herman@s.
Lo siento, los amo más allá de la comprensión humana, si abres tu ser sabrás a lo que me refiero.
Enrique Salazar Andrade
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