Hola seres de luz y amor,
Hoy escribiré humildemente un bello tema, la oración y sus efectos según mis experiencias observadas y vividas.
La oración es hablar con tus propias palabras a Dios, la conciencia, el universo, la creación, como deseen llamarlo. Es una fuerza de luz para llegar a los milagros.
Todo es cuestión de fe y amor, teniendo en cuenta que la oración son mensajes de tu propio sentir y rezar es repetir decretos o dogmas enseñados; “son familiares pero diferentes”.
Aclarado lo anterior ¿crees que la oración hará efectos en nosotros?
A través de lo que he vivido y visto hasta hoy, me aferro a esta frase “la oración hace efecto según nuestras obras”, o sea según nuestro vivir, hacer, sentir.
Daré unos ejemplos, yo al orar digo, “señor sáname de esta migraña que me está haciendo mucho daño”. Pero nunca visito los enfermos en un hospital o a mi amigo (a), vecina (o) cuando están pasando por quebrantos de salud.
Creo que ahí la oración no funciona, o si funciona será a corto plazo y volverá la enfermedad.
Otro ejemplo cuando se ora por la prosperidad terrenal, decimos, “Dios mío, bendíceme con más dinero en mi hogar”. Pero nunca vas hacer una obra de caridad, tienes miedo que se acabe tu dinero y sabiendo que alguien está necesitado no lo ayudas. Entonces tampoco te llegará a ti.
Recuerdo una anécdota, yo desde que tengo conciencia he sido desprendido de las cosas que me ha regalado el hermoso universo, hasta he recibido regaños en mi niñez y juventud por ser tan caritativo, (no lo digo con ego, solo con humildad). Yo estaba casi llegando a casa y un habitante de la calle me dice “amigo no tengo camisa, la perdí, me puede regalar algo de dinero”, yo le dije, “amigo ayer regalé una ropa pero le regalo esta camisa que tengo puesta”, me saqué mi camisa, se la di, no le regalé dinero ya que lo conocía y sabía que hacía con el. Lo hice con mucho amor y desapego.
Al siguiente día recibí sin haber orado, tres camisas como regalo. Bueno eso lo tengo guardado en el recuerdo.
Hay que recordar y diferenciar que a veces eres dadivoso (a) y pasas necesidades; son karmas que arrastramos de otras vidas o cadenas generaciones que vamos rompiendo cada vez que aceptamos, agradecemos y bendecimos la situación con amor y entusiasmo.
Una amiga me preguntaba, ¿por qué los profetas eran pobres y sufrían mucho?, yo le dije, “porque su misión no era la riqueza material, solo la espiritual, debes recordar al maestro Jesús, que era feliz como vivía, ya que su riqueza era interna, su ejemplo era muy hermoso de amor y unidad, entre todos compartían el pan de cada día”.
Entonces queridas (os), seres de amor, debemos de hacer nuestras palabras en hechos para que funcione la oración, realizarlas con verdad y transparencia.
Hay muchos que tienen tiempo, cosas materiales y nunca les dedican ni cinco minutos a un enfermo, ni una libra de arroz a la vecina que está necesitada y tienen el cinismo de decir “oraré por esas personas para que Dios las sane, les de prosperidad, calmen sus tristezas…” y muchos más ruegos, pero nada de acción.
Esta frase es una gran verdad “LAS MANOS QUE AYUDAN SON MÁS NOBLES QUE LOS LABIOS QUE REZAN”. Robert G. Ingersoll.
Así que ayudemos de corazón y con hechos, hasta donde sea posible, a nuestro prójimo, los animales y la naturaleza. Con un granito de arena que aportes a tu entorno, la conciencia irá creciendo en luz. Tus oraciones se convertirán en verdaderos milagros.
Adquirimos a través de la vida inteligencias múltiples, pero todos con el mismo amor.
La oración ahora yo la hago siempre en positivo, “gracias Dios por mi salud perfecta, gracias…”
Entonces preguntémonos, ¿Por qué mis oraciones no hacen efecto en mí? ¿Será que realizo acciones reales en mi prójimo? ¿Hará efecto si hago oración por mis hermanos?
“PEDÍ Y SE OS DARÁ, BUSCAD Y HALLAREIS”. Jesucristo
Bendiciones,
Yider Elder Araque Cerón
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