1. Comienza por ti mismo. Antes de pensar en las personas que te rodean y en cómo hacerlas felices, empieza por tu propia felicidad. No podrás ofrecer a los otros el bienestar o la satisfacción que tú no tengas para ti.
2. Conviértete en el protagonista de tu propia felicidad. Si para ser feliz dependes de las personas que te rodean, entonces replantéate si realmente lo eres. La felicidad sólo puede provenir de un sentimiento interno y profundo, que no está determinado por los demás.
3. Considera la felicidad como un proceso. Ya que la dicha no está presente en todas las circunstancias de tu vida, tómalo como un ciclo, con sus altibajos, sus momentos de pleno fulgor y otros de declive, siempre recomenzando su movimiento cíclico.
4. Modifica tu actitud. Es probable que sientas que lo que tienes es poco, si te basas en el mundo de consumo en el que estamos inmersos. Valora lo que tienes y reflexiona acerca de lo importante que es y fue obtenerlo. Te darás cuenta de que lo que no tienes no es realmente indispensable.no significa que debas resignar tus aspiraciones y proyectos. El problema comienza cuando tu felicidad depende de ello. Para evitarlo tiende a lograr un equilibrio entre lo que tienes y lo que anhelas. Valora lo obtenido y ocúpate por lo que deseas obtener.
5. Otorga importancia y valor a lo que usualmente desestimas. Por lo general estamos más preocupados por las cosas materiales que nos faltan, sin darnos cuenta de que alrededor nuestro están las cosas más bellas y valiosas, no necesariamente onerosas.
6. Reflexiona acerca de lo que te hace realmente feliz. Lista las cosas, situaciones o actividades con las que te sientas pleno e intenta ponerlas en práctica en tu vida cotidiana. Verás los pequeños, pero maravillosos motivos que tienes para ser feliz a diario.
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Comentarios
gracias por recordarme que debo dedicar tiempo en mi misma.
Maya gracias, muy importante aporte, te envio un hermoso abrazo de luz, bendiciones, graciasss.